“Él nunca miró el reloj” para decirle a sus cientos de alumnos: “Tu clase ya terminó”. Tras 26 años en la docencia formando violinistas, muchos que actualmente se integran a ensambles orquestales en diferentes partes de México y el mundo, Ricardo Justiz Despaigne (Santiago de Cuba, 1942) mantiene, a sus 75 años, la misma entrega y el mismo compromiso en la educación de niños y jóvenes.
“El nunca miró el reloj… bueno tu clase ya terminó, yo hasta aquí trabajo. Al contrario nos veía en los pasillos y ya nos había dado clases en nuestros horarios correspondientes pero si nos veía por ahí decía: ¿Qué estás haciendo?, bueno te reviso el material; y siempre estuvo dando más sin medida y con calidad”.
El testimonio de lo que implicó estar bajo su tutela desde los seis y hasta los 20 años formándose como violinista en la entonces Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Zacatecas, lo ofrece Perla Flores, quien gracias a ello, entre otros logros, se integró desde hace cuatro años como primer violín a la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina.
Este breve retrato del “maestro Justiz”, quien llegó desde Cuba a Zacatecas en un momento en que los artistas nacionales no veían conveniente radicar en una ciudad ausente de una dinámica cultural que les ofreciera un desarrollo, fue ofrecido como preámbulo para hablar del concierto-homenaje que se le ofrecerá al académico este sábado 10 de febrero a las 19 horas en el auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”.
Para ello, y en el contexto de celebración por los 50 años de la autonomía universitaria, se han coordinado el Spauaz a través de su Secretaría de Actividades Culturales, la Universidad Autónoma de Zacatecas y su Unidad Académica de Artes, así como alumnos y ex alumnos de Justiz Despaigne, profesor en la Licenciatura de Violín desde 1992 y director fundador de la Camerata “Silvestre Revueltas”.
Para la ocasión el ensamble que creó será dirigido por Javier González, quien fuera su alumno y actualmente se integra a la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (OSA), y como músico invitado, el pianista Alfonso Vázquez Sosa, quien cabe destacar, funge actualmente como director general del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC).
“El programa ha sido una lluvia de ideas entre los alumnos”; reunir a todos estos músicos que están viviendo o radicando en diferentes estados de la República y el extranjero no es sencillo, dijo Perla Flores.
“No es sencillo para todos los ensayos que se requiere, y no sólo es un concierto, lo importante es hacerle honor al maestro, hicimos un balance entre un poco de música, la ceremonia y su biografía”.
Otros aspectos que perfilan lo que Ricardo Justiz ha sido en Zacatecas, los agrega Esaúl Arteaga Domínguez, director fundador de la Escuela de Música ahora Unidad Académica de Artes de la UAZ, y quien luego de viajar a Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Xalapa hace 30 años, invitando profesores para lograr formalizar la educación del entonces Centro de Estudios Musicales, y ante la negativa reiterada “porque no era atractivo para un profesional de la música”, volteó sus ojos hacia la isla de Cuba.
“Teníamos información de que Cuba tenía una de las mejores formaciones musicales por la fortaleza –artística- que le daba la ex Unión Soviética”, que contaba “con una de las escuelas más sólidas del mundo”.
“Fuimos y tuvimos un convenio con el Ministerio de Cultura -de la República de Cuba-“ que posibilitó la integración de una cantidad muy importante de profesores de música, entre otros, Ricardo Justiz Despaigne, quien arribó a Zacatecas con un historial que sumaba su ingreso a los 15 años de edad como violinista a la Orquesta Sinfónica de Santiago de Cuba y su formación posterior con Leonard Kogan en el Conservatorio de Moscú, para la que fue seleccionado.
En la Habana se integró posteriormente a la Camerata “Brindis de Salas”, ensamble con el que realizó giras internacionales y grabaciones al lado de entre otros artistas, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, para desempeñarse luego como docente en la Escuela Nacional de Música de Cuba entre 1980 a 1992, misma en que llegó a ocupar el puesto de jefe de la Cátedra de Cuerdas durante los últimos seis años de estancia.
