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viernes, 29 marzo, 2024
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Ángel Santos, comerciante de gordinatas, es ahora famoso entre los zacatecanos

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Por: RAFAEL DE SANTIAGO •

■ Originario de Pachuca, Hidalgo, aprendió a elaborar este producto a los 13 años

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■ Desde hace 25 año se ubica en un pequeño local en la calle Ventura Salazar, en el centro

Son muchos los zacatecanos que conocen el sabor de las gordinatas, pequeñas gordas de nata, calentadas al horno, y reconocen el aroma y textura suave de unas gorditas de nata recién preparadas.

En Zacatecas, Ángel Santos Mendoza, originario de Pachuca, Hidalgo, se ha consolidado en Zacatecas como vendedor de este producto. Desde hace 25 años, instaló un pequeño negocio en la calle Ventura Salazar, a un costado de la Plaza Bicentenario.

Ángel aprendió a elaborar estas pequeñas gorditas a la edad de 13 años. Trabajaba en ese entonces en una panadería junto con otros familiares. Las gorditas que hacía no llevaban nata, sino que eran elaboradas a manera de polvorones.

Posteriormente se casó y las obligaciones llegaron, pues tenía que hacerse cargo de los gastos de una familia y dar alimentación, techo y educación a sus hijos. Por lo que decidió emprender su propio negocio, aprovechando el conocimiento que había adquirido en su trabajo como panadero en la ciudad de Monterrey.

Aprovechando su conocimiento como panadero, Ángel decidió emprender su propio negocio de gordinatas, producto reconocido por los locales y extranjeros ■ FOTOS: MIGUEL ÁNGEL NÚÑEZ
Aprovechando su conocimiento como panadero, Ángel decidió emprender su propio negocio de gordinatas, producto reconocido por los locales y extranjeros ■ FOTOS: MIGUEL ÁNGEL NÚÑEZ

Mandó a elaborar una pequeña plancha para calentar las gorditas. Pero la mandó a hacer en la Ciudad de México, ya que ninguna marca comercial las elabora en serie ni tiene una marca en el mercado. Poco a poco el horno dio sus primeros frutos y comenzó a elaborar cada vez más un mayor volumen de pan.

Menciona que empezó a vender sus gorditas en la ciudad de Celaya, Guanajuato. Junto con su familia, se iba a los tianguis locales y colonias para ofrecer a los marchantes este tradicional producto.

 

Con los años y por azares del destino, llegó a la ciudad de Zacatecas. En aquellos se instaló durante dos noches en lo que fuera la antigua central camionera, ubicada en lo que actualmente es la Plaza Bicentenario.

Relata que junto con su familia durmió dos noches en la calle. Lamentablemente, no tenía familiares en la capital a dónde llegar ni un local en dónde quedarse, en lo que promocionaba su producto.

Fue que encontró una pequeña puerta, escondida en medio de algunos locales comerciales, que se ubicaba en la calle Ventura Salazar. Con el tiempo, investigó quién era el propietario y llegó a un acuerdo para rentar el pequeño local.

Ángel encontró en este pequeño espacio el lugar ideal para trabajar, ya que sólo bastaba colocar el horno en un lugar en el que no estorbara y la afluencia de personas que llegaban a la central camionera eran puntos a su favor.

Menciona con nostalgia que en la calle Ventura Salazar era muy concurrida por miles de zacatecanos las 24 horas del día. Incluso, en la zona vehicular, los clientes paraban a comprar sus gorditas de nata, como un comercio de comida rápida.

Dice que decidió establecerse en Zacatecas porque la consideraba una ciudad tranquila y sin problemas de inseguridad. Además de tener una bella arquitectura, y un clima que se puede adaptar en cualquier estación del año.

La fama y la sazón de sus gorditas ha hecho que su negocio sea conocido en países como Estados Unidos, ya que año con año miles de zacatecanos y turistas de otras entidades y países, le hacen encargos o compras para llevar.

Sobre todo en diciembre, que es cuando llegan paisanos que viven en Estado Unidos, y que llevan este producto a sus familiares.

Cuenta que la nata ya no es la que se procesa de la leche de vaca, pues ésta desapareció, ahora se debe recurrir a la compra de ingredientes elaborados con mantequilla. Hay primos que también siguen con esta tradición y espera que en un futuro la marca pueda llegar a traspasar fronteras y que cada vez más gente la conozca. Actualmente, su familia sigue con esta tradición.

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