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jueves, 18 abril, 2024
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De vuelta al laberinto de la Poesía Mexicana [Primera parte]

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Por: JOSÉ AGUSTÍN SOLÓRZANO •

La Gualdra 301 / Notas al margen

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Hace un par de meses escribí un artículo titulado “¿Y la poesía, apá?”, que publiqué en un par de medios electrónicos e impresos, en el mismo invitaba a los lectores a contestar una encuesta sobre sus hábitos lectores referentes a la poesía. La intención era, tal cual lo dije en aquel entonces, “reunir los datos y la información suficientes para hacer un artículo sobre el tema de la poesía y sus lectores en México”. No creo que los datos reunidos sean los suficientes para hablar con superlativa autoridad sobre el tema de la poesía en nuestro país; sin embargo, considero que sí lo son para realizar un texto que, a partir de ciertas suposiciones surgidas de las respuestas dadas a esta encuesta, pueda poner en mesa de discusión varios tópicos referentes a quién lee poesía, qué poesía lee y, claro, por qué la lee.

Contestaron la encuesta un total de 123 personas, entre ellas estudiantes universitarios de filosofía, de literatura, normalistas; así como libreros, escritores, profesores de preparatoria y de universidad, una repostera, un ingeniero químico, un arquitecto, y un par de diseñadores, además de algunos grupos de preparatoria y secundaría pública que hicieron el total de 76 alumnos. Respondieron 18 preguntas que iré enumerando a lo largo de este artículo y en las que me detendré para analizar y reflexionar acerca de los resultados obtenidos.

Antes me parece necesario comentar que me fue difícil conseguir que estas 123 personas contestaran la encuesta; para la mayoría, incluso para las que leen poesía, es innecesario responder un cuestionario sobre sus hábitos lectores. Algunos mencionaron que les daba güeva, otros simplemente me dijeron que no veían la necesidad de una encuesta cuando ya sabemos que en México nadie lee poesía. Ya lo sé, les dije, pero sondearlo puede ser divertido; puede, incluso, que nos llevemos una sorpresa. Adelantándome un poco debo decir que no nos sorprenderemos mucho con los resultados, efectivamente nadie o –para no ser apocalípticos- casi nadie lee poesía. La poesía les interesa a poquísimas personas y a esas poquísimas personas es difícil hacerlas hablar del género como si fuera algo de lo que valiera la pena. Tal vez no necesitemos profundizarlo mucho, el lector como ser antisocial, arisco, es también egoísta y prefiere no dialogar con quien no lee. Pensémoslo un poco: las campañas en pro de la lectura las llevan a cabo los no lectores en su mayoría: las instituciones, los políticos, las organizaciones de bienestar social, las editoriales. Los lectores, incluso los escritores, son ariscos y más de uno prefiere encerrarse en su casa, con sus libros y despreocuparse por los otros que no leen. ¿Y si todos leyéramos no dejaría el libro de ser un espacio de culto, un sitio de exclusividad para los superdotados y los intelectuales?, ¿leemos para diferenciarnos de la chusma no lectora? A mí qué me importa saber los motivos del que no lee, si yo sí lo hago.

En fin que para conseguir que 123 personas contestaran mis preguntas tuve que ir más allá de las redes sociales y de mis conocidos –en su mayoría escritores y lectores habituales-, realicé el cuestionario a jóvenes con diferentes intereses a quienes les di un curso sobre fomento a la lectura y narrativa; también me ayudaron compartiendo la encuesta con algunos chicos de prepa y secundaría, más los que respondieron a través del correo electrónico, algunos conocidos y otros no. La idea era obtener no sólo respuestas de gente interesada en la poesía, sino también de gente que la lee de vez en cuando o que rara vez ha escuchado de ella; así, a pesar de que 123 no es un número suficientemente amplio para hablar de una generalidad en los hábitos lectores de nuestro país, sí nos permite –tomando en cuenta que no todos los encuestados son lectores consuetudinarios- darnos una idea y plantearnos más de una pregunta interesante sobre la poesía en México.

 

1.- ¿Lees poesía?

47 dijeron que sí, mientras que 76 dijeron que no. A pesar de que el 76 coincide con el número de estudiantes de preparatoria y secundaria que respondieron la encuesta, hay que decir que algunos de ellos (menos de 10) dijeron sí leer poesía; mientras que algunas de las personas con intereses literarios comentaron “ya no leerla”, o “leer muy poco”. Es importante resaltar también que la gran mayoría de quienes respondieron la encuesta por medios electrónicos lo hizo afirmativamente, pues sería muy raro que, por este medio, la encuesta llegara a alguien que no estuviera interesado en la literatura o que, simplemente, no leyera.

