Saludos afectuosos al colega Juan Hernández,
titular de la UAZ en el área
de Comunicación Social.
Verdaderamente lamentable que en la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno Estatal, no sepan si al gobernador ya le dieron respuesta a su petición de enviar, ante la grave ola de asesinatos y secuestros, refuerzos para contrarrestar la fuerza del crimen organizado; el parte policíaco presentado por el secretario de Seguridad está plagado de lagunas y el vocero Marcos está más preocupado por aprender a expresarse ante los medios de comunicación, que ayudarle a su jefe en la presentación de datos.
Así las cosas en materia de seguridad pública, área en la que todo han sido proyectos desde el sexenio anterior, cuando solamente se hicieron inversiones al inicio del sexenio alonsista, pero eso sí, con numerosas reuniones del grupo de coordinación local y salidas al centro para hablar de realidades simuladas: en Zacatecas, vamos bien, no pasa nada, y, ahora en el quinquenio tellero, las muertes siguen y los policías han pasado a formar también ya parte de las estadísticas.
Ante la ya próxima jornada electoral, ya se asoman los primeros indicios de buscar el modo y la forma de acumular recursos financieros para el financiamiento de candidatos, específicamente a la presidencia de la República, vemos, leemos y escuchamos que los pleitos internos desgastan y desmiembran al tricolor y en Zacatecas, los pleitos, las traiciones y puñaladas por la espalda, están a la orden del día, actitudes que han impedido una verdadera conformación de equipos que le ayuden realmente al que gobierna, a sacar la entidad del atolladero económico y político en que se encuentra sumergida.
Los agarrones entre delegados federales y funcionarios estatales, son la comidilla cotidiana e impiden pues, el sano desarrollo de una entidad castigada por la sumisión, el entreguismo, la corrupción e impunidad y, esencialmente, por la desmedida simulación, que en nada ayuda a recuperar los terrenos y los espacios perdidos. Esos pleitos épicos entre el gobernador actual y Miguel Alonso, existen y traerán consecuencias nefastas para “las y los zacatecanos”, que aún creen estar en “movimiento” y con los deseos enormes de “sumar” diferente. Tello y Alonso están cogidos de la gamarra, aunque digan que son los mismos de ayer y que se siguen queriendo como hermanitos.
La llegada de Joel Guerrero Juárez a la delegación de gobernación, marcará la pauta a seguir, ya que el anterior delegado era una estatua de sal en el cargo, un cerote a la izquierda, (un cero grandote pues), de todos es sabido que era un servil agachón y seguía a ciegas instrucciones de su jefe. Guerrero Juárez ya marcó territorio y ha puesto en su lugar a personajes y personajas, a aspirantes y aspirantas; el andamiaje y la tenebra del partido pocos la conocen y hay quienes, aun conociendo los vericuetos tricolores, siguen (no todos), rindiendo pleitesía a quien sin entusiasmo y ajeno a muchas cosas, sigue al frente de la administración.
Esa hostilidad de la que le hablo, se refleja de manera especial en los tratos entre el canciller Javier Mendoza y el secretario migrante, se observa también entre Hilda Fabiola y el titular del RAM, y así, en distintas áreas, el encono es latente porque es obvio, no se puede servir a dos señores y en este sentido y ya dentro de la simulación, puñaladas y traiciones, no se puede dejar de lado el trabajo que en la mesa de estatutos está desarrollando el famoso pichus, famoso por muchas causas, motivos y razones.
Como coordinador de dicha mesa, está dejando fuera a connotados priístas para que no asistan a la asamblea regional, que se llevará a cabo los días 8 y 9 de este mes; ¿a quién obedece y porqué lo hace?, ¿Roberto Luévano estará enterado, o también es parte de esa simulación y actitudes servilistas? En el partido y ante las realidades, ante el panorama nacional y estatal, lógico es que impere la simulación, fehaciente es esa designación y elección de delegados a la asamblea nacional a puertas cerradas, a piedra y lodo, vaya usted a saber si así lo ordenó el padre, el hijo o el espíritu santo.
El primer priísta, o sea, el mismísimo gobernador del estado, téngalo usted casi casi por seguro, que no está, dentro de sus conocimientos partidarios, el cómo se elige a los delegados y de la misma forma, no tiene en su librito de números y estadísticas, cuántos habrán de asistir a la asamblea, porque es un “priísta de reciente cuño”, es nuevo en el partido y no le interesa mucho aprender porque en esa carrera política fugaz, ya alcanzó sin mérito alguno, lo que muchos han querido, llegar primero a senador y luego a gobernador de una entidad que se debate entre la simulación, la inseguridad, la impunidad y corrupción.
En ese esquema de la simulación, se puede asegurar que al primer priísta no le interesa ni el partido y su futuro, tal vez y aún en contra de sus sanas intenciones, sigue atendiendo indicaciones para que en los puestos de elección popular vayan personas y personos que aunque no tengan capacidad, la experiencia o conocimientos de lo que es y debe de ser el partido revolucionario institucional, buscarán estar ahí para defender intereses muy pero muy particulares, de ahí la importancia del papel que habrá de jugar un priísta como Joel Guerrero Juárez.
Y mientras el festival del folklor sigue y la huelga de hambre de los universitarios continúa ante la indiferencia y las razones, que no caprichos del rector, en el teatro Fernando calderón, los agricultores zacatecanos siguen aprovechando la humedad de las recientes lluvias, el año, dicen, no será bueno pero hay que hacerle la lucha, porque vienen las elecciones y van a querer que votemos por el PRI, y nos van a prometer hasta lo imposible.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega…
