- El anterior análisis se encuentra en libro del investigador de la UAZ, Rodolfo García Zamora
- El fenómeno significaría un deterioro muy grande a la principal fuente de recursos del exterior
En un escenario en el que el gobierno de Estados Unidos deporte 5 millones de mexicanos en los próximos años, las remesas caerán en 50 por ciento y los salarios en México caerían en 8 por ciento, afirmó Rodolfo García Zamora, investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), durante la presentación en el Senado de la República del libro “El retorno de los migrantes mexicanos de Estados Unidos a Michoacán, Oaxaca, Zacatecas, Guerrero y Chiapas 2000-2012”.
Ello significa que “en términos económicos, sociales y políticos, hasta hoy no hemos sido capaces de hacer verdaderas políticas que incidan en las raíces estructurales de la migración. Este tema es tan complicado que requiere la concurrencia de todos los actores institucionales y de la sociedad civil”.
La migración ahora no es solamente aquella que se trasladaba a Estados Unidos, pues en este momento México es un país que tiene cinco dimensiones de migración: de origen, de tránsito, de destino, de retorno y de desplazamiento, este último preocupante porque 400 mil mexicanos han cambiado su lugar de residencia por la violencia.
Respecto al fenómeno, expuso que México tiene 100 años de migración internacional hacia Estados Unidos, pero creció de manera significativa entre 1915 a 1929, aunque en los años posteriores deportaron 500 mil mexicanos debido a la recesión económica. Esta fue la primera experiencia de deportación masiva, pero en ese momento sí hubo políticas públicas del gobierno mexicano para recibirlos.
Luego, entre 1970 y 2017, la migración creció de manera exponencial, pues en la década de los 70 del siglo pasado sólo había 800 mil mexicanos radicando permanentemente en Estados Unidos, y para 2007 ya había 12 millones.
“Esto fue resultado de las reiteradas crisis económicas y del cambio de modelo económico el primero de diciembre de 1982, en que desaparecen las políticas de desarrollo regional, de desarrollo sectorial, y cómo el desempleo y el deterioro social se convierte en un proceso creciente que propició que la migración se convirtiera en una válvula de escape a las limitaciones estructurales de empleo e ingreso y de las consecuencias del modelo neoliberal”.
García Zamora comentó que a partir de ese momento también se inició un proceso paulatino de deportaciones que se agravó con la crisis de 2007, año en que México también adquirió las cinco dimensiones como país migratorio: de origen, de tránsito, de destino, de retorno y de desplazados.
En ese sentido, cuestionó la política de Barack Obama, porque ha sido el presidente de Estados Unidos que más mexicanos ha deportado, casi 3 millones entre 2008 y 2016, problema que se ha profundizado con el triunfo de Donald Trump, quien prevé deportar 5.8 millones de mexicanos.
Reiteró que, en caso de presentarse un escenario en el que sean deportados 5 millones de mexicanos, las remesas caerían en 50 por ciento y los salarios se reducirían en 8 por ciento, lo que significaría un deterioro muy grande a la principal fuente de recursos que provienen del exterior, al grado de que el año pasado entraron a México 26 mil 900 millones de dólares, 30 por ciento más que los recursos obtenidos mediante la exportación de petróleo.
Además, entre 2009 y 2014, 70 por ciento de todos los retornados a México, voluntarios y forzados, tenían entre 18 y 45 años, es decir, se trata en su mayoría de personas en edad productiva y que requieren un empleo, pero México no está en condiciones de ofrecerlo debido a la ausencia de políticas.
Sobre el retorno de connacionales, García Zamora informó que en los últimos años se observa un descenso en la cantidad de deportados, pues en 2013 alcanzó la cantidad de 332 mil 865; en 2014, 343 mil 196; en 2015, 207 mil 398 y, en 2016, 116 mil 932 más 82 mil retornados voluntarios.
Según un estudio realizado por el Colegio de la Frontera Norte, también incluido en el libro, en los últimos años también se observa que han reducido las detenciones en la frontera pero ha crecido la detención y la deportación de migrantes del interior de Estados Unidos.
“Con esto crece la separación familiar y los problemas de integración de migrantes que tenían más de 15 años de no estar en México sin que se le ofrezcan oportunidades de desarrollo”.
Una constante encontrada en mil 800 encuestas aplicadas en los seis estados en que se aborda el tema del retorno de migrantes, es que estos se fueron a Estados Unidos por el desempleo, pero ahora que fueron deportados señalan que de igual forma no hay empleo, pero además hay un nivel de violencia que no conocieron.
El libro coordinado por García Zamora,“El retorno de los migrantes mexicanos de Estados Unidos a Michoacán, Oaxaca, Zacatecas, Guerrero y Chiapas 2000-2012”, fue comentado por la senadora Dolores Padierna y por Frida Espinosa Cárdenas. Del Instituto para las Mujeres en la Migración.
