Zacatecas tiene un importante déficit educativo. Al principio de los noventa se acordó la descentralización del gasto educativo, y con eso, los estados pudieron planear su actividad desde las propias entidades. Pero de unos años a la fecha, se ha dado reversa en esa orientación: de la federalización se regresó a la centralización. Con la reforma educativa, y específicamente, con la aprobación de la Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD) se modificó la Ley de Coordinación fiscal (LCF) dando lugar al control del gasto educativo centralizado por gobierno federal. Ahora los estados no ven un centavo del recurso para el pago de las nóminas, sólo hacen las pre-nóminas, pero el pago lo hacen directamente desde México. Y quien autoriza una nueva plaza o un movimiento laboral es gobierno federal. Los estados pasaron a ser meras ventanillas de operación en el manejo de su propia nómina educativa. Eso se inauguró en el 2015 con la reforma del FAEB (Fondo de Aportación para la Educación Básica y Normal) que desapareció y dio origen al FONE (Fondo de Aportación para la Nómina Educativa), también del Ramo 33. La negociación de los estados con la federación en el 2014 para el reconocimiento de plantilla fue absolutamente clave: el objetivo es que la SEP y la SHCP reconocieran las plantillas docentes que los estados tenían para que en el momento de la conversión las entidades federativas no terminaran con una carga financiera imposible de llevar. Pues justo es lo que pasó a Zacatacas, las autoridades que gobernaban el estado en el 2014 no lograron ese objetivo y por tanto nos quedamos con una loza financiera que ahora asciende a 1800 millones de pesos.
Cuando se creó el FONE, a Zacatecas no se le reconocieron 900 plazas que ahora el estado debe sostener. Con el FAEB el estado administraba el recurso y con eso, hacía sinergias suficientes para cubrir todos los gastos. Ahora que es gobierno federal el que administra la nómina educativa del sistema federalizado, la Seduzac debe ver cómo pagar a la nómina propia. En términos (muy) redondos, el estado tiene un presupuesto educativo de 8,300 millones, y el FONE ronda los 6,500 millones, así que hay 1800 millones de pesos de brecha financiera. El problema se resolvería consiguiendo que el gobierno federal reconozca la nómina completa del estado, pero dada la situación financiera nacional, este último está negado a hacerlo, argumentando que ese proceso ya pasó. Y para un estado como Zacatecas, conseguir alrededor de 2 mil millones de pesos al año para solventar este problema es un reto mayúsculo. Se requerirían ingresos propios. ¿Cómo los va a conseguir? ¿Con más impuestos? ¿A quiénes o a qué? Pensar en deuda sería suicidio. Pues bien, resolver este problema es una verdadera prueba para el gobierno actual. Así que estaremos atentos de cuáles soluciones diseñan y gestionan.
