En la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) la Escuela de Humanidades nació en 1987 conformada por las siguientes carreras: Historia, Letras y Filosofía, posteriormente Antropología. Tiempo después cada línea de formación tuvo sus respectivos desarrollos y derivaciones, valga mencionar que la inicial licenciatura en Historia se transformó en la hoy en día Unidad Académica de Historia (UAH) conformada por dos licenciaturas: -Historia y Turismo-, dos maestrías –en Historia y Humanidades, línea formación docente-, y un doctorado en Historia.
La UAH ya consolidada, para conmemorar sus 30 años de trabajo en pro de una excelencia académica aprobada por estrictos evaluadores como el Consejo para la Acreditación de Programas Educativos en Humanidades (COAPEHUM), tiene programada una serie de eventos académicos que iniciaron con la presentación de la conferencia magistral titulada “Imágenes, estética e interactividad” sustentada por Gerardo Ojeda Castañeda, Coordinador General Académico de la Escuela de Altos Estudios (ESAE) del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), la cual se realizó en el Auditorio B de la UA de Contaduría y Administración, el pasado 11 de abril.
En representación del rector de la UAZ Antonio Guzmán Fernández, la Coordinadora del Área de Humanidades y Educación, Graciela Rodríguez Castañón, hizo uso de la palabra para felicitar al colectivo de la UAH por cumplir tres décadas “de escribir la Historia en la Universidad, pero también por escribir la historia de Zacatecas recuperando trozos de la historia de México.”
Posteriormente, la moderadora de la mesa, Sofía Gamboa Duarte, presentó una semblanza del invitado internacional, especialista y consultor de las nuevas tecnologías de la comunicación educativa.
Vale destacar que en el desarrollo de sus proposiciones, en un afán académico sui generis, Ojeda Castañeda, se salió del marco convencional propio de una conferencia a la cual convirtió en una clase dinámica de interlocución entre el ponente y los asistentes, realizando preguntas como: ¿Quién lleva su bitácora personal de vida? ¿Quién ha hecho una agenda de sus actividades en el entorno? Y ante las pocas respuestas positivas se reveló su alta capacidad para analizar las intervenciones vertiendo su rica experiencia en el desarrollo de guiones para cine, crónicas e historias de vida.
Algunos de los asistentes en defensa de su argumento señalaban, “es que no soy historiador profesional y hago las referencias por gusto” a lo que el conferenciante refutó: ¡falso!, el hombre por naturaleza es historiador y colector de evidencias que describen una trayectoria de vida, porque, ¿quiénes de los que usan teléfono móvil no han filmado algún evento personal o del entorno? La riqueza intangible de los seres humanos incluye recuerdos, vivencias, elementos que llevamos del pasado hasta el presente para ser conservados en el futuro dotando de significado una etapa de nuestra vida, integrándose así una línea del tiempo con la memoria histórica personal o institucional de naturaleza identitaria y agregó: es responsabilidad de las instituciones académicas rescatar el pasado, además de “retratar el presente” como huella de nuestro paso por la existencia”.
Al terminar su magistral intervención, la responsable del Programa de Licenciatura en Historia, Juana Elizabeth Salas Hernández le entregó una constancia de participación, en tanto que el director de la UAH, Margil de Jesús Canizales Romo le otorgó como reconocimiento su nombramiento de “Visitante distinguido” en nuestra Universidad.
El acontecimiento contó con la especial presencia de los maestros de artes visuales: Leticia Zubillaga y Eduardo Santana; el siempre solidario equipo del Sistema zacatecano de radio y televisión (Sizart); el personal de la Coordinación de Comunicación social de la UAZ y quien esto suscribe como fedatario del evento.
A modo de síntesis, nos quedamos con una de las ideas centrales de la participación del doctor en comunicación educativa Gerardo Ojeda Castañeda cuando afirmó que todos somos historiadores y en ello recae la responsabilidad de escribir nuestra propia línea del tiempo y simultáneamente la de la institución que será un elemento valioso para los estudiosos de la historia de la UAZ en el mañana.
Enhorabuena por este tipo de propuestas que crean conciencia de la importancia que para el desarrollo de su identidad y proyección institucional tiene la reconstrucción del pasado y el registro del acontecer actual, porque fortalecen la conciencia histórica y reafirman el sentimiento de comunidad universitaria y orgullo de pertenencia e inducen a ampliar el registro del acontecer para utilizarlo de manera permanente.
A modo de conclusión, parafraseando a Eduardo Galeano: la historia no debe servir como ancla sino como plataforma de largada hacia el futuro. Sí, es deseable que la historia y la crónica, sean el punto de apoyo para las tareas venideras.
Así se observa el mundo desde el Mirador de Heródoto ■
*Cronista de la UAZ.
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