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jueves, 28 marzo, 2024
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Gonzalo Lizardo presenta ‘Cristiano desagravio’… Un documento histórico de Guillén Lombardo, el intelectual rebelde del siglo XVII

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Por: JÁNEA ESTRADA LAZARÍN •

La Gualdra 313 / Libros

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Gonzalo Lizardo presentará el próximo viernes 27 de octubre en Librería Andre.a su más reciente libro en el que habla de un personaje extraordinario y real. Guillén Lombardo es su nombre, fue un irlandés que llegó a México en el siglo XVII y dos años después de su llegada fue apresado por la Santa Inquisición; en la cárcel permaneció 17 años –en ese lapso escapó una vez de prisión- durante los cuales se dedicó a escribir, entre otras cosas, un documento de desagravio que retoma Lizardo para transcribirlo e interpretarlo, de ahí que después de la labor paleográfica hiciera el prólogo, las notas al pie de página y el epílogo. Cristiano desagravio y retractaciones de don Guillén Lombardo [manuscrito de 1651] [Archivo General de la Nación], es producto del trabajo que como docente investigador realiza Gonzalo Lizardo en la Universidad Autónoma de Zacatecas.

De este trabajo de investigación histórica y ejercicio hermenéutico se desprenderá además una novela que tiene como personaje principal al mismo Guillén Lombardo y que está actualmente en proceso de revisión final. Por eso entrevistamos a su autor, este creador zacatecano que tiene muchas características parecidas a su personaje, me refiero sobre todo a aquéllas que se relacionan con esa pasión desmedida por el conocimiento.

 

 

Jánea Estrada: Has mencionado en ocasiones anteriores que encontraste a este personaje por casualidad, ¿cómo fue eso?

Gonzalo Lizardo: Sí, en el 2000 estaba escribiendo un libro que se llama Jaque perpetuo, en donde hay cuento que se llama “Elena y el pez podrido”, que era de unos supuestos judíos que vivían en Zacatecas y que los llevan a la Inquisición. Entonces, cuando estuve investigando cómo era la Inquisición y cómo era que los habían capturado, me encontré a este personaje. Vicente Riva Palacio en México a través de los siglos ahí lo menciona y dice que fue un hombre muy erudito, se me hizo muy interesante y lo metí como personaje secundario en ese cuento. Desde ese momento pensé que era el personaje ideal para hacer luego una novela, pero en ese momento no sabía ni qué onda ni cómo hacer para investigarlo.

 

JE: Pero, además, las casualidades se iban presentando una tras otra, luego tú vas a Salamanca y te vuelves a encontrar con el personaje…

GL: Cuando fui a Salamanca a un congreso de novela negra, ahí en una librería me encontré el original de un cartel de la Inquisición donde decía que se excomulgaría a todos lo que leyeran los textos de Guillén Lombardo. Encontré luego el libro de Troncarelli, en italiano. Otra clave fue la información encontrada sobre la educación en el siglo XVII en España, que es en la que se supone se formó Lombardo. Investigando me doy cuenta de que fue un alumno destacado de los jesuitas en España y que eso explicaba su carácter y su pensamiento; me di cuenta que era un personaje notable y que casi nadie había rescatado sus escritos.

 

JE: ¿A qué le atribuyes esa situación, sobre todo por los vínculos que se pueden establecer con el presente?

GL: Es que es un personaje bien hermético; es tan complicado, tan abigarrado, que la primera tentación en que se puede incurrir ante sus textos es afirmar que está loco.

 

JE: ¿Tú notaste señales de locura en sus textos?

GL: En algunos sí, pero yo afirmo que es un loco por exceso de lucidez, no por carencia. Él tiene mucho conocimiento de todo y tiene además unas ganas locas de transformar el mundo ése que vive a través de lo que sabe. Está convencido de que con eso que sabe él podría ser un rey muy eficaz de cualquier país, y de alguna manera armó una conjura para quedarse él como rey de México –en teoría para ayudar a Irlanda a obtener su independencia.

 

JE: ¿Cómo fue que llegó a México?

GL: La historia es que él era muy mal visto en Irlanda por los ingleses; su papá y él se meten en problemas contra el rey de Inglaterra. Dice Guillén que él pegó pasquines denunciando los crímenes del rey, por esa razón le imponen pena de muerte y él huye, anda un tiempo como pirata vagando hasta que llega a España, donde se forma. Como colegial jesuita, consigue chamba como secretario del marqués de Villena, quien sería después virrey de la Nueva España. Junto con el marqués se vienen a México Juan de Palafox y Guillén Lombardo. Aunque no todos los autores coinciden en que venía como secretario del marqués, porque hay quien dice que venía de polizonte.

 

JE: ¿Cuál de las versiones te resulta más verosímil?

