Felipe Correa García, coordinador operativo de la Unidad de Planeación de la UAZ, dijo que la primera semana de regreso de vacaciones se informará a la institución los resultados de la evaluación final de los proyectos del Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa (PFCE), mediante los que la Máxima Casa de Estudios en el estado busca conseguir recursos extraordinarios por un monto global de alrededor de 243 millones de pesos.
Esta es la vía que la UAZ tiene para fortalecer su vida académica, ya que el subsidio que recibe, casi en 95 a 98 por ciento, se dirige a sueldos y salarios, mientras que el resto se ejerce en gastos de operación, comentó.
“Los profesores necesitan actualizarse en sus reconocimientos externos, ya sea individuales, a través del perfil Prodep o del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), o bien por la vía colegiada que es la de cuerpos académicos, pero para eso la Universidad no tiene recursos”.
Dijo entonces que no puede apoyarlos para que puedan publicar sus artículos científicos en las revistas “que ahora se les plantea que deben ser de alto impacto en la vida académica”.
También se requieren recursos para el desarrollo de sus proyectos colegiados o individuales, el fortalecimiento de sus programas o para las inversiones que se deben hacerse a fin de obtener acreditaciones de los programas académicos o para el respaldo a estudiantes que van hacer estancias académicas o profesores que hacen presentaciones en congresos, coloquios, etcétera.
Con los recursos extraordinarios del PFCE mediante los que se respaldan proyectos “se apoyan todas estas actividades y eso es lo que nos da la posibilidad efectiva de mantener, ampliar y consolidar la calidad educativa que ofrece la Universidad”, dijo.
La Universidad Autónoma de Zacatecas respondió a la convocatoria emitida a finales de agosto del 2017 por la Dirección General de Educación Superior para este programa, presentando en noviembre 13 proyectos planteados para 2018 y 2019, “dirigidos a actividades académicas y de gestión de la administración central”.
Ocho de ellos son de carácter académico, denominados en el PFCE de Dependencias de Educación Superior (Des) y se ejercerán en “tareas del conocimiento”; para ellos se solicitaron 51 millones de pesos este 2018 y 43 millones para el siguiente, que resultan en un monto total de 95 millones de pesos.
En el caso de los proyectos Proges, la UAZ planteó para este año proyectos por 14 millones 500 mil pesos aproximadamente y para el siguiente por 13 millones 500 mil, un total de alrededor de 28 millones de pesos que implicarían de aprobarse totalmente, “que estaríamos garantizando que todas las actividades estrictamente para apoyo de la administración, de infraestructura de comunicaciones, equipos de cómputo, cursos, talleres de planeación y demás, se podrían direccionar de manera que la calidad de la vida académica de la Universidad siga fortaleciéndose”, dijo Correa García.
Respecto del proyecto del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) que ejercerá para la construcción mantenimiento o ampliación de infraestructura de la casa de estudios su Unidad de Construcción, precisó que se solicitaron 60 millones para cada uno de los años citados, en total 120 millones de pesos.
La evaluación final de los 13 proyectos esperan recibirla para la próxima semana, “hasta entonces es cuando nos pueden decir de todos los proyectos que presentamos, cuáles fueron apoyados y cuáles no”.
El coordinador operativo de la Unidad de Planeación de la UAZ adelantó que sólo uno de los proyectos, que citó como de “Equidad de género”, se encontraría en riesgo de no ser aprobado aunque la Universidad solventó las observaciones realizadas al mismo el pasado mes de noviembre.
Los evaluadores consideraron que se integraron rubros que el programa no cubre, “entonces nosotros propusimos que nos apoyaran para la generalización de las políticas de equidad de género en la Universidad, atender problemas como el tránsito a lo que se llama un lenguaje no sexualizado dentro de la UAZ, etcétera. Y eso es en lo que sí pueden ellos apoyar. Esperamos que lo valoren”.
Los evaluadores también hicieron observaciones a tres proyectos de carácter académico correspondientes a las áreas de Ciencias básicas, Ciencias de la salud y a uno de los dos presentados por la de Ciencias sociopolíticas, económicas y administrativas. También fueron subsanadas las observaciones hechas a tres de los cuatro proyectos Proges.
Solicitaron ampliaciones de información, precisiones de algunos de sus aspectos, mismos que se enviaron en documentación complementaria, “por lo que no significa que no van a ser apoyados”, dijo.
Correa García descartó que los montos solicitados para los proyectos se vean reducidos sustancialmente con base en argumentos como la contingencia provocada el pasado mes de septiembre por los sismos, o bien por un año que se espera financieramente difícil para la Federación.
Dijo que los recursos del PFCE fueron aprobados “con anterioridad a estos planteamientos” por lo que se parte de la idea de que digamos que están un poco blindados”.
La Universidad Autónoma de Zacatecas también precisó, no hizo cartas a Santa Claus o al Niño Dios, esto es, “pedir a ver qué llega” sino que con base en sus necesidades y sus compromisos para realizar los citados proyectos y lograr objetivos hizo sus planteamientos a la Dirección General de Educación Superior.
Se revisó para ello el promedio con que se ha apoyado a la UAZ los últimos cinco periodos en este programa que ha tenido según sus objetivos distintas denominaciones, PIFI, PROFOCIE y ahora PFCE.
La UAZ presentó proyectos que se acercaban en sus montos al apoyo que se le ha dado a la institución en los últimos ejercicios, “y eso es lo que nos ha dado la posibilidad de entender que sí podemos tener un apoyo más cercano a lo que realmente necesitamos (…) en esa lógica esperamos que esto no vaya a ser afectado por esas dos circunstancias que se mencionan”.
