A partir de este año escolar en materia de concursos de oposición para ocupar la plaza de maestro en la educación básica se hará bajo una sola convocatoria. El suelo se ha emparejado. Así pudieron concursar en el pasado junio, respondiendo el examen además de normalistas, universitarios y otros profesionistas con título de licenciatura. Total, se trata de seleccionar a los más aptos llamados “idóneos”. En el camino del ejercicio profesional y sobre la marcha se les ira capacitando y actualizando a unos y otros a fin de ponerlos al tiro en las cuestiones pedagógicas relacionados con los aprendizajes y métodos. En los concursos de la era de la reforma los egresados de la Normales han resultado los mejor evaluados. Los más idóneos entre los idóneos.
Entre las muchas noticias sobresalientes aparecidas al fin del ciclo escolar se encuentra la relacionada con el “fortalecimiento y transformación”, de las escuelas normales. Justo sobre esta iniciativa el mismísimo titular del ramo educativo se decidió a tomar la pluma y escribir o bien se puso a dictar u ordenar, pero poner su firma sea o no su tinta con la que escribió lo que él llama una “estrategia”. Publicada en rotativos nacionales y locales bajo el nombre: “Fortalecimiento y transformación de las escuelas normales”. Instituciones que con la crisis económico presupuestal y educativa han estado languideciendo. Su destino es el de renovarse fortaleciéndose y transformándose acorde a los tiempos por lo que atravesamos, o morir, como pareciera ser la decisión deliberada del gobierno al tenerlas en el abandono, dejadas a su suerte por lo menos el último medio siglo.
El que se ha convertido en el funcionario más nombrado del gabinete de Peña Nieto, en el texto que firma comienza haciendo un reconocimiento del papel histórico que han jugado las normales y el normalismo en la perspectiva del Estado educador desde el arribo de los liberales decimonónicos al poder.
Si en su investidura como la más alta autoridad en el ramo educativo, las cifras que menciona son ciertas, señala que actualmente acuden a más de 260 escuelas 30 millones de niños y jóvenes. Siendo uno de los principales retos garantizarles el “acceso a una educación de calidad que les permita ser felices, convivir en libertad y competir exitosamente en un mundo globalizado”, (Imagen de Zacatecas, 14, julio de 2017). Desafío no menor que requiere más que buena voluntad.
Las Escuelas Normales de las que egresan la mayoría de los maestros que instruyen a la niñez hoy en día rondan las 263 entre las que se incluyen la Normales Rurales, con una matrícula de 80 mil 500 estudiantes. ¿A cuánto asciende la oferta de plazas para el nivel básico? ¿Sobran o faltan estudiantes? Por una correcta planeación pensada en prospectiva deben iniciar el fortalecimiento de las Normales a fin de emparejar la oferta y demanda y que dichas instituciones dejen de ser fábrica de pasantes frustrados en un importante porcentaje. Aunque con la reducción de la matrícula para el nuevo ingreso, lo que el Estado busca es economizar costos y reducir el presupuesto para las Normales.
La propuesta de estrategia presentada por Nuño plantea un cambio de fondo a partir de un nuevo currículo, mismo que se pretende sea acorde al de la educación obligatoria del nivel básico. Como debe ser. Pero para no perder tiempo debería flexibilizarse desde ahora el Plan anterior: poner a estudiar a los futuros profesores que ya se encontraban en las instituciones formadoras sobre los contenidos de la reforma a fin de que en cuanto se inserten al servicio educativo no desconozcan los contenidos de la primera enseñanza. La estrategia para la renovación de las Normales habla de formar a los normalistas en la interculturalidad, entendiéndose por esto la diversidad del país. A su vez se les enseñara un segundo idioma representado por el Ingles. En lo que pareciera ser una de los puntos neurálgicos de las instituciones formadoras de docentes como lo es el envejecimiento de una planta docente en un considerable porcentaje, ya anacrónica por la edad y por la falta de actualización de sus conocimientos, sumida en una mullida zona de confort, buscando profesionalizarla se revisará con el fin de reformarlo y actualizarlo el reglamento para el ingreso y promoción de los profesores formadores de los normalistas. Mismos a los que se someterá a un fortalecimiento de su formación continua, apoyándoseles además en proyectos y tareas de investigación y prácticas pedagógicas. Esto si representaría una real transformación para el renacimiento de las Normales. Al igual que como ocurrirá con la educación básica, los nuevos planes de estudio para las Escuelas Normales, una vez diseñados y aprobados entraran en vigor en el ciclo escolar 2018-2019, cuando a Peña Nieto les estén tocando las golondrinas.
Como ocurre siempre, con los consabidos retrasos, con la meta de concluir sus trabajos en tres meses, 60 días aproximadamente después de iniciado el próximo ciclo escolar, se acaba de integrar una Comisión revisora de las Escuelas Normales que pondrá especial énfasis en la elaboración de un Reglamento para el ingreso y promoción de los maestros de las 263 instituciones de este tipo con las que cuenta el país. Será una comisión muy plural y variopinta, pues en ella estarán representados desde el SNTE, la SEP, el INEE y tres maestros normalistas. Tampoco sobra decir que integrará la Comisión la flamante e ilustrísima dirigente de la Sección 34 del gremio magisterial que hace un año protagonizó el último charrazo con el que fue ungida en el cargo en medio de sillazos, golpes y heridos propiciados con la intervención de porros al servicio del charrismo sindical.
P.D. De 44 mil plazas que irregularmente se venían pagado fruto de la simbiosis SEP-SNTE que prohijó el jongitudinismo y reprodujo a mayor escala la Gordillo actualmente embotada en su cárcel VIP. Plazas cuyos salarios se pagaban a reales y supuestos maestros y sobre las que se erogaban 5 mil millones de peos anuales, se repartían de la siguiente forma:
De los que se desempeñaban como burócratas, casi 15 mil cumpliendo con funciones administrativas cuando deberían de estar destinadas a las aulas; 17 mil que cobraban comisionados con goce de sueldo como funcionarios o cuadros activistas sindicales (institucionales y opositores); 1, 361 de profesores ya dados de baja pero cuyos sueldos se seguían cobrando y una última cifra de 10 mil plazas que incluye a los aviadores apapachados y muy bien tratados recibiendo doble raya en los Ayuntamientos o dependencias de los gobiernos, otras 10 mil las detentaban perdidos o despistados y aviadores no localizados (Reforma, 18 de julio de 2017). ¿A dónde irá a parar ese ahorro, esa macroeconomía dl gasto educativo, acaso a la campaña del PRI en las elecciones del 2018? ■
