- El concierto fue organizado por Israel Díaz y Luis Fernando Luna, de la sociedad civil
- La idea nació tras darse cuenta de la insuficiencia de recursos en el CACF Zacatecas
- En el evento también fueron adoptados 2 perros y 2 gatos de pocos meses de nacidos
El género de rock no sólo se trata de “echar relajo”, mover la cabeza o, como se dice, “mover la greña”, y golpear la mesa o las piernas propias para simular que se toca la batería; mucho menos se trata de violar la ley e ir contra el sistema sin sustento. No; los rockeros también apoyan causas nobles, concretamente en este caso, el bienestar animal, y esto fue lo que espectadores y músicos de nueve bandas zacatecanas demostraron el viernes pasado, en un concierto organizado por la sociedad civil y el cual fue enfocado a favorecer a la comunidad canina y felina.
Pese a existir un albergue municipal para perros –el Centro de Atención Canina y Felina (CACF) Zacatecas-, el recurso, en este rubro, resulta insuficiente, en primer lugar, porque crece cada vez más la población de animales (“domésticos”) en la calle, y en segundo, porque es un tema prescindible para los gobiernos.
Ante esto, Israel Díaz Leaños y Luis Fernando Luna organizaron el evento Rock Perrón, con la ayuda fundamental, por supuesto, de las bandas que aceptaron participar sin fines de lucro.
La plazuela Goitia de Zacatecas fue la sede de este toquín, el cual inició a las 3:30 de la tarde con la participación de la banda de punk denominada Todos contra Juan, la cual tocó piezas de la española Eskorbuto y la argentina Flema, y concluyó a las 9:35 de la noche, que fue cuando terminó de tocar Nartex, a la cual pertenece Luis Fernando, uno de los organizadores.
En lo que respecta a las agrupaciones que tocaron en medio de estas dos ya mencionadas, fueron, por orden de aparición, Diakomesis, que brindó rock psicodélico; le siguió Medio Tono Abajo, con hardcore; luego, Simios Radioactivos, que, incompletos en su alineación, ofrecieron ska.
Después hubo un palomazo entre amigos, quienes pidieron la oportunidad de interpretar algunos covers de heavy metal. Segundo Lugar tocó después su punk por media hora; Moan Blues prendió a la audiencia durante los 45 minutos que estuvo al frente, desde canciones propias hasta covers, con la inigualable voz de “Panda”, y las cuerdas de “El Abuelo Blues”, en la guitarra, y “Dientes de Mezcal”, en el bajo, junto a la percusión de «Mr. Crash Boom Bang».
Después de ellos, tocó Archimillonario, que otorgó una mezcla de indie y dance al que esta agrupación bautizó ya como “tropidance”, y, finalmente, como ya se refirió, Nartex, de heavy-power metal.
En total, entre lo donado por el público y por las propias bandas que participaron, se logró recaudar casi 700 kilos de croquetas para perro, y por otro lado y de manera sorpresiva, fueron adoptados dos perros cachorros y dos gatos también de sólo algunos meses de edad.
Así, aunque hubo contratiempos, como el hecho de que el parche del bombo se reventó y tuvo que ser reemplazado por otro tambor de este tipo, el objetivo se alcanzó.
En cuanto a la asistencia, no hubo mucha gente, pero la que estuvo allí mostró su agrado por la música que las bandas tocaron, desde blues hasta hardcore, heavy metal, ska, punk y más, algunas de ellas conformadas por jóvenes de apenas unos 20 años y otras ya consolidadas no sólo a escala estatal, sino nacional.
Al final de cuentas, se trató de compartir escenario por una causa noble, en este caso, para beneficio de los animales, aunque, claro está, ésta es una labor que debería principalmente cumplir la autoridad, desde destinar recursos suficientes, lo cual, sin embargo, no deja de lado la responsabilidad que debe tener también la sociedad civil.
En este sentido, finalmente, Israel Díaz anunció en entrevista que en un mes más planean realizar una segunda edición de Rock Perrón, a fin de seguir recabando croquetas, además de que harán, con el mismo propósito, una rifa de una pieza única de arte.
