En su libro “El país de las mentiras”, Sara Sefchovich, realiza un profundo análisis sobre como la mentira es la base de quienes administran al país y de quienes pertenecen a una clase política que hace y promete de todo para hacerse del poder y por ende de los cargos públicos. En la actualidad, a los políticos que se encuentran en campaña política les da por hablar de todo y prometer hacer de todo con tal de obtener el voto de los ciudadanos (ojo, únicamente buscan el voto no la participación ciudadana).
Desde hace un mes dio inicio el proceso electoral a nivel federal, entre aspirantes a diputaciones federales, senado y presidencia de la república la propuesta ha sido únicamente de respaldo a los proyectos presidenciales, ninguna propuesta personal de los aspirantes a diputaciones federales y senadores, al menos en Zacatecas hemos sido testigos de campañas en las que los candidatos hablan de ser cercanos a los ciudadanos, la voz del pueblo, entre otras mentiras que buscan hacerle pensar a la gente que son verdaderos representantes del pueblo, ninguna propuesta, pareciera que ninguno entiende la magnitud y la importancia del cargo al que aspiran.
En cuanto a los presidenciables, ha habido una gran cantidad de propuestas, muchas de ellas populistas desde el punto de vista en el que el partido o partidos a los que representan ya han gobernado o se encuentran gobernando y únicamente han logrado acrecentar y agravar la crisis que hoy sacude a los mexicanos; prometen acabar con la corrupción pero cuando fueron secretarios de estado ignoraron los miles de millones de pesos que fueron desviados del erario a campañas de políticos, a negocios personales y a inyectar agua a niños con cáncer y comprobándolo como si hubieran comprado tratamiento para dicha enfermedad; prometen justicia y paz pero su partido en gobiernos anteriores fueron los que iniciaron una guerra cruel que terminó con vidas de inocentes y que hasta la actualidad continuamos sufriendo, prometen enviar a prisión a quienes cometan acto de corrupción pero ellos mismos se han visto involucrados en los mismos, demostrando que la mentira en sus campañas tiene la finalidad de manipular al electorado a favor de su proyecto político.
Los últimos días, todos los ciudadanos, hemos sido testigos de una carnicería entre los diversos actores políticos y atiborrados de cientos de spots que a forma de guerra sucia buscan hacernos creer que el candidato al que apoyan “ganó” el debate presidencial, pero no nos brindan información certera; un debate no se gana porque no cuenta con un formato en el que se obtengan lugares como si fuera una carrera de obstáculos, un debate debe servir para que los electores se enteren de las propuestas de cada uno de los candidatos con la finalidad de que las conozcan y puedan decidir de manera más objetiva a quién darán su confianza en las urnas. Sin embargo, la realidad es otra, fuimos espectadores de un debate en el que los participantes realizaron todo tipo de ataques con tal de perjudicar al puntero en las preferencias, lanzaron una gran cantidad de mentiras en cuanto a datos y en cuanto a acciones de si mismos y de los demás participantes, información que el grupo de periodistas que conforman el movimiento de verificado 2018 desmintió lanzando a Anaya como el personaje que más mintió durante el debate, descubriendo así que un candidato presidencial es capaz de mentir y arrojar datos falsos con tal de desprestigiar a su oponente con la única finalidad de generar entre el electorado confusión y rechazo hacia un proyecto y jalar sus votos hacia el personal.
Nos toca a los ciudadanos no creer todo lo que nos prometan y nos presenten, nos toca a nosotros informarnos e investigar sobre sus propuestas, sobre los datos que nos proporcionan y asegurarnos de que sean reales, de que realmente la propuesta de cada uno de ellos pueda ser aplicada y que realmente busque tener un impacto en la vida de los mexicanos, apoyar y fomentar el periodismo crítico también es nuestra obligación como ciudadanos.
Mañana comienza el proceso electoral local, una gran cantidad de candidatos, desde regidores, síndicos, presidentes municipales y diputados locales vendrán a tocar nuestras puertas, nos llenarán de volantes con sus propuestas, tapizarán el estado de propaganda electoral, nos querrán vender la idea de que son las mejores opciones, que ellos caminan al lado de la gente (necesitamos representantes que estén enfocados en cumplir con su obligación, no que vengan a caminar con nosotros, necesitamos resultados no populismo); que ellos nos apoyan con una despensa, boiler, tinaco o cualquier otra dádiva; que ellos si cambiaran las cosas pero continúan representando un proyecto que nivel nacional nos ha sumido en la pobreza, inseguridad e injusticia.
La mentira como herramienta de manipulación política se volverá a hacer presente, nos corresponde a los Zacatecanos rechazarla informándonos, entendiendo cuáles son las facultades y obligaciones de cada cargo al que se aspira y qué pueden hacer y qué no pueden hacer, la política también puede cambiar con las acciones de los ciudadanos.