GL: Guillén sí fue secretario, aunque no era un puesto fijo y era mal pagado. Sí encontré textos de él en donde hace propuestas para medir las tierras de la Nueva España. A quienes desempeñaban esa profesión se les conocía como arbitristas, quienes llevaban una propuesta, un deseo de cambio al rey, que de ser aprobado tenía como pago el nombramiento con un cargo pagado. Él andaba buscando el puesto de juez de tierras de Michoacán. En sus escritos también encontré el que le escribe a Juan de Palafox diciéndole que quiere formar un batallón en la Ciudad de México. Vivía en aquel entonces en la casa de Cabildo, hospedado con un tipo que se llama Fernando Carrillo; este último trabajaba en el Ayuntamiento y empleaba a Guillén para que le diera clases de ciencias y a latín a su hijo Sebastián. Era un multi-chambas, pues además de dar clases, ser secretario y arbitrista, también hacía cartas astrales.

 

JE: Hablemos de eso, de su faceta como astrólogo, ahora queda más clara la imagen de la portada del libro…

GL: Era astrólogo, recordemos que en aquel entonces ser astrólogo era ser científico; él conocía los astros, sabía a partir de la fecha en qué fase estaba la luna y de esta manera sabía si había marea alta o baja en determinada hora y en determinado puerto. Eran matemáticas para navegar. Estamos hablando de un humanista en toda la extensión de la palabra, en el sentido renacentista. Sabía también hacer pólvora. Todos esos conocimientos los quería aplicar; luego, entró en una especie de crisis de lealtad al rey porque se da cuenta de que lo que éste hacía en México era una barbaridad y decide hacer una conjura para volverse virrey, pero lo delatan y lo mandan a la Inquisición. Ése fue su delito, pero además el clima de agitación social era muy fuerte en ese momento, poco tiempo antes se había dado un motín en el que quemaron las puertas de palacio nacional. Portugal acababa de independizarse y como medida de precaución el rey dio la orden de que agarraran a todos los portugueses y a todos los judíos que vivían en la Nueva España porque podían hacer lo mismo.

 

JE: Entonces Guillén dura muy poco libre en México, en realidad…

GL: En 1640 llega Lombardo a México, en 1642 lo apresan. De ahí pasaron 17 años antes de que lo quemaran.

 

JE: El libro Cristiano desagravio y retractaciones de don Guillén Lombardo, sin embargo, no es su biografía y tampoco es una novela, es…

GL: En un poco de muchas cosas; literalmente es un texto que él escribe para defenderse de los cargos que le acusan, y para pedir perdón por haber denunciado públicamente al Santo Oficio: es que se escapó en una ocasión y ataca al Santo Oficio, luego se excusa diciendo que lo hizo porque tenía que hacer algo por su libertad. “Quiero justificar mi inocencia, denme papel y yo les escribo mi justificación”, les dijo. Este documento lo escribe al poco tiempo de su fuga, en 1650. Yo encontré este documento en el Archivo General de la Nación, ahí está junto con el resto del proceso. Este libro es la transcripción del documento, la edición, el prólogo, el epílogo y las notas son míos.

 

Gonzalo Lizardo

Gonzalo Lizardo

 

JE: ¿Hubo muchas dificultades para hacer la transcripción?

GL: No. Es un documento perfectamente bien redactado, muy limpio, con sus márgenes, muy cuidado, casi casi como para llevarse a imprenta. Es un documento bien argumentado y además con mucho contenido, empieza con un poema que es un retrato de su vida en verso, un verso muy hábil. Después de este documento hace 908 salmos en latín estando en la cárcel, más 17 himnos religiosos. Bajo estos escritos en latín –escritos así para burlarse de los inquisidores que no conocían la lengua- está una especie de utopía disfrazada, era una propuesta política que él quería realizar en caso de que llegara el caso de ser liberado. El documento de Cristiano desagravio, está compuesto de 72 folios; cuando empecé a trabajar en él mi intención era un poco imitar el tipo de escritura, empecé a escribir y me di cuenta de que había muchos términos que no conocía, que había muchas referencias a autores… y poco a poco fui buscando las fuentes. Es que Guillén es una biblioteca andante, este documento lo escribió sin ningún libro a la vista, todo de memoria, tiene párrafos en latín casi perfectamente transcritos… imagínate, tuve que incluir 615 notas a pie de página. En el epílogo hago una especie de hipótesis sobre la formación de Guillén.

 

JE: ¿Lo que hiciste con este documento es un ejercicio hermenéutico más que histórico o los dos?

GL: Sí, bueno, trato de seguir la línea que hizo Carlo Ginzburg en El queso y los gusanos, con mis propios alcances; él también hace lo mismo, pero él analiza todo un caso inquisitorial, yo hago algo más modesto porque me baso en un solo documento. Trato de explicarlo. O como el texto de Foucault, Yo, Pierre Rivière, en donde toma el caso de un parricidio del siglo XIX y nada más lo muestra sin atreverse a interpretarlo… yo quise ir un poco más allá. Yo pretendo interpretar a varios niveles, pero la primera interpretación fue clarificar qué dice el texto realmente porque utiliza términos extraños o confusos, incluso utiliza metáforas… así está lleno el texto de palabras que cambia, como los nombres. Primero traté de clarificar eso y el trabajo completo me llevó 6 años.