En Zacatecas además de su labor docente, fundó en 1998 la Camerata “Silvestre Revueltas”. Al respecto la misma Perla Flores comentó que el proyecto nació con el nombre de Ensamble de Violines, y la mayoría de sus integrantes eran alumnos del propio Justiz Despaigne.
“Para nosotros fue una herramienta de formación fundamental”, un espacio de ejercicio pedagógico en música de cámara con el que la Escuela de Música en ese tiempo no contaba.
Para constituirlo, el maestro Justiz invirtió horas extras por las que no recibió nunca remuneración, “él decidió formar esta agrupación para que nosotros pudiéramos crecer como violinistas”, expuso.
Esto implicó no solo un desarrollo estatal en el ámbito cultural y específicamente de los ejecutantes de violín, sino regional, pues por docentes como él la UAA de la UAZ se ha vuelto un referente nacional que atrae alumnos de San Luis Potosí, Durango, Aguascalientes, Saltillo y otras ciudades aledañas.
En respuesta a si Ricardo Justiz Despaigne ha recibido el reconocimiento institucional desde la Universidad Autónoma de Zacatecas, y social, de una ciudad y una entidad a la que le ha aportado dedicación y conocimientos a la formación de niños y jóvenes, Esaúl Arteaga contestó, “no voy a decir si sí o no, lo voy a decir de manera diferente (…) en la Universidad hay seis niveles de pago, al maestro se le paga en el nivel más bajo por cuestiones burocráticas”.
Sobre el reconocimiento social observó, “creo que tampoco se ha valorado el trabajo que ha incidido en el ámbito de la producción de música de cámara y sinfónica” mismo que ha permitido, dijo, “el lucimiento de otras agrupaciones” como resultado de soslayar una lectura profunda e histórica del ámbito musical en Zacatecas.
La Camerata “Silvestre Revueltas” que logró tener audiciones cada mes, y después participaciones cada año en el contexto de celebración de las emisiones del Festival Cultural Zacatecas, desde hace aproximadamente tres no ofrece un recital.
El ensamble que ha contribuido a la formación pedagógica de los alumnos de la UAA, de públicos y el ejercicio de una buena ejecución para los músicos locales y regionales, siempre ha adolecido de respaldo económico.
“Todo este trabajo es a pulmón, todos los estudiantes que hemos pasado por ahí no recibimos pago por supuesto; en los festivales sí, una remuneración simbólica comparada con la cantidad de trabajo y ensayos que se hacen”, agregó Perla Flores.
Esaúl Arteaga Domínguez, quien actualmente ocupa la titularidad de la Secretaría de Actividades Culturales del Spauaz, dijo que es necesario que los universitarios, a 50 años de que la Máxima Casa de Estudios en el estado consiguió su autonomía, analicen la evolución de la institución de manera profunda a fin de hacer un ejercicio de valoración sobre lo que la Universidad Autónoma de Zacatecas ha aportado a la sociedad zacatecana.
Invitó a utilizar la memoria para revisar “lo que fuimos y lo que somos” y destacó de esta trayectoria la contribución que la institución ha hecho por ejemplo, a la movilidad social, generando “extraordinarias historias de vida”.
En un momento en que se exhibe a la UAZ como un problema para la sociedad y se cuestiona fuertemente la demanda de recursos necesarios para hacer sus labores de educación, investigación, divulgación y extensión, “estamos obligados en la Universidad y el Spauaz a decir lo que estamos haciendo, que no somos un problema para la sociedad zacatecana y el estado. Yo digo que el estado nos debe mucho, el desarrollo social y cultural de Zacatecas es inconcebible sin la Universidad y sin gente como Ricardo Justiz Despaigne”.
