- La violencia, el narcotráfico y la inseguridad son el telón de fondo de la obra: Darío Zalapa
Darío Zalapa presentó ayer su novela Perro de ataque, obra que llama a reflexionar sobre el trabajo que desempeñan los periodistas de nota roja y la ausencia de garantías y condiciones laborales. Su redacción y publicación coincidió con los atentados contra periodistas como Rubén Espinoza y Javier Valdez.
La novela la sitúa en Morelia, Michoacán, pero nunca se menciona en el libro y por lo tanto el lector puede imaginarse las calles y los lugares en donde se desarrolla la historia y se desenvuelven los personajes.
Los personajes que protagoniza la novela son Rodrigo Quintana, reportero de nota policiaca en uno de los diarios de la ciudad, quien es vinculado con un grupo delictivo; y Roque, funcionario del entonces Instituto Federal Electoral, quien azarosamente se involucra con la muerte de un niño que resulta sobrino de uno de los capos locales.
“La novela adquiere una estructura coral, aparecen más personajes ligados al periodismo, Policía Ministerial, pistoleros, entre otros, pero todo lo que sucede en la novela se justifica a partir de lo que hace el periodista Rodrigo Quintana y Roque”, expuso Zalapa.
La violencia, el narcotráfico y la inseguridad, expuso el autor, es el telón de fondo de la obra, porque ese fenómeno caracterizaba el momento en el que se desarrolla la novela, pero la intención fue abordar la descomposición social desde otra perspectiva.
Es decir, “la inseguridad y la violencia sí está de fondo, es un espectro que recojo forzosamente, pero para mí no es el tema principal de la novela. Una novela no puede ya prescindir de este contexto del que estamos, ya se tiene que registrar de alguna manera, porque la realidad se está devorando al género de la novela negra”.
La redacción de la novela implicó una investigación previa sobre reporteros de nota roja, pero sus anécdotas no fueron utilizadas para contar su historia, sino para tener elementos de los diálogos y acciones para su personaje.
Aunque la historia es ficticia, Zalapa comentó que la referencia que tuvo para escribirla fue lo que ocurría en Veracruz, donde periodistas fueron asesinados o desaparecidos, y mientras escribía el libro aconteció el homicidio del fotoperiodista Rubén Espinoza, en la Ciudad de México, y poco antes de publicarse fue asesinado el periodista Javier Valdez, en Culiacán, Sinaloa.
“La referencia inmediata fue Veracruz y después hice un mapeo muy breve, muy fugaz, sobre otros estados de la República y me quedé con Michoacán porque es el estado que conozco, pero a final de cuentas es una novela que puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento”, concluyó.
