Cuando el Doctor Antonio Guzmán Fernández, tomo el timón de la Universidad Autónoma de Zacatecas, dado su origen y experiencia sindicalista en el periodo inmediato anterior como dirigente del S.P.A.U.A.Z. y después de encabezar una de las huelgas con más trasfondo político y búsqueda de beneficios para los agremiados del sindicato de los últimos tiempos, generó una serie de expectativas positivas respecto a probable desempeño en la conducción de la Institución como un rector aliado y cercano a su sector de origen.
Sin embargo, y luego de la historia por todos conocida, que obligo a la no existencia de contienda electoral dada la misteriosa y legal desaparición de las candidaturas que integraban a las planillas opositoras que buscaban llegar dirigir el rumbo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, quedando como candidato único el Dr. Guzmán Fernández y que en consecuencia, solo requería de la emisión de un solo voto a su favor para ser acreditaba legalmente como Rector.
Al concluir el proceso electoral, y ya acreditado como Rector, inicia la difícil tarea de conformar el equipo administrativo que lo habría de acompañar durante su periodo rectoral, acción que también genero una serie de expectativas positivas dada la esperanza en la conformación de un equipo integrado por los mejores perfiles, los mejores profesionales y las mejores personas, que hicieran sentir a la comunidad universitaria pertenecida y afín a dicho equipo, esperando de ellos, compromiso unidad, liderazgo, trabajo y claridad en el rumbo que habría de seguir la universidad.
Lamentablemente, se conforma el mencionado equipo mediante el uso patrimonialista y pago de favores políticos, incorporando a algunos personajes que en lugar de ejercer el liderazgo, convencer a los universitarios de ponerse la camiseta por la institución y generar ambientes de consenso y colaboración en el marco del respeto a lo diverso, para darle lustre a nuestra Alma Mater mediante el aprovechamiento del expertise de todos y cada uno de los universitarios ubicados en las diferentes unidades, dependencias, centros y/o departamentos y que con su trabajo le dan vida a la Institución, y sin importar identidad, afinidad, pertenencia o no a algún grupo, asociación o corriente política al interior de la universidad.
En el equipo administrativo que se supone le debería ayudar al Rector a sacar a la Universidad de la graves problemática por la que atraviesa, existen algunos funcionarios que tal parece que trabajan para descarrilar al Rector, ya que en lugar de ayudarle integrándose a los equipos que les corresponde dirigir y coordinar, con liderazgo experiencia y visión de futuro, a la más pura imagen y semejanza del sistema político que nos gobierna, olvidándose de su origen y hermandad sindical, ejercen sobre el personal a su cargo el autoritarismo y la represión, más nunca la autoridad y el liderazgo, sobre todo hacia quienes presentan opiniones divergentes al grupo político que dirige la universidad, incluso atropellando los derechos laborales plasmados en la legislación vigente de quienes les resultan incomodos para lograr sus objetivos políticos.
El actuar abusivo y represivo en contra de los universitarios por parte de este tipo de funcionarios, desde luego que no le ayuda al Rector ni tampoco ayuda a la estabilidad Institucional, lo único que hace es alimentar la división y el encono de parte de los universitarios ajenos al grupo que dirige a la UAZ, en contra del equipo administrativo, grupo que dirige la Universidad y del propio Rector.
Ante esta perspectiva de acción en contra del personal académico y con la instancia sindical encargada de defender los derechos laborales del personal, inmovilizada, adormecida y haciendo de cuenta que en la Universidad no pasa nada, aun y con la sistemática violación al clausulado contractual por parte de la patronal.
Ante este ejercicio y probado abuso del poder en la universidad, surgen algunas interrogantes:
El Rector, ¿permitirá que sus funcionarios le sigan creando problemas o tomará cartas en el asunto?, ¿dará cauce a la política de reconciliación y respeto a los derechos de los universitarios o se inclinara por el autoritarismo?
Por su parte, ¿El Comité Ejecutivo del S.P.A.U.A.Z. que hará ante los embates o violación de derechos de sus agremiados?, ¿defenderá a sus hermanos de clase o minimizará las agresiones en su contra por parte de los funcionarios?
La moneda está en el aire, y pronto veremos hacia qué lado se inclina, al tiempo…
*Docente Investigador de la U.A.P./Vinculación.
