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viernes, 29 marzo, 2024
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Foro de participación por la seguridad humana / Raul Federico García Perez

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Por: La Jornada Zacatecas •

“El Estado es el detentor del monopolio de la coacción física legitima ya como poder soberano o bien como ordenamiento jurídico que regula, le da forma o norma a ese poder” “Hobbes”[1]

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Sin duda alguna, toda sociedad debe afrontar los paradigmas y complejidades que se le presentan en su momento histórico correspondiente, si su deseo es no perecer. En pleno siglo XXI uno de estos paradigmas es la función, participación y orientaciones que debe tener el Estado en los distintos niveles y actividades de la cotidianidad de sus gobernados, fundamentalmente en el tema de la Seguridad, concepto que con el devenir del tiempo ha cambiado y tomando nuevas formas.

Etimológicamente seguridad proviene del latín securitas, que significa cualidad de estar sin cuidado,  que a su vez deriva de securus,  de la raíz se,  prefijo latino arcaico, que significa separar, como en secreto, selecto, y curus, cuidado.  Por lo tanto se puede decir que significa confianza que nace de la sensación de ausencia de peligro.[2]

Precisamente la seguridad es una de las piedras angulares de la configuración del Estado, es posiblemente el elemento nodal de la permisión de la existencia del mismo, pues es el punto de encuentro de los individuos, la necesidad de sentirse protegidos. Beccaria expresa en su texto de los delitos y de las penas, que “las leyes son las condiciones con los hombres independientes y aislados se unieron en sociedad, fatigados de vivir en un continuo estado de guerra y de gozar una libertad convertida en inútil por la incertidumbre de conservarla. Sacrificaron una parte de ella para gozar la restante con seguridad y tranquilidad. La suma de todas estas porciones de libertad sacrificadas a la bien de cada uno constituye la soberanía de una nación”.

Por ello podemos encontrar distintas acepciones del concepto de seguridad, como lo son la seguridad interior, la seguridad nacional, la seguridad estatal, seguridad ciudadana y seguridad pública entre otras. Recientemente un concepto que ha ido tomando relevancia es el de seguridad humana, el cual en líneas siguientes comentaremos, pero antes, es de interés definir un tipo de seguridad, la seguridad pública.

La seguridad pública “es el conjunto de actividades, programas, medios y técnicas establecidas por el estado cuyo fin directo e inmediato, es el encaminar la diligenciacion, valorativa y evaluativa de estos programas que representan la regulación, la prevención y el control del delito.[3] Concepto que encontramos en nuestra constitución política en su artículo 21, por lo tanto es reconocido como uno más del catálogo de derechos humanos reconocido por la ley; siendo el estado el obligado a cumplirlo, debido a que es él quien posee el monopolio del uso de la fuerza legítima. Concluimos entonces que el derecho humano a la seguridad pública consiste en la facultad que poseen las personas en el territorio de los Estados Unidos Mexicanos para exigir de las autoridades la protección de su integridad física y su patrimonio sin menoscabar la paz social y el pleno respeto para sus libertades y derechos[4]

La visión anterior de seguridad pública, más que una visión de derechos humanos es una óptica de una función de Estado, por lo tanto, de protección de los intereses de dicha institución. La Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) desarrollo un concepto amplio de mayor cobertura a favor de los gobernados, dejando el sesgo de intereses marcados a favor del estado. Esta seguridad denominada “Humana” tiene alcances de mayor calado, concentrada en tres grandes enfoques o libertades que son: La Libertad de vivir sin miedo (seguridad), Libertad de vivir sin miseria (desarrollo humano) y Libertad de vivir con dignidad (derecho humanos), los cuales se conectan con una dimensión de seguridad económica, seguridad alimentaria, seguridad de salud, seguridad al medio ambiente, seguridad personal, seguridad colectiva y seguridad política; que para su práctica deben ejercerse bajo los principios de Multisectorial, centrados en las personas, integral, contextualizado y preventivo. Que deben fluir de forma ascendente y descendente (gobierno-gobernados), es decir, desde su protección por el estado y el empoderamiento de la ciudadanía.[5]

