■ La muestra, reciente designación de Juan Antonio Ruiz en el Cobaez: Torres
■ La calidad está empantanada; hace 10 años se establecieron los objetivos de aumentar la cobertura, la equidad
Los directores y rectores de subsistemas de educación media superior y de organismos públicos descentralizados (universidades tecnológicas y politécnicas e institutos tecnológicos) son nombrados no por tener un perfil de gestores educativos, sino por ser útiles a la visión de administrar los problemas financieros, opinó Marco Antonio Torres Inguanzo, docente de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Muestra de ello es el reciente nombramiento de Juan Antonio Ruiz como director del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez), cuyo perfil y trayectoria como servidor público muestra que el propósito es administrar la problemática financiera, pero no atender lo sustantivo de la educación.
“Ese es el reto que conduce la decisión del gobierno, pero el reto de la educación media superior es mayúsculo, pues tiene 10 años desde que establecieron los objetivos de incrementar la cobertura, la calidad y la equidad, pero la calidad, por ejemplo, está empantanada”, indicó.
“Están eligiendo quién administre esas instituciones para que resuelvan el problema financiero, pero no están eligiendo gestores de un modelo educativo. Es decir, nombran personas en función de su prioridad que es el tema financiero y administrativo”, puntualizó.
Torres Inguanzo manifestó que los criterios para elegir directores en esos subsistemas e instituciones lo único que va a provocar es que los rubros sustantivos de la educación sigan en condición de rezago.
Señaló entonces que en esos puestos se requieren gestores del modelo educativo y no administradores. Es decir, “ponen lo adjetivo por encima de lo sustantivo” en el momento de nombrar directores.
En el caso del Cobaez, manifestó que lo ideal hubiese sido el nombramiento de una persona más preparada como gestor del modelo educativo y rodearlo de asesores financieros para atender la crisis financiera que es un tema adjetivo.
Por lo contrario, “lo académico va a seguir navegando, va a seguir desintegrándose y empantanado. Los problemas académicos son mayúsculos, estamos en la lona en todas las mediciones”, y la designación de los directores no plantea resolver esa situación.
En ese sentido, Torres Inguanzo explicó que un director elegido con criterios académicos daría prioridad a las actividades sustantivas de la educación, pero los nombramientos recientes evidencian que ay predilección de lo político como eje sustantivo de la administración.
Concluyó que aunque el discurso es lograr un saneamiento financiero, como ocurre en el Cobaez y en la propia UAZ, “lo que hay de fondo es un proceso de control político y el proceso educativo y académico queda totalmente marginado”.
