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viernes, 29 marzo, 2024
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Gobierno Federal sistemáticamente le quita dinero a áreas sensibles y aumenta recursos de rubros superfluos

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Por: RAQUEL OLLAQUINDIA •

■ Leonardo Núñez González presentó en Zacatecas su libro ¿Dónde quedó la bolita?

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■ Considera que cada año se gastan de manera adicional 600 mil millones de pesos

■ Dice que adecuaciones en el presupuesto, “en lo oscurito”, se realizan de manera constante

El Gobierno Federal, sistemáticamente, le quita dinero a áreas sensibles como la salud y la educación e incrementa los recursos de rubros superfluos, entre los que se encuentra por ejemplo la publicidad gubernamental. Esto provoca que un monto que supera los 600 mil millones de pesos es el que año con año se gasta de manera adicional al presupuesto autorizado.

Tres veces el presupuesto de la capital del país, 15 veces el recurso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y 20 veces el presupuesto de Zacatecas. Esta cifra anualmente se ejerce por parte de la Federación sin rendir cuentas.

Ante esto, hay una pregunta: ¿Y dónde queda la bolita? Este cuestionamiento es el que se hizo Leonardo Núñez González cuando, tras buscar en las cuentas públicas desde el año 2000 a la fecha, advirtió las cantidades millonarias de recurso adicional que, sin estar presupuestado, se aplican en el país por parte del gobierno de la República.

Esta pregunta también fue el título que le dio a su libro, el cual presentó este viernes en Zacatecas en el marco de los Foros de Libertad organizados por La Jornada Zacatecas.

“Los números son para morirse de miedo”, aseguró el autor. Gastan más de lo autorizado y gastan diferentes, destacó, pues así como destinan 300 por ciento más de recurso a publicidad, hay rubros que reciben menos de lo que se les asigna como el caso de salud, educación, el Fondo de Atención a Desastres Naturales (Fonden) y las áreas de protección de los derechos humanos que, por ejemplo, han llegado a ejercer sólo 20 por ciento de lo presupuestado en un inicio.

Este análisis, dijo Núñez González, formó parte de su tesis, la cual terminó en el mes de octubre de 2016. “Con esto vivía una indignación brutal porque una vez que te das cuenta de que te están viendo la cara, no ves las cosas del mismo color”.

La gota que derramó el vaso, y por lo que decidió ir más allá de dejar su investigación en un producto académico, fue el discurso del presidente Enrique Peña Nieto en enero de 2017 sobre el tema del gasolinazo.

Tras las manifestaciones, Peña Nieto se defendió asegurando, primero, que mantener los subsidios en los combustibles tenía un costo demasiado elevado para las finanzas públicas, ya que suponía un gasto de 200 mil millones de pesos. Tres veces más fue lo que aplicó de manera adicional desde el Gobierno Federal en 2016, planteó el autor.

En segundo lugar, recordó que el presidente hizo alusión a la falta de opciones debido a que ya se había aprobado el presupuesto y no había margen de acción. “Nada es cierto”, sacó como conclusión el autor, pues las adecuaciones en el presupuesto, hechas además “en lo oscurito”, se realizan de manera constante.

Frente a estas mentiras, dijo, “había que hacer algo porque no es posible que se le quite sistemáticamente dinero a áreas sensibles y se destine más a áreas superfluas. Es algo que está mal”.

Y esta reacción se vuelve indispensable cuando el autor advierte que estas prácticas existen desde hace 100 años.

Así como en la constitución de 1917 se señalaba que “en México estarán prohibidas las partidas secretas, salvo aquellas que estén permitidas por la ley”, un elemento que se mantuvo vigente hasta 1997, en la actualidad se establece que “el uso discrecional de los recursos está prohibido, salvo los movimientos permitidos, y desafortunadamente todo está permitido. Todos pueden mover recursos y todos, sin vigilancia”.

La solución para lograr cambios en este sentido, apuntó Núñez González, es conseguir que los ciudadanos “le demanden al estado que haga las cosas bien, que le exija al político que rinda cuentas de cada peso que está gastando, que no tengamos que ver al gobierno como una cosa aislada”.

Concluyó, tras este recuento, que lo que se requiere “es que seamos muchos los que estemos conscientes de que podemos hacer las cosas de manera diferente, que tengamos información para exigirles cuentas con los pelos de la burra en la mano”.

Para lograr esto, el libro no fue escrito como una mera exposición de los datos obtenidos en sus investigaciones sino que buscó que este texto fuera un “manual revolucionario” que le permitiera a la sociedad conocer qué son y cómo se localiza información en las cuentas públicas.

Como parte de las preguntas, el director de La Jornada Zacatecas, Raymundo Cárdenas Vargas, solicitó al autor su opinión sobre las propuestas de eliminar tanto el financiamiento público a los partidos políticos como las diputaciones plurinominales.

Núñez González consideró que, si le quitas los recursos públicos a los institutos políticos, el mayor beneficiado es el partido en el poder, y esto es similar a lo que ocurre con la eliminación de los puestos plurinominales, pues la gran ganadora es la fuerza que tenga la mayoría de votos en los distritos y ésa es el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

No obstante, antes de dar esta explicación, aseguró que de entrada se debe desconfiar de las intenciones de estas propuestas por quien las hace: el PRI. Sentenció: “No nos vaya a ganar la calentura y nos vayamos con la propuesta que nos está vendiendo el mismo diablo”.

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