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martes, 19 marzo, 2024
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Los Aduladores de Tello

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Por: Ernesto González Romo •

Un amigo abogado me contó una historia muy singular y quiero compartirla con ustedes. Según cuenta, durante algún tiempo trabajó para Elba Esther Gordillo y en alguna ocasión pudo acompañarla a su rancho porque la maestra le aseguraba que en sus pantanos había cocodrilos que podían volar.

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Desde luego el abogado no creía ni una palabra, pero la maestra lo aseguraba con total seriedad.

Dice el abogado que al llegar al rancho de la maestra, buscó en los cielos a los reptiles y únicamente encontró a cocodrilos comunes y corrientes que se desplazaban con dificultad entre el fango.

Cuando increpó a la maestra para demostrarle que sus cocodrilos no podían volar, la maestra preguntó a un colaborador “¿verdad que mis cocodrilos vuelan?” y el otro, presto, contestó “claro que vuelan maestra, pero muy bajito”.

La maestra se acercó al abogado y le recomendó que aprendiera la lección, que los cocodrilos no volaban y nunca iban a volar, pero que si ella decía que volaban, nadie debía contradecirla.

El episodio refleja con claridad el sentimiento de muchos políticos que se sienten dueños de la verdad absoluta, aún y cuando sea obvio que estén equivocados. Pero también refleja la actitud de muchos equipos políticos que están dispuestos a respaldar a sus líderes aun en sus errores más garrafales.

En Zacatecas, Alejandro Tello y su esposa se han comenzado ese proceso de rechazar a sus críticos y rodearse de sus aduladores. Han cometido algunos errores evidentes que son aplaudidos con descaro por sus funcionarios y asesores más cercanos. Lo peligroso de ese tipo de actitudes es que terminan alejando a los políticos de la realidad.

Un ejemplo de esto es como trataron el tema de la “nómina secreta”. Es evidente que la “nómina secreta” se tiene que eliminar para que nazca un nuevo modelo donde los estímulos de productividad y eficiencia de los servidores públicos se paguen únicamente a los funcionarios que sean eficientes; es decir, que esos estímulos se paguen por merecimientos y no por la amistad del funcionario con el Gobernador en turno. Pero los funcionarios del gobierno diferente prefieren ignorar esa realidad y se concentran en aplaudirle al Gobernador porque según dicen, Zacatecas es de los estados más transparentes.

Es evidente que la política de seguridad de Alejandro Tello es un desastre, pero los asesores y funcionarios del Gobierno prefieren evadir esa realidad y deciden culpar a los ciudadanos por la pérdida de valores.

Es evidente que no tenemos obra, que la economía está paralizada y que las finanzas de Zacatecas siguen en crisis pero los funcionarios y asesores se mueren de orgullo porque Tello maneja su camioneta y lleva a los niños a la escuela.

Es evidente que la doctora Cristina Rodríguez de Tello se equivocó al comparar a unos jóvenes con sicarios, (micrófono en mano y frente a sus amigos y familiares), si la presidenta honorifica del DIF se sorprendió por el bailable era más fácil acercarse a los jóvenes para conversar con ellos y escucharlos antes de juzgarlos, pero los funcionarios del Gobierno prefirieron justificar a la esposa del Gobernador y seguir linchando a los jóvenes.

Aquel abogado me contó que a los pocos días de esa anécdota, Elba Esther Gordillo fue detenida por el Gobierno Federal y los lambiscones fueron los primeros en traicionarla, porque además de mentirosos, los aduladores carecen de lealtad.

Valdría la pena que Tello lo piense dos veces antes de creerle a sus aplaudidores y que empiece a darle más peso a los funcionarios más críticos, es mejor rodearse de personas con visión que encapsularse en una realidad que no existe, si Tello sigue escuchando a los aduladores, pronto comenzaran a volar las lagartijas de Zacatecas, tal y como volaban los cocodrilos de Elba Esther. ■

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