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jueves, 28 marzo, 2024
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Frente Ciudadano Por México, la nueva edición del Pacto por México

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Por: JOSÉ NARRO CÉSPEDES •

Los dirigentes del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya; de la Revolución Democrática (PRD), Alejandra Barrales y Dante Delgado, del Movimiento Ciudadano (MC), formalizaron su solicitud de registro como Frente Ciudadano por México, con carácter “no electoral” ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

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Por esto, dijo Barrales que “… no se trata de claudicación de identidades ni mimetización de fuerzas políticas…”, en tanto que Anaya señaló que lo fundamental es la lucha contra la corrupción, pero sobre todo la “opción preferencial por los pobres”.

Ahí donde menos lo esperábamos van a luchar por los derechos políticos, por la justicia social, por la igualdad de género, por la iglesia católica, por el aborto voluntario, por el matrimonio homosexual, por el frente nacional de la familia, por la libre empresa y el neoliberalismo, contra los malignos sindicatos, a favor de los derechos de los obreros, por los derechos de la mujer, por el patriarcado empresarial, contra la corrupción de los demás y contra cualquier cosa rara o absurda que no les cuadre en sus vidas.

Es claro que la realidad es otra ya que las “alianzas o frentes” se realizan cuando hay debilidades, (no me imagino al PAN aceptando una alianza con el PRD si tuvieran popularidad como partido con un candidato multitudinario y viceversa). Hoy ninguno de estos 3 partidos tiene una figura destacada, limpia e impune mediáticamente o frente a la opinión pública que lidere o tenga un peso importante entre absolutamente nadie y por eso hay que sumar esfuerzos, aunque se tenga que mezclar el agua y el aceite para tratar de sobrevivir.

La firma del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano para confirmar este mecanismo ante el INE sólo son buenas intenciones y no se compromete a nada. Es una declaración para hacer una alianza PRD y PAN e imponer un candidato panista que parte de que el próximo presidente de México debe entender que va a ser un gerente del equipo que va a gobernar a México y así como se definió el Pacto por México, se debe definir la coalición de gobierno para el próximo sexenio.

Es claro que el rumbo al 2018 para este Frente Ciudadano es la reedición de un segundo Pacto por México.

El PRD hoy nuevamente se sube al barco del Pacto por México que construyó una nociva mayoría legislativa de mano del PRI para lograr imponer las reformas educativa, energética y laboral que han puesto al servicio de los grandes capitales la soberanía energética y han convertido al país en un país outosourcing donde los derechos laborales han sido escamoteados.

La dirigencia del PRD, entonces se alineó a las necesidades y compromisos del PRI, hoy lo hacen con el PAN, para mantener las prerrogativas y privilegios y se borran todas las diferencias programáticas, ideológicas por un Frente vacío. Sólo hay que ver cómo los legisladores amarillos, se suman a los intereses de Ricardo Anaya y del PAN en el caso del Fiscal General de la nación.

Mientras el perredismo ha sido condenado al silencio y etiquetados como lastre, toda vez que en la misma Barrales aseguró, “los que creemos en este partido vamos a seguir impulsando el Frente Amplio Democrático (FAD) y tenemos que hacerlo rápido, sin lastres”, sin entender que el lastre provoca un desplazamiento o empuje vertical en un medio líquido.

Es curioso, que la dirigencia del PRD se haya ungido como sensor de la disidencia, del debate y de la vida democrática de la izquierda acallando voces con la amenaza de la expulsión. Mientras nosotros, los disidentes de la derechización del PRD, seguiremos pedaleando la bicicleta para construir la unidad de las izquierdas y cambiar este país hacia la justicia, las libertades, los derechos humanos, los campesinos, los pueblos indígenas, los más pobres. Siempre a la izquierda. ■

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