- La pintora fue invitada al 17 Art Symposium Russalka 2017 Bulgaria junto a 24 artistas más de varias nacionalidades
- En dicho encuentro recibió un galardón y un diploma por ser la primera mexicana en participar y por la calidad de su arte
- Durante su permanencia, realizó 2 acrílicos, los cuales formarán parte de una exposición itinerante en aquel país
“El arte no tiene fronteras. Podemos convivir con él en cualquier latitud y siempre enriquece nuestro pensamiento, nuestra forma de ver la vida; también, al ver los trabajos de los demás, podemos reconocer que existe en nosotros cierto nivel en lo que hacemos”, afirmó en entrevista la artista zacatecana Georgina Gómez, quien hace poco obtuvo reconocimiento en Bulgaria al haber sido invitada y recibir un galardón y un diploma dentro del 17 Art Symposium Russalka.
Georgina participó en ese encuentro durante 15 días, la primera mitad de julio pasado, y dichos premios le fueron otorgados tanto por ser la primera mexicana en asistir a tal evento como por la calidad de su pintura.
Fue en 2015 cuando fue invitada por primera vez al decimoséptimo Art Symposium Russalka, que se realiza de manera anual, invitación que una vez más recibió en 2016; sin embargo, le fue posible asistir hasta el presente año.
En cada edición, los organizadores premian a un pintor o escultor y a un periodista, y en esta ocasión, la artista elegida fue esta zacatecana.
Allí, Gómez convivió, mostró su trabajo y vio el de 24 artistas más, entre escultores y pintores, procedentes de Bulgaria, Rusia, Gran Bretaña, Rumania, Italia, Alemania y Turquía.
Durante su estancia en ese lugar, Russalka, un complejo de verano donde se hospedan artistas y también turistas, los participantes se retroalimentaron con las variadas técnicas usadas y expuestas.
En este proceso, cada pintor creó dos piezas, mientras que cada escultor, una. En el caso de Georgina, realizó dos acrílicos, de 1×1 cada uno, y todas las piezas hechas se quedaron en Russalka, puesto que con ellas se montará una exposición con carácter de itinerante que recorrerá distintos espacios de Bulgaria.
Allí, Georgina Gómez logró fortalecer y enriquecer sus ideas y sus técnicas, y en ese sentido, agradeció a sus compañeros su cordialidad, amabilidad y profesionalismo, así como a los organizadores, María Baneva y los mecenas, su disposición.
Esta invitación a Russalka –rusalka, que, en muchas tradiciones, era una sirena- por parte de Baneva, Ivanichka Paneva y Petya Paneva le brindó, además, la experiencia de conocer sitios como el Palacio de Balchik y Fortress of Kaliakra, además de la historia del Mar Negro.
