Esta columna trataré de explicar de manera sencilla, la forma en que los políticos juegan con los sentimientos, los anhelos y las ilusiones de las personas, no quiero herir a nadie en sus creencias religiosas, mi intención es evidenciar la frivolidad de algunos políticos.
En días pasados Enrique Flores anunció la construcción de una Virgen monumental en el cerro de San Simón y todo indica que se trató de un fraude publicitario.
Según el anuncio de Enrique Flores, la figura religiosa costaría $90 millones de pesos, de los cuales el municipio pondría $10 millones, el Gobierno del Estado pondría $30 millones y la iniciativa privada 50 millones, pero en el equipo del alcalde saben que será prácticamente imposible que se realice la obra.
¿Por qué? Porque el proyecto está condicionado a que los empresarios de Zacatecas aporten 50 millones de pesos y en Zacatecas los empresarios son escasos, sobre todo los empresarios dispuestos a invertir su dinero en imágenes religiosas, por eso el proyecto difícilmente se llevará a cabo y Enrique Flores lo supo desde el principio.
¿Entonces? ¿Por qué el municipio de Guadalupe dio a conocer ese proyecto? Pues todo indica que se trató de una estrategia de publicidad y marketing político. Al anunciar el proyecto, la sociedad Zacatecana se enfrascó en un debate donde algunos apoyaban la construcción y otros decían que el dinero se debe usar en cosas más urgentes, pero mientras los ciudadanos debaten, el Alcalde de Guadalupe impulsa la contratación de dos créditos, uno por 10 millones y otro por 30 millones de pesos para garantizar el cierre de año, al mismo tiempo que realiza todo lo necesario para llenar de parquímetros el centro de Guadalupe.
Es decir, mientras los ciudadanos se distraían con el falso debate, el Alcalde aprovechaba para impulsar los proyectos que verdaderamente le interesan. Aunque usted no lo crea, Enrique Flores utilizó a la Virgen de Guadalupe – y la pasión que despierta- para cubrir los problemas financieros de su administración, impulsar la colocación de parquímetros y todavía le alcanzó para que en la sesión de cabildo de ayer, se aprobarán más permisos de venta de alcohol, con la solitaria oposición de la regidora de morena… ¿Y los ciudadanos? Están distraídos, debatiendo sobre una escultura que muy probablemente no será construida.
Pero ¿Por qué utilizar a la virgen de Guadalupe? ¿ Acaso Enrique Flores no sabe que es un símbolo sagrado para muchísimos mexicanos? Pues justamente por eso lo hizo, en este falso debate, Enrique Flores terminó ganando por todos lados: Los devotos de la Virgen María ya lo catalogan como un politico religioso, no gastó un solo centavo, porque todo indica que no tiene intenciones de construir la obra y la oposición se distrajo de los asuntos reales.
Fue tan exitoso este fraude mediático, que en Fresnillo inmediatamente copiaron la idea: un municipio que no tiene dinero ni para pagarle a sus proveedores, anunció un proyecto millonario para construir un cristo gigante. La estrategia volvió a funcionar, los ciudadanos dejaron de quejarse por la falta de agua en el mineral y por las decenas de ejecuciones de los últimos días, porque están debatiendo sobre un Cristo que difícilmente se va a construir.
Tello también había intentado hacer algo parecido, cuando ocurrían sucesos trágicos de violencia, anunciaba la construcción de obras inexistentes, como la Autopista de 4 carriles a Aguascalientes, de la cual no se ha construido ni un solo metro, pero ya se ha anunciado en cuando menos tres ocasiones.
Eso sí, debemos reconocer que Alejandro Tello todavía no se atreve a jugar con símbolos religiosos, que son sagrados para millones de mexicanos, como lo hicieron los alcaldes de Guadalupe y Fresnillo, pero más que juzgarlos, es importante que todos aprendamos a diferenciar estos “falsos debates” para descubrirlos a tiempo y concentrarnos en los asuntos reales que nos interesan a todos, como la seguridad y los servicios públicos que merecemos.
