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viernes, 19 abril, 2024
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Actual gobierno de Portugal: Un-muy-exitoso-gobierno-de-izquierda (lecciones para México)

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Por: MARCO ANTONIO TORRES INGUANZO •

En noviembre de 2015 se definía nuevo gobierno en Portugal, y como había pasado en otras ocasiones, la derecha tenía ligera minoría, y sin embargo, ponía gobierno (recordemos los procedimientos de los gobiernos parlamentarios). La fragmentación de las izquierdas siempre ha ido en contra de ellas mismas. El bloque de izquierda en Portugal se compone de 4 partidos (de muy distinto peso): el Partido Socialista, el Frente de Izquierdas, el Partido Comunista y un pequeñito Partido Verde. Juntos lograron sumar 122 escaños, contra los 110 del bloque conservador. Lo interesante es que el Partido Socialista se decidió a discutir su tradicional programa neoliberal de recortes de gasto y flexibilidad laboral que lo acercaban siempre a las derechas (algo similar al PSOE de España). Y lo discutió con un lúcido Partido Comunista y un pragmático Frente de Izquierdas, que lograron hacer un programa de gobierno que soportara la alianza que los llevara a gobernar desde 2015 a la fecha (y les falta un poco menos de dos años para terminar).
Lo interesante es que decidieron hacer un programa de gobierno NO-Neoliberal: contrario a la política de austeridad ortodoxa que mantiene recortado el gasto público, apuestan por la demanda, políticas de protección a los derechos de los trabajadores y abandono de las dinámicas privatizadoras. No son lo que una izquierda más radical quisiera, pero lo suficiente para probar a los neoliberales de pensamiento único que la ortodoxia neoclásica es una gigantesca ilusión que empobrece a los pueblos y le abulta la riqueza a los megáricos. Los resultados son muy interesantes, y van sólo dos años de experiencia.
El salario mínimo ha subido un 25%, el desempleo bajó de 16 a 9 %, los sueldos de los burócratas aumentaron y las pensiones se han asegurado, lo cual ha generado un mayor poder de compra de la población, es decir: Portugal aumentó su Demanda Agregada. El efecto de estas medidas de no-austeridad se han visto muy pronto: aumento al 3% de crecimiento general de la economía e incremento en su capacidad de exportación en más 10%. Esta situación se ha reflejado en las mejoras en la atención de la salud, lo cual se expresa en los indicadores europeos, donde Portugal pasa del 20 al 14º lugar en el cúmulo de los 35 países. Otra área muy favorecida es la educación pública: la educación básica conquistó su gratuidad en el acceso a libros de texto y se han restringido el financiamiento a las escuelas privadas. Las Universidades han recibido mucho más becas y mejores condiciones de estudio. Tal vez lo que falta aun atender es la deuda pública, que es el demonio heredado que no han podido bajar. En suma, los indicadores (en un periodo de 2 años y pico) son impresionantes. Han podido superar la trampa neoliberal con enorme éxito.
Cuando recién exhibieron su plan de gobierno la derecha los atacó duramente: que iban a quebrar a su país, que populistas irresponsables, que iban al desfiladero. Ataques apoyados por los organismos financieros europeos (esos mismos que doblaron a Grecia). Sin embargo, no prosperó la agresividad de la derecha. Algunos fueron tan furibundos que hablaron de golpe ‘para salvar a Portugal de esa amenaza’. No tuvieron éxito.
La pregunta obligada es, ¿qué hicieron las izquierdas portuguesas para lograr lo antes dicho? Elevaron con mucho la calidad de su trabajo político: construyeron un marco de referencia programático dentro del cual se movieron con mucho pragmatismo y respetaron sus diferencias específicas en los temas que aborda el parlamento (acordaron una manera de gestionar el conflicto al interior del bloque de izquierdas). El Perfil de Antonio Costa, que escucha, acuerda y cumple lo acordado ha sido clave.
No sólo en México, sino en toda América Latina, las izquierdas deben hacer una evaluación con dos ejes temáticos de reflexión: (1) la experiencia de los gobiernos populares de la década anterior, que tuvieron impactos relevantes, pero también desaprovecharon el bono enorme de los precios de sus materias primas; y (2) la lectura hacia adelante a contraluz de las experiencias como la portuguesa. Ahora mismo que en México estamos en proceso electoral, y existe posibilidad de triunfo de una opción cercana a la izquierda, se debe contar con esa evaluación para guiar la acción. Se puede revertir la generalizada descomposición de la clase política si logramos hacer dos cosas: construir un debate ilustrado sobre las políticas públicas de izquierda que pueden ser camino para México, y lograr inyectar una narrativa en la población en torno a las bondades de un modelo socialdemócrata para el México de hoy. Lo cual significa que los acuerdos entre las facciones políticas cuenten con un marco de referencia programático, y dentro de él sean todo lo pragmáticos que quieran (lección de Portugal); así, se pueda superar la pura-aritmética-pura como criterio de negociación y acuerdo político. Y en esta vorágine de alianzas de todos contra todos, no renunciar a la construcción de un polo de izquierdas (otra lección de Portugal). Debemos observar analíticamente a este país europeo en su camino al desarrollo humano y su abandono de la oscura mancha del vampirismo neoliberal que tiene a nuestros pueblos en la pobreza y la violencia, y así construir nuestro propio camino al desarrollo humano.

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