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miércoles, 24 abril, 2024
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“A raíz de lo sucedido con nuestros estudiantes de Ayotzinapa se desataron los demonios”

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Por: ALMA RÍOS •

■ Luego de la tragedia de los 43, no bajó el nivel de violencia: David Peñaloza García

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■ “Es horrible vivir con miedo. En Tixtla hay mucho miedo”, dice director del grupo Yolotecuani

“A raíz de lo sucedido con nuestros estudiantes de Ayotzinapa se desataron los demonios”, dijo sobre Tixtla, Guerrero, David Peñaloza García, director del grupo Yolotecuani.

Luego de la tragedia de los 43, no bajó el nivel de violencia en el lugar sino se ha acrecentado, de manera que los pobladores viven con miedo y algunas familias han tenido que salir para salvar la vida.

Yolotecuani es un grupo que tiene como base a la pareja que conforman David Peñaloza y Ada Coronel, quienes suman 31 años de actividad, a la que se han sumado el hijo de ambos, Osvaldo, y los músicos Ulises Martínez y César Martínez; interpretan y bailan sones de tarima originarios de Tixtla y músicas de otras regiones de la Tierra caliente y la costa de Guerrero.

El ensamble participó ayer en el escenario de la Plazuela Miguel Auza del Festival Zacatecas del Folclor Internacional “Gustavo Vaquera Contreras” 2017.

La interpretación, promoción y difusión de la música tradicional mexicana conforma en sí una postura política, luego que ha sido soslayada en los medios de comunicación, pero además, Yolotecuani la ejerce con la convicción de que a través de ella “se conserva la comunidad”.

“En el caso de Tixtla la fiesta es muy importante, la fiesta del pueblo, a pesar de que particularmente pasa por una situación como nunca. A raíz de lo sucedido con nuestros estudiantes de Ayotzinapa se desataron los demonios”, expuso David Peñaloza.

El estado de Guerrero, recordó, antes de la situación de inseguridad que priva actualmente, siempre estuvo en una situación marginal y de violencia derivada de ser una de las entidades con mayor rezago económico, social y político.

No obstante ha conservado “muchísimas manifestaciones culturales que es además la forma en que se logra conservar la comunidad, donde defiende la gente sus simbolismos, todo lo que representa su identidad. Eso sí se ha mantenido”.

A pesar de ello los grupos delincuenciales con presencia en la zona han generado una descomposición del tejido social.

“Es horrible vivir con miedo. En Tixtla hay mucho miedo, la gente ya no sale mucha gente ha tenido que salir del lugar, muchos ya no podemos ir y es como un luto para mí”.

Personalmente hace más de un año que Peñaloza García no vuelve a su tierra. Esa añoranza se repite en otros guerrerenses que han emigrado hacia Querétaro, Puebla o la Ciudad de México, como es el caso los integrantes de Yolotecuani.

“La gente que está allá nos dicen no vengan, tienen mucho miedo, hay mucho miedo allá”.

“Y lo típico de este país que me dice un amigo que está muy metido en el tema de los desaparecidos -¿quién es más culpable, el que mata la vaca o el que agarra la pata?”, agregó.

En México la respuesta es la vaca. Refiere el caso reciente de un joven músico de entre 18 y 20 años, Giovanni Salinas, también intérprete de son de tarima en la música y el baile, que fue vinculado por las autoridades con grupos delincuenciales para justificar primero su desaparición y luego su asesinato.

En este sentido todo lo que deba hacerse por un familiar desaparecido en Tixtla, como en el caso de los 43, hay que hacerlo desde afuera, buscando respaldo en instancias externas u organismos internacionales.

Actualmente Yolotecuani además de sus presentaciones por el país, ha generado desde hace seis años un espacio en el Parque El Pipila que se ubica en una colonia conflictiva de la delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.

“Todos los domingos llegamos con instrumentos y le enseñamos a la gente a tocar el arpa, la vihuela, a tocar y cantar (…) nosotros lo usamos como herramienta para generar cohesión”.

Así generan públicos para la música tradicional, un ejemplo que han seguido otras agrupaciones, pero también conciencia.

“La música sensibiliza, ayuda, une, incide directamente en el tejido social” por eso son necesarios eventos como el Festival Zacatecas del Folclor Internacional dijo, “todo es cultura, hasta el entretenimiento, pero no te crea conciencia de nada, te distrae. Estas músicas nos permiten llegar a la gente, nos fomentan el encuentro, el reconocernos”.

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