- Pese a ser prioridad, agentes del estado carecen de profesionalización
- Menos de 1.5% del dinero para seguridad pública ha ido para capacitación
- Autoridades dicen que no quieren una policía “represora”, sino una “científica”
- Reclutamiento actual no forma adecuadamente a los elementos: ex procurador
La seguridad encabeza la lista de prioridades en el estado desde hace por lo menos siete años; sin embargo, ni la importancia que le han dado las autoridades ni las inversiones millonarias han logrado una transformación real de las corporaciones policiacas.
Por el contrario, en los últimos meses se ha advertido un deterioro de las condiciones de trabajo de las instituciones de seguridad, con conflictos internos en el caso de la Policía Estatal Preventiva, previos a la salida del ex secretario de Seguridad Pública, Froylán Carlos Cruz, y con la situación crítica que atraviesan gran parte de los municipios que no cuentan ni tan siquiera con los agentes mínimos para poder operar.
El pasar de una policía únicamente de reacción a una corporación científica y profesional ha sido un elemento referido por el actual titular de la SSP, Ismael Camberos Hernández, desde su primera intervención pública como integrante del gabinete estatal.
Para lograr este objetivo ya ha expuesto la necesidad no sólo de incrementar el número de policías que tiene la corporación, un hecho indispensable para abarcar más territorio, sino sobre todo, de fortalecer la capacitación y conseguir con ello la profesionalización de los elementos policiacos tanto en la actividad inherente a esta ocupación como en cuestiones relacionadas con el Nuevo Sistema de Justicia Penal y el respeto de los derechos humanos.
Cabe señalar que desde su fundación en el gobierno de Ricardo Monreal, a la fecha nunca se ha cumplido con los estándares de calidad ni de cantidad de elementos en la Policía Estatal, que inició con poco más de 50 agentes.
Para formación, ni 1.5% del presupuesto
Durante los últimos seis años, el enfoque de la inversión en el ámbito de seguridad ha distado mucho de priorizar el tema de la capacitación y la formación.
Por ejemplo, si se revisan los presupuestos de egresos del estado de Zacatecas durante los últimos tres ejercicios fiscales, 2016, 2015 y 2014, se advierte que menos del 1.5 por ciento del dinero destinado al ámbito de la seguridad pública fue dirigido a capacitaciones y profesionalización.
Estos tres documentos son los únicos en los que aparece desglosado el recurso que se etiquetó para el Instituto de Formación Profesional (IFP) y, en el periodo referido, esta instancia recibió un monto de 37 millones 305 mil 816 pesos, variando cada año entre 11.5 y 13.5 millones.
Mientras tanto el presupuesto total de seguridad, que engloba el dinero ejercido por la SSP y por dos líneas de acción al interior de la Secretaría General de Gobierno, fue de 2 mil 504 millones 408 mil 590 pesos. De estas cifras se deduce que el monto destinado al IFP no representa ni el 1.5 por ciento del global.
Profesionalización desde el reclutamiento
El incremento de efectivos también ha sido mencionado por el actual secretario Ismael Camberos Hernández, quien señaló que como meta para este año se tiene la de alcanzar la cifra de mil 100 elementos en la Policía Estatal Preventiva.
No obstante, el mayor énfasis desde que rindió protesta se ha puesto en la capacitación y profesionalización de este cuerpo policial. Y es que minutos después de asumir el cargo, el titular de la SSP señaló que “no queremos una policía represora”, sino una “policía científica”.
Para ello hizo hincapié en la necesidad de que los agentes obtengan conocimientos en diferentes áreas como el debido proceso, la doctrina policial, el respeto a los derechos humanos y la prevención de la tortura.
Igualmente, otras voces han señalado esta urgencia de cambiar el paradigma policial en la entidad y en general en el país. Una de ellas ha sido la del ex procurador general de Justicia del estado, Aquiles González, quien insiste en que la estrategia de reclutamiento llevada a cabo hasta ahora ha sido errónea, porque no fomenta la profesionalización.