 

2.- ¿Has leído poesía mexicana, podrías mencionar a algún autor?

69 dijeron que sí, mientras que 54 dijeron que no. Podría parecernos curioso que la mayoría haya respondido afirmativamente, más si tomamos en cuenta que en la primera pregunta fueron más los que dijeron no leer poesía; sin embargo, esta segunda cuestión se refiere a si en algún momento de su vida la han leído, por ello fueron más los sí. En cuanto a los autores, se mencionaron un total de 32; entre los que destacan Octavio Paz, con 9 menciones; Sor Juana, con 8; Jaime Sabines, con 10, y Rosario Castellanos, con 5.

Octavio Paz

Entre los otros poetas hay clásicos mexicanos como Villaurrutia (1), Efraín Huerta (3), José Emilio Pacheco (3), Amado Nervo (4), Gilberto Owen (1) o Pellicer (1); pero también se mencionó a poetas contemporáneos como Marco Antonio Campos (1), Francisco Hernández (1), Eduardo Lizalde (1), Julia Santibáñez (1), Armando Salgado (3), Cecilia Juárez (1), entre otros. Es importante comentar que quienes hicieron mención de los escritores más jóvenes fueron del grupo de encuestados que contestaron por medio de Facebook o por correo electrónico; es decir, del grupo de los lectores habituales de poesía, y también es importante hacer notar que quienes mencionaron a poetas jóvenes se encuentran en un círculo cercano a los mismos, y la mayoría incluso los conoce personalmente. Éste comportamiento se repite en varias de las preguntas subsecuentes: el encuestado nombra a los pocos poetas que conoce o a quienes conoce personalmente o de manera cercana. Lo anterior no incluye un juicio de valor, pero ya lo comentaré más adelante con detenimiento.

En lo que respecta a los poetas que más menciones obtuvieron hay que decir que los resultados son evidentes y tienen que ver, por ejemplo, en el caso de Paz -a quien muchos estudiantes de preparatoria y secundaria mencionaron- o Sor Juana -con quien sucedió lo mismo- con que se trata de arquetipos del poeta, personajes que se relacionan con “El Poeta” o con “La Poesía”; de sobra está decir que la gran mayoría de los estudiantes que mencionaron a alguno de ellos ni siquiera los ha leído, y para comprobarlo basta ver que entre las otras respuestas de los encuestados de nivel medio o medio superior se encontraba Frida Kahlo, Miguel de Cervantes, “el del himno nacional”, Pablo Neruda, Juan Rulfo; casos todos que nos permiten acercarnos a la concepción de poeta que manejan estos jóvenes. ¿Frida, Cervantes? Es decir, todo lo que entra en su esfera semántica de “cultura” puede bien relacionarse con el subconjunto de “poesía”. Viendo lo anterior no podemos pedirles que sepan que Neruda a pesar de ser poeta no es mexicano, o que Juan Rulfo fue narrador aunque a su prosa comúnmente se le agregue el adjetivo de poética.

Con Sabines fue diferente, todas las menciones vinieron de los encuestados por medios electrónicos, y un par de los estudiantes normalistas. Es más que interesante este resultado pues, primero, Jaime Sabines fue quien se refirió mayor número de veces, 10, lo que evidencia lo que todos creemos saber: que se trata de un poeta popular, pero ¿por qué los jóvenes estudiantes no lo ubicaban ni de nombre?, ¿será que a pesar de ser popular sigue sin ser institucional? Además, como veremos en la siguiente pregunta, fue Sabines también el más mencionado como poeta mexicano favorito, las menciones vinieron en su mayoría de personas con intereses literarios y escritores, ¿entonces? ¿Qué no se dice en el mundo literario que el chiapaneco es un poeta que apenas y gusta a los adolescentes, y que una vez se crece se deja de lado? ¿Será falso el mito del Sabines iniciático?, ¿estaremos olvidando que la poesía de Sabines sigue siendo poderosa no sólo para los jóvenes que intentan acercarse a la poesía, sino también para los lectores de cualquier edad que siguen leyéndolo y mencionándolo como un referente de la poesía mexicana?

 

[Continuaremos con las respuestas en la siguiente edición]

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-301

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