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jueves, 28 marzo, 2024
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‘María Magdalena’, una feminista de Jesús

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Por: CARLOS BELMONTE GREY •

La Gualdra 333 / Desayuno en Tiffany’s, mon ku / Cine

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Pasaron ya la Semana Santa y la de Pascua, y como es normal los programadores de los cines buscaron películas que acompañaran la celebración en turno. Así que tocó estar en cartelera la película de Garth Davis, María Magdalena.

Acepto, fui a verla porque pensé se trataría de una versión crítica al estilo La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1998) o espectacular como La pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004). También me atrajo el equipo de actores principales Rooney Mara, Joaquin Phoenix y Tahar Rahim. Me dejé guiar por la mala costumbre de no leer las sinopsis según yo para dejarme sorprender.

Pasada la primera media hora aún no conseguía bien entender de qué iba. Vi que duraba 120 minutos, entonces me dije: apenas va a arrancando. Otros 30 minutos y pensaba: debe ser una parodia del catolicismo, de sus tradicionales milagros. Una parodia al estilo de la película Jeannette, la infancia de Juana de Arco -Bruno Dumont, 2017- que se burla del nacionalismo francés.

Pero no, los minutos seguían pasando y los tópicos de la típica historia de Jesús seguían desfilando, lo mismo que los vecinos de asiento en la sala de cine, quienes seguían yendo y viniendo con botes de palomitas; y es que la versión doblada ni siquiera demanda el esfuerzo de poner atención en la pantalla porque se puede comer, beber y hablar por celular.

Ya con la elipsis final del beso de Judas a la crucifixión, y la exclamación de los espectadores, me di por vencido. María Magdalena de Davis se trata de una revisita a la historia del catolicismo aunque, se supone, con la peculiaridad de ver la historia desde María Magdalena.

Davis quiso leer la historia centrada en los ojos de quien, para resumir la película, fue la primera mujer grupie de Jesús, su gran tentación prohibida y la primera que fue con el chisme de que Jesús no estaba muerto.

María Magdalena tiene ese doble vector de las películas históricas: sirven para recontar la historia y para revestirla con las necesidades del presente. Es decir, es una Magdalena al corriente de los discursos de la liberación femenina que reclama su derecho a no casarse por obligación y a estudiar y dedicarse según su parecer. Y por supuesto, a corretear entre hombres sin importarle el qué dirán a pesar de que el apóstol Pedro le advierte de que será ella la debilidad de Jesús por venir a incomodarle bajo el velo y la túnica.

Quizás su discurso histórico y evangelizador -el de la película- no funciona completamente porque la versión doblada no se preocupó por cuidar las inflexiones de voz, y las súplicas se vuelven un tono plano de charla entre amigos. Además, bien que se trata de seguir la versión de la apóstola, la historia se redunda en los lugares comunes de un habituado a las versión bíblicas cristianas e incluso a recuperar los pensamientos de apóstoles y del propio Jesús para llenar lagunas o quizás para darle ritmo a las voces.

El intento por revalorizar la figura, durante tanto tiempo denigrada, de María Magdalena e imbuirla de un discurso feminista se quedó -y recupero la analogía de la revista Cahiers de Cinéma– en: una María Magdalena reducida a seguir a una banda de apóstoles tal como hizo Chico en Los Siete Mercenarios.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-333

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1 COMENTARIO

  1. El término correcto de la función genérica que María Magdalena desempeña es «la apóstol», no «la apóstola», que gramaticalmente resulta ser incorrecto.

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