Señoras y señores que se dicen ser políticos:
Hago público mi desacuerdo con ustedes los que andan de un puesto a otro, de un partido político a otro, de un cargo de elección popular a otro, como si se tratara de una obsesión vitalicia e hybrica que no los deja hacer otra cosa más que denigrar la forma de hacer política. Aunque tengo mi credencial del INE, no voy a votar por ustedes, yo no les creo y mi capacidad intelectual no me permite pronunciarme por ninguno de ustedes, menos por alguien que esté empecinado con vivir a costa del pueblo sin haberle retribuido nada a cambio, de lo contrario, nuestro territorio no tendría los primeros lugares en inseguridad, pobreza, corrupción y nulo crecimiento económico, más bien, la abundancia ha sido para ustedes, pues tienen varios ranchos, varios negocios, varias franquicias y hasta para sus familias ha alcanzado, mientras el común de las familias zacatecanas tenemos que subsistir con salarios raquíticos, en condiciones de inseguridad infames y con el pago de impuestos que no se traducen en ningún beneficio. Además, como pueblo debemos sostener una clase política monárquica donde predominan los apellidos sin ninguna desfachatez y que una vez encumbrados, se olvidan de los de abajo con todo y sus necesidades. En lo personal, le apuesto y trabajo por el despertar ciudadano aunque reconozco que todavía algunos se dejan convencer por ustedes, sin embargo, les informo que otro sector de individuos, nos empeñamos en la formación de electores reflexivos y coherentes, que no venden sus credenciales pese al hambre que tienen, que no acuden a sus mítines por una pinche playera o una hedionda gorra; existimos otros que tenemos memoria histórica como dijo alguno de ustedes y no se nos olvida o, cuando menos, replicamos la historia y les informamos a las nuevas generaciones sobre todos los agravios cometidos contra el pueblo. Ustedes señoras y señores políticos, no han contribuido al desarrollo político democrático de nuestro estado, verlos nuevamente en las listas de aspirantes, me llena de hastío; pese a haber gobernado mal o haber hecho de su paso por las presidencias, diputaciones y senadurías, un sendero gris donde solo se beneficiaron ustedes y sus juniors, vuelven ahora en este 2018 con su sonrisa renovada pretendiendo que somos tan ilusos como para haberlos olvidado y creer que son nuevos, honestos y limpios de conciencia. Me pregunto: ¿Necesitan más franquicias, más ranchos, más propiedades, más cuentas de ahorro? ¿Qué les faltó llevarse la última vez? ¿Dejaron algo pendiente? O simplemente ya no pueden vivir si el poder que estúpidamente les ha otorgado el pueblo. En este contexto, me pregunto si se han puesto a pensar en los miles de jóvenes que también han abrazado a la política como un proyecto de vida y que se han tenido que esperar año tras año para ver si ustedes por fin dejan de colgarse de las candidaturas. Realmente quiero reprocharles por la falta de oportunidades que le han negado al talento de los jóvenes, aquellos que solo utilizan para promoverse en los spots y espectaculares ya que a consecuencia de ello, las política se sigue haciendo de la misma forma, no importa el partido político ya que ahora ni siquiera hay de derecha ni de izquierda, son partidos de conveniencia; sería bueno resucitar a Norberto Bobbio para que viera lo miserable y lo prostituido que están los partidos políticos, yo creo que se volvería a morir. Me pregunto si Giovanni Sartori seguiría convencido de la fortaleza de la democracia mexicana ante la degradación que estamos viviendo actualmente, o si Aristóteles estaría sorprendido por la regresión a simple bestia, que han experimentado los políticos cuando se alejan del bien y la justicia. Señoras y señores llamados políticos, llegará el día en que la historia pongan fin a su empecinada hambre de poder y riqueza, pues nadie permanece en la cúspide para siempre y, por mi parte, les reprocho como ciudadano, el hecho de que cada peldaño que ustedes suben en la política, muchos jóvenes caen en el sótano de la democracia pues para ellos, la política no es una alternativa sólida de crecimiento profesional. La política en México no está diseñada para el avance de los jóvenes, es un simple mecanismo de apropiación individual y familiar plagado de corruptelas y prebendas que se ofertan entre los mismos parásitos sociales. ν
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
