■ Cien años de soledad cumple 50 años; para conmemorarlo se llevó a cabo un monólogo
■ El actor Rodrigo Murray es el encargado de presentar Reflexiones de un libro en soledad
Con la intención de fomentar la lectura, la iniciativa Libros Vivos recurre a diversos lenguajes escénicos. A 50 años de que se publicara el libro Cien años de soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez, el actor Rodrigo Murray presentó ayer en la nave del museo Rafael Coronel, el monólogo Reflexiones de un libro en soledad.
Explicó que junto con Nelly Flores fue invitado por José María Arreola, para realizar este monólogo, el cual fue un reto, pues se trata de interpretar al libro, no a la anécdota o a la historia que contiene. La obra fue escrita por Fernando Javier León Rodríguez y Nicolás Mellini, con música de Luis Ernesto Martínez y Santiago Ojeda.
Eso es lo que se busca en Libros Vivos, proyecto en el cual trabajan actores que enfrenan un desafío de interpretación, pues cuando se crea un personaje histórico se cuenta con referencias, de igual manera con un personaje ficticio.
En esta obra de 45 minutos, el actor hace un recorrido histórico de las últimas cinco décadas. Esto lo hace humanizando al objeto. Por ejemplo, analizando que pasó cuando cumplió un año.
También se cuenta cómo fue editado, sus premios, qué le gusta, qué le duele, qué goza, qué peripecias ha pasado. Además de revelar sentimientos y secretos en torno a la relación con el escritor, su Dios, su autor.
O cuando tenía 10 años y The Beatles se encontraban grabando un disco o cuántos años tenía el libro cuando su padre recibe el premio nobel de literatura. Haciendo un recorrido histórico en estos 50 años.
Esto podrá provocar que los jóvenes que tienen menos de 50 años puedan hacer un viaje por la historia. Aquellos que tienen más de 50 años podrán recordar a la perfección los hechos que vivieron en esa época e identificarse.
De igual manera, a quien no lo haya leído podrá causarle la inquietud o “el gusanito” como dice Murray, de leer el texto. Y si no es Cien años de soledad, tal vez podrá ser otro. “Pero si logramos que uno de los espectadores salga del lugar con ganas de leer, pues ya chingamos”, dice el actor.
