■ El director de la agrupación dijo que su objetivo es difundir la música tradicional mexicana
■ Este tipo de música era la que sonaba en las cuadrillas y los bailes populares de hace décadas, dice
Si afirmamos que la música brinda identidad, la Orquesta Típica de la capital de Zacatecas “es la que le da el sonido a la ciudad, es el sonido de una tradición. Si es una cuestión identitaria, esta orquesta es importante porque estamos hablando de un patrimonio cultural de nuestra capital”.
Así lo expresó Alfonso Naranjo, director de esta agrupación, al referirse a la relevancia de que existan y se promuevan estas propuestas musicales que buscan la pervivencia de una vieja tradición en el país y en el estado.
Y aunque no se trata de la única orquesta típica en territorio local y nacional, la de la capital zacatecana se ha ganado un respeto y un lugar a lo largo de los 26 años que tiene desde su fundación, la cual estuvo a cargo del maestro Florentino Raygoza, quien falleció en enero del año pasado.
La agrupación más antigua de este tipo es la de la Ciudad de México, y a nivel estatal están otras mucho más pequeñas como la de Fresnillo, la de Jerez e incluso había una orquesta típica en Trancoso; no obstante, “la orquesta más grande y con más trayectoria es la Orquesta Típica del Ayuntamiento”, apuntó Naranjo.
Esto se refleja en las presentaciones que han tenido a lo largo del país, en estados como Veracruz, Guanajuato, Aguascalientes y Chihuahua. Incluso, en 2013 tuvieron la oportunidad de asistir al programa de la destacada conductora Cristina Pacheco, en el canal 11.
El reconocimiento de estos músicos, muchos de ellos ya mayores de edad, sigue rindiendo frutos, pues para el mes de septiembre fueron invitados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para realizar un concierto en el Museo de Antropología, uno de los recintos museográficos más importantes de América.
Una vetusta tradición
El director comentó que no es casual que en el centro del estado se haya procurado esta tradición, pues esto se debe a que este tipo de música era la que sonaba en las llamadas cuadrillas y los bailes populares de hace décadas.
La idea de esta orquesta y se podría decir que las de todas las orquestas típicas, añadió Naranjo, es la de difundir la música tradicional mexicana, la música de los bailes de salón. “Estas orquestas fueron mucho tiempo apoyadas por Porfirio Díaz, entonces desde la reforma para acá las orquestas típicas tienen mucha influencia en la vida social y musical del país”.
Es así como el chotis, la polca y los valses son los géneros base que se tocaban en esa época, y que todavía hoy siguen embelesando al público que se reúne todos los viernes en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas y los domingos en el mercado González Ortega.
Y es precisamente ese asunto de los públicos un tema relevante, precisó el director, pues “la formación de públicos de este tipo de orquestas yo creo que en Zacatecas tiene más de 100 años, de hecho hay estudios históricos que nos revelan esos datos muy importantes”.
“Hace poco se presentó un libro, una tesis de la maestra Sonia Medrano, una soprano muy respetable en el medio artístico, y que le ha dado por abocarse al estudio de las orquestas típicas y nos refiere en estos estudios que había incluso orquestas típicas de mujeres, estamos hablando desde hace 100 años, lo que era muy importante y revelador”.
Actualmente la Orquesta Típica de Zacatecas toca dos veces a la semana, algo que pocas veces ocurre con otras agrupaciones de esta índole, según comentó Naranjo, “mientras el resto tocan o por temporadas o una vez al mes, nosotros siempre estamos trabajando repertorio, por decirlo de alguna manera contra reloj, para tratar de presentar lo más novedoso cada fin de semana”.
En ese sentido invitó tanto a quienes son sus fieles seguidores como a las personas que no han tenido la oportunidad de escucharlos y juzgar su calidad y ayudar con ello a darle vida a esta memoria histórica que es la música tradicional.
Al final de cuentas, concluyó el músico, “no depende de los grupos sino de la sociedad quien es realmente la que interpreta nuestra música porque ellos a través de escucharnos se imaginan miles de cosas. Esta experiencia que tiene que compartir el adulto con el niño o con el joven es algo que le va a dar esta certidumbre a todo el trabajo que hacemos”.