 

JE: Y esto además, da pie a tu siguiente novela, que será una mezcla de historia con ficción y cuyo personaje será Guillén Lombardo…

GL: Cuando inicié la novela empecé a hacer esto. En la paleografía del documento me llevé casi un año; luego, ya con el dominio de más o menos cómo escribía Guillén, empecé a hacer la novela, un poco siguiendo el modelo del Nombre de la Rosa, ese estilo me gustó porque también tiene un estilo con algo de policiaco. Entonces yo en la novela lo que hago es una doble historia, una parte la cuenta Guillén en la que habla de su vida desde que nace hasta que está a punto de morir –ahí invento yo una trama de cómo hace para conseguir papel para escribir en la cárcel-, esto está escrito al estilo barroco. Yo digo que en él están las bases del realismo mágico hispanoamericano. Si te contara las historias que lee el tipo… son absolutamente mágicas…

 

JE: Y esa primera parte está escrita en primera persona…

GL: Sí, son 24 capítulos alternados. Una parte es la historia del alumno Sebastián Carrillo y de la novia de Guillén, doña Antonia de Castro; cuando meten a la cárcel a Guillén ella busca a Carrillo para que le ayude a cosas relacionadas con la herencia y para eso tiene que investigar el caso de Guillén Lombardo. Lo que hago en esa otra parte es contar la historia del alumno, que trabaja como escribano en la Inquisición, tratando de descifrar la historia de su maestro, para lo que tiene que reunir todos los documentos que hablan de su caso y posteriormente los lleva a España. Yo me invento eso de que él los lleva allá porque en realidad no se sabe quién los llevó, sólo se sabe que fueron llevados 6 años después del juicio y la Inquisición no quería que los llevaran.

 

JE: Entonces, para tener mayor referencia, para entender tu próxima novela que saldrá, supongo, el siguiente año, lo recomendable es leer primero este libro del Cristiano desagravio

GL: Son dos cosas diferentes, aunque hablen del mismo personaje. Yo quiero que la novela sea autónoma, no tiene notas al pie de página, y obviamente en la novela hay muchas más cosas de las que se cuentan en este primer libro en el que sólo se cuenta parte de su vida…

 

Guillén Lombardo por Rubens (apócrifo)

Guillén Lombardo por Rubens (apócrifo)

 

JE: Existe la posibilidad de estudiar el pasado para poder entender el presente… ¿Qué podemos entender del México de hoy a partir de un personaje como Guillén Lombardo?

GL: Este texto, en concreto, es una ventana para comprender el siglo XVII que es un siglo olvidado en la historia mexicana. Yo digo que sólo por el hecho de asomarnos a la historia de ese siglo desconocido vale la pena estudiar no sólo esto sino los demás textos de Guillén, en ese sentido nos ayuda a alimentar la memoria histórica. Segundo: yo creo que en este personaje está la semilla de un personaje casi arquetípico de la historia moderna, que es el del intelectual rebelde. Guillén es un hombre que es perseguido por sus ideas y que ni siquiera por eso calla; por el contrario, encuentra la forma de hacerlas públicas. No en balde lo estamos leyendo, su palabra tiene ese poder de proponer cosas; obviamente hay que leerlo sabiendo que es un hombre de su siglo y que su conocimiento por la astrología, por ejemplo, ya no es válido para nosotros, pero sí nos habla de los hombres de su época y de un espíritu hermético humanista que sigue presente en nuestros días.

 

JE: Tú eres también un intelectual rebelde y encuentro varias similitudes entre el personaje y tú… no sé si estés de acuerdo con eso.

GL: Sí, yo creo que si hubiera vivido en esa época seguramente compartiríamos celda. Además de lo que has dicho, creo que compartimos un erotismo por el saber, una pasión por el conocer. Así lo siento, me gusta conocer y experimentar cosas. Y por otro lado la certeza de que el conocimiento si no lo aplicamos en la vida entonces para qué sirve. Él tiene una fe supersticiosa, incluso, en el poder de la palabra, que también comparto. Pero sobre todo me identifico con él como escritor, con su forma de ver el mundo, con su forma de interpretarlo, de transformar el dolor en poesía, por ejemplo.

 

JE: ¿El arte servirá todavía para transformar el dolor, para transformarnos?

GL: Yo sí creo fielmente en que no hay otra manera. La función del arte y la cultura en general es transformar. Pero también es un consuelo metafísico del hombre, el arte nos ofrece motivos para saber que vale la pena vivir. Si no existiera la poesía tendríamos pocos motivos, y yo digo que hasta la ciencia tiene poesía… en descubrir la realidad, en maravillarse ante las cosas sencillas hay poesía. Parte del encanto es encontrarla.

 

El libro Cristiano desagravio y retractaciones de don Guillén Lombardo [manuscrito de 1651] [Archivo General de la Nación], será comentado este viernes 27 por Mariana Terán y Salvador Lira. Es una buena oportunidad para seguir conversando con Gonzalo Lizardo sobre este proyecto, el de su próxima novela y por supuesto, de la literatura y de los enormes vínculos que tiene con la vida misma.

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-313

 

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