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viernes, 19 abril, 2024
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Muerte de madre de normalista desaparecido nos revela el país que vivimos: activista

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Por: ALMA RÍOS •

Minerva Bello Guerrero por más de tres años buscó a su hijo Everardo Rodríguez Bello

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México, “lleno de injusticia, de impunidad, de tristeza, donde desafortunadamente los muertos los ponemos los pobres, los desprotegidos, los vulnerables”: Adrián Félix

 

La muerte de Minerva Bello Guerrero sin que pudiera saber el paradero de su hijo Everardo Rodríguez Bello, uno de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, “nos revela el país que vivimos, un país lleno de injusticia, de impunidad, de tristeza; donde desafortunadamente los muertos los ponemos los pobres, los desprotegidos, los vulnerables (…) Yo me imagino el sentimiento de esta señora que por más de tres años estuvo buscando a su hijo, y que en su lugar encontró una terrible realidad: un sistema podrido”.
De esta manera expuso Adrián Félix, activista zacatecano integrante del colectivo que a nivel local ha demandado la aparición con vida de los estudiantes desaparecidos desde septiembre de 2014, este acontecimiento ocurrido el pasado domingo.
Mediante un comunicado signado por el colectivo de padres y madres de Ayotzinapa, se expuso que el cáncer que padeció y que finalmente llevó a la muerte a la “tía Mine”, fue agravado por la incertidumbre y el dolor de no poder encontrar a su hijo.
“Las personas que tenemos la fortuna de ser padres entendemos que lo más bonito y lo más preciado, y por lo que vivimos, es por ellos”, expuso Adrián Félix.
El psicólogo social egresado de la Universidad Autónoma de Zacatecas, quien se ha sumado a la conmemoración y reclamo de la aparición de los jóvenes normalistas en las escalinatas del Teatro Fernando Calderón, agregó al respecto del deceso de la madre y activista, que “lo más triste de esto es que no se queda a nivel del gobierno, sino que vemos a una gran parte de la sociedad que ha emprendido una crítica contra estas personas que buscan a sus muchachos”, y reiteró, que los padres y madres de los normalistas en lugar de encontrarlos, han hallado “tristeza, desolación, puertas cerradas, olvido y persecución, incluso.”
Observó que el tema de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa no es un hecho aislado, sino que se encuentra inmerso en un fenómeno que suma a miles de personas y familias, pero la muerte de Minerva Bello Guerrero expone toda la tragedia que vive un país que transita por el peor momento de su historia reciente.
“Todo se ve allí”, pues su búsqueda la llevó no al reencuentro con Everardo sino a toparse con “una terrible realidad, un gobierno sin ninguna sensibilidad y una sociedad que a lo mejor ya los ha abandonado en su lucha”.
Añadió a su lectura, que refrenda, muestra no sólo las omisiones desde el gobierno hacia estos casos sino el funcionamiento de “toda la estructura del sistema”, la poca atención que el deceso de Bello Guerrero ha tenido en los medios masivos de comunicación.
“Es terrible ver que de cualquier cosa intrascendente hacen una noticia nacional, como por ejemplo, los 15 años de Rubí, y cuando pasan estos acontecimientos como la muerte de la madre de uno de los 43, callan los medios, salvo excepciones, mandando esto al olvido; al olvido donde quieren archivar todos los temas de importancia”.
El activista quiso no obstante concluir la entrevista con un sentimiento de esperanza, pues dijo, “es peligroso pensar que estamos perdidos, que ya estamos en manos del crimen y de un gobierno malo”.
Dijo que es momento de apoyarse en una esperanza colectiva, pues lo que está afectando a la sociedad es una tristeza “que hace que nos callemos y nos pongamos una venda en los ojos pensando que todo está perdido y que si se levanta la voz van a venir por nosotros, pero no pueden venir por 120 millones de mexicanos”.
La situación del país es complicada y terrible expuso, pero hay esperanza en tanto que “cada vez somos más los que ya estamos hartos de este gobierno”.
Si se construye la organización entre todos aquellos que han sido víctimas de la desaparición y desaparición forzada de un familiar, de los padres y madres “que están llorando a sus hijos, algo podemos hacer”, puntualizó.
“Yo pienso que ahorita es el momento justo de no rendirnos; todo mi pensamiento está con los padres de los 43 y con todas las personas que han perdido a uno de los miembros de su familia, estamos atentos y no hay que rendirse”.
Informó por último, que las manifestaciones por el reclamo de la aparición con vida de los 43 normalistas, que se apareja al de verdad y justicia en este caso, misma que se realizaba mes con mes cada día 26, tuvo una pausa al momento de cumplirse los tres años de acaecido el hecho.
“Pensamos que quizá haciéndolo un poquito más espaciado podría darnos mejores resultados porque algunas de las personas se cansaron y la convocatoria no estaba siendo la misma, pero –todos los involucrados- seguimos en contacto y formando parte de este colectivo”.

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