Se trata del fraccionamiento Villas del Campo, en Guadalupe
No cuenta con servicios como luz, agua potable, alcantarillado, áreas verdes, casetas de vigilancia y seguridad
Vecinos del fraccionamiento Villas del Campo, en Guadalupe, reclaman que dicho complejo residencial se les entregó incompleto, pues carecen de servicios como agua potable y energía eléctrica.
De acuerdo con los colonos, se les vendió un proyecto residencial que se les tuvo que haber entregado en noviembre de 2013. Sin embargo, a la fecha no cuenta con servicios como luz, agua potable, alcantarillado, áreas verdes, casetas de vigilancia y seguridad.
Señalan que Rodolfo, Fernando y Beatriz Ávalos Chávez son los responsables del proyecto. Y cada habitante tiene su contrato de compra-venta con el desarrollador.
Por ejemplo, en uno de los casos, se firmó un contrato de Jiapaz en el año 2012, y tiene fecha de cumplimiento en el 2013, por lo que se han tenido reuniones con personal de la presidencia municipal y de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (Jiapaz). Y se acordó que los vecinos realizaran los trabajos de distribución de agua.
En este sentido, los vecinos ya han gastado más de 200 mil pesos en la adquisición de equipo, y se trabaja bajo la supervisión de Jiapaz. Mencionó que cuando adquirieron sus propiedades los constructores mostraron documentos que avalaban el permiso del ayuntamiento y de Jiapaz para llevar agua a la colonia.
“También mostraron fianzas entregadas al ayuntamiento de Guadalupe, pero nos comentan que como éstas personas no cumplieron, la presidencia tardaría más de un año en cobrar la fianza”, expone el vecino. Añade que “concluí mi vivienda hace más de dos años, y no la he podido habitar, por ende me encuentro alquilando una casa, gasto que no debería estar haciendo”.
El argumento que les han dado los desarrolladores del complejo a los colonos, es que han tenido problemas económicos, pero es cuestión de semanas para que se solucione este problema.
Las casas del fraccionamiento se encuentran deshabitadas, pero los vecinos están pagando a un velador para que vigile sus pertenencias y que no haya atracos.