Para entender de mejor manera esta forma de seguridad es primordial que, pensemos diferente el tema de la seguridad, es decir, planteado que avances podemos alcanzar en una cooperación entre el estado y la ciudadanía; y como lograr que dicho enfoque permee en el tema presupuestario (en políticas públicas)

La seguridad humana aparece en las mesas de debate como respuesta a los múltiples problemas que nos aquejan, como lo son la inseguridad, la corrupción-impunidad, desempleo-pobreza, la falta de salud-alimento, la problemática individual-colectiva y sobre todo la crisis institucional que vive el estado mexicano. Algunos datos al respecto son:

Seguridad. Datos obtenidos por medio de la encuesta nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública realizada por INEGI nos indican que el 73.2% de la población mayor de 18 años considera vivir en un estado inseguro; El 81% de la población considera que la Marina es la institución de seguridad más confiable, mientras que la policía preventiva logra un 36% de confianza. Un 67% de la población ha modificado algún habito de conducta debido a la inseguridad (portar joyas, dinero, salir de noche, etc.)

Impunidad. la encuesta nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública realizada por INEGI, nos refiere lo siguiente: únicamente el 10.7 de los delitos cometidos se denunciaron. De ese 10.7%, únicamente el 67.5% de los casos se inició una averiguación previa, dejando sin investigar el 27.3%. De las cifras anteriores entendemos que del 100% de los delitos cometidos, el 89.2% quede de forma directa impune, sin castigo ni investigación. Los datos anteriores demuestran uno de los grandes motivos por los cuales la inseguridad se dispara, pues nuestro nivel de impunidad es altísimo, algo así como del 90%, lo que genera sociedades irrespetuosas de la norma y de las instituciones.

Solvencia Económica – Pobreza. Según resultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (CONEVAL) en México para el año 2014 la cifra de pobres es de 55.3 millones en 2014, lo que representa 46.2% del total nacional. El INEGI presenta la tasa de desocupación a nivel nacional del 4.7% de la Población Económicamente Activa (PEA), durante el mes de agosto de del 2015; sin embargo lo que no establece con claridad esta cifra (alentadora si se compara con España 22.7%, Grecia 25.6% o Francia 10%) es el tipo de empleo, resultando que más del 60% se dedican a un actividad terciaria, esto es, actividad económica de bajo nivel y de incertidumbre por no contar con seguridad en el empleo.

Salud. La estadística emitida por La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)(2014) en el tema de la salud coloca a México por debajo de promedio de los países miembros, los cuales destinan el 9.3% del PIB en dicho rubro, nuestro país aparece con al 6.2%, apenas por arriba de países como Turquía o Estonia, y por debajo de Chile (7.3%) o Hungría (7.5%).nEl promedio de médicos por cada 1 000 habitantes de los países miembros de la OCDE es de 3.3, mientras que en nuestro país es de 2.2. Hablando de la infraestructura hospitalaria, México ocupa el lugar 33 de 34 en el gasto de saludo per cápita. Ocupa el lugar 34 de 34 en camas de hospital por cada 1000 habitantes (1.6)

Educación. La OCDE en su estudio el panorama de la educación en 2014, arroja datos reveladores, algunos de ellos son: La educación de estudiantes de 5 a 19 años de edad es universal, como en la mayoría de los países miembros de la OCDE. (En nuestro país es un derecho  tener acceso a la educación, por lo tanto una obligación del estado de garantizarlo).

México presenta una de las tasas más bajas en el rubro de la matriculación de su población de los 15 a los 19 años, siendo únicamente el 53% del total de los jóvenes en dicho rango de edad; superando a países como China (34%) o Colombia (43%), países que cuentan con un rango similar de densidad poblacional en dichas edades. Sin embargo México presenta un nivel inferior al promedio de los países miembros de la OCDE, el cual es de 84%, superado por países como Argentina (73%), Chile (76%) o Brasil (78%).