En este sentido, en entrevistas pasadas ha señalado que “es poca la gente a la que le gusta ser policía, a tal nivel que es una carrera un tanto despreciada, es decir, es una profesión que no está bien valorada y debemos darle un valor ético y de cultura profesional”.
Ante esto, como solución ha planteado que se debe trabajar en la instauración de una carrera policial creada por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) o la Secretaría de Educación Pública (SEP), a fin de que “no vayan a ser policías porque están desempleados sino por vocación” y con una preparación de estudios superiores.
2014, año del desmantelamiento de policías municipales
A la falta de capacitación y profesionalización de los cuerpos policiacos tanto estatales como municipales, en el año 2014 hubo un punto de inflexión que sumió principalmente a estas últimas corporaciones locales en una crisis de la que no han podido salir todavía.
En el mes de octubre de ese año concluyó el plazo para terminar con la “depuración” de sus agentes a través de someterlos a los exámenes de control de confianza. Derivado de ello, el estado de fuerza de las policías de los municipios quedó prácticamente reducido a la mitad.
Antes de que llegara esa fecha límite, el entonces secretario de Seguridad Pública, Jesús Pinto Ortiz, compareció ante los diputados locales y en su intervención señaló que existían en ese momento 2 mil 85 agentes municipales en todo el territorio estatal.
Han pasado casi tres años desde que se dio esa cifra y en la comparecencia del ya ex titular de la SSP, Froylán Carlos Cruz, ante el pleno de la 62 Legislatura local a inicios de mayo, se aseguró que el número de policías municipales con los que actualmente cuenta la entidad es de mil 314.
En su discurso, el ex funcionario mostró un panorama dramático en el que más de la mitad de los municipios del estado tiene menos de 10 policías, habiendo casos extremos como dos direcciones de seguridad pública que operan con un elemento y otras dos que únicamente trabajan con un par de agentes.
Estos datos reflejan que desde 2014 a la fecha los municipios no han podido recuperar el número de elementos que tenían antes de la depuración y, por tanto, no cumplen tampoco con los estándares internacionales en este sentido como el que marca la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que establece la necesidad de que se tengan 2.8 policías por cada mil habitantes.
Olvidadas, corporaciones municipales
Si bien los municipios deben ser responsables asumiendo su rol en el ámbito de la seguridad pública, es necesario que haya una corresponsabilidad sobre todo en materia presupuestal por parte del Congreso del estado y del gobierno de Zacatecas, de forma que los ayuntamientos puedan hacer frente a los requerimientos en esta materia.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), María de la Luz Domínguez Campos, consideró que si los ayuntamientos han dejado de atender el tema de seguridad pública no ha sido “por gusto, sino porque no tienen los recursos suficientes ni los elementos necesarios para enfrentar a la delincuencia”.
Por ello, apuntó que es fundamental la coordinación interinstitucional para que tanto el gobierno de Zacatecas como la legislatura local puedan destinar mayores recursos a las áreas de seguridad municipales.
De esta forma, agregó, se estará en condiciones de “exigirles más” en el sentido de que tengan policías acreditadas, depuradas, capacitadas y con equipamiento suficiente.
Además, hizo referencia a la inversión millonaria que se ha hecho en seguridad durante los últimos años, pero sostuvo que ésta no se ha dirigido adecuadamente, ya que la mayoría fue destinada a infraestructura y a la Policía Estatal, haciendo a un lado a las corporaciones municipales.
Este problema no se ciñe a Zacatecas, añadió Domínguez Campos, pues expuso que “a nivel nacional se han quedado olvidadas las policías municipales y no se les dio el papel que les debe corresponder. Es un asunto del Estado Mexicano el de olvidarse de ese eslabón que es el primero en la cadena al ser el primer contacto con los ciudadanos”.
