■ Resultados fueron entregados a la alcaldesa capitalina
Alumnos de la carrera en Ingeniería Ambiental de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería Campus Zacatecas (Upiiz) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) entregaron a la presidenta municipal de la capital, Judit Guerrero López, un estudio que hicieron sobre el ruido en el Centro Histórico.
Dicho análisis comenzó a fraguarse en mayo de este año, en conversaciones con el Departamento de Ecología y Medio Ambiente del gobierno municipal, por lo que empezando el semestre, en agosto, los 36 alumnos del séptimo semestre de la materia Manejo Integral de la Calidad del Aire pusieron manos a la obra con la planeación y ejecución del programa.
Ante la alcaldesa, Rafael Sánchez Preza, director de la Junta de Protección a Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas, la regidora Olivia Campos Góngora, Juan Alberto Oliva Olivares, director de la Upiiz, y Mónica Judith Chávez Soto, coordinadora del proyecto, alumnos de la carrera expusieron los resultados del estudio.
La primer edil de la capital reconoció la aportación del IPN y destacó la presencia de Sánchez Preza, a quien identificó como el guardián del patrimonio y que le iba a ser de suma utilidad el estudio del ruido.
Zacatecas capital es un gran desafío, dijo, “son varios aspectos los que se tienen que cuidar de la ciudad y en especial del Centro Histórico al ser patrimonio mundial; agradecemos enormemente su esfuerzo, es un gran mérito”.
La coordinadora Mónica Chávez explicó que el proyecto abarcó sólo las fuentes fijas que siempre emiten ruido durante el día; se revisó cuántos establecimientos potenciales había y se encontraron 365 de 11 giros como restaurantes, bares, farmacias, tiendas, antros, entre otros.
De estos, 67 tienen las bocinas al exterior del negocio por lo que son potencialmente contaminantes con ruido, y se identificaron otros lugares que tienen la sonoridad en el interior del establecimiento, por lo que no representan contaminación ambiental al exterior.
Agregó que para hacer el monitoreo se conformaron dos grupos que revisaron farmacias, restaurantes y otros establecimientos durante el día, y otro grupo que supervisaba la actividad sonora durante las noches en los antros y bares.
Chávez Soto subrayó que el atractivo de esas actividades comerciales es la música, por lo que en varios lugares, al momento que detectaban que se hacía el muestreo, los empleados bajaban el volumen, “pero aun así se pudo hacer alguna determinación en lo que se hacía la visita y en otros negocios se les dieron las facilidades para hacer el trabajo”.