El 20% de los mexicanos de 15 a 29 años de edad no tiene empleo ni matriculados en educación formativa, siendo que 1 de cada 10 hombres no trabaja ni estudia, en el caso de las mujeres es de 3 de cada 10. (tomando como aproximado de 30 millones de mexicanos situados en dicho margen de edad, podemos decir que cerca de 6 millones de mexicanos no estudia ni trabajan).

No podemos aseverar que la seguridad humana es la respuesta a todos los problemas planteados, pero si una óptica con una metodología y principios que nos pueden ayudar a mejorar la situación actual, ya que fortalece al estado mismo, al desarrollo humano y los derechos humanos.

La propuesta que consideramos oportuna para este foro es la siguientes:

Primero.- Realizar el análisis contextualizado en base a las siente dimensiones que se mencionan en el presente (seguridad económica, seguridad alimentaria, seguridad de salud, seguridad al medio ambiente, seguridad personal, seguridad colectiva y seguridad política), estableciendo los riesgos y amenazas que existen contra estas dimensiones, para poder partir así de una realidad local. Este diagnóstico nos ayudara a coordinar acciones precisas y efectivas. Este diagnóstico lo puede realizar cada dependencia de acuerdo a su campo de acción

Segundo. En esta fase que podríamos denominar de implementación, una vez obtenido el diagnóstico podemos establecer que dependencias del estado cuentan con políticas públicas que coadyuven a subsanar las dimensiones frágiles que se detecten en la población.  Esta implementación debe ser un trabajo interdependencias, sonde coordinen trabajos y esfuerzos para lograr la meta, y no se termine con trabajos aislados y desintegrados.

Tercero. Es importante después de la implementación de las acciones programadas realizar evaluación de acciones e impacto, para conocer si realmente las acciones coordinadas entre as dependencias gubernamentales están dando resultados favorables, para con ello tener puntos de partida para la futura confección de la política pública estatal y fortalecer las acciones útiles y desechar las intranscendentes.

Cuarto. Constituir un cuerpo de seguimiento y participación activa, para lograr la introspección del concepto de seguridad humana en la sociedad y el estado.

Podemos concluir:

Que el derecho a la Seguridad Pública es un derecho humano, que está consagrado en la constitución y que debe de ser asegurado por el estado, debido a que es el único que tiene la legitima y legal posibilidad de utilizar los medios de fuerza y violencia pública.

El concepto de seguridad humana es distinto del de seguridad pública, el primero se centra en el ciudadano y el segundo en los intereses propios de orden y estabilidad del estado.

La seguridad humana coadyuva en la tarea de la seguridad pública, es un concepto integral de mayor alcance.

La participación social es fundamental para alcanzar las metas de la seguridad humana.

 

Aún con la participación de la ciudadanía en labores activas de seguridad, es la obligación del estado el asegurar la integridad social, debido a que sus génesis radica en la posibilidad de dar seguridad a sus gobernados.

Si el estado no garantiza seguridad (sentido amplio), posibilita la manifestación social al margen de la ley y del estado de derecho.

[1] MARTÍNEZ Garnelo, Jesús. Seguridad Pública Nacional, Editorial Porrua, página 37.

[2] DÍAZ Piña, Antonio. El Derecho Humano a la Seguridad Pública en el Estado de Derecho. Serie Estudios, Biblioteca de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma Metropolitana, página 13

[3] MARTÍNEZ Garnelo, Jesús. Seguridad Pública Nacional, Editorial Porrua, página 57

[4] DÍAZ Piña, Antonio. El Derecho Humano a la Seguridad Pública en el Estado de Derecho. Serie Estudios, Biblioteca de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma Metropolitana, página 177

[5] http://www.iidh.ed.cr/multic/UserFiles/Biblioteca/IIDHSeguridad/11_2011/d31ae043-1976-4d83-86e9-35323eef3393.pdf

 

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