Lo primero que debemos pedir al nuevo secretario de Seguridad Pública del estado es su diagnóstico. Porque el anterior responsable no presentó un plan sectorial, y los elementos diagnósticos que dejó ver en las entrevistas, provocaban muchas dudas: básicamente afirmaba que en realidad no había un problema de seguridad, sino de violencia por la rivalidad de grupos delincuenciales. Por ello, la población no tenía un problema, sino sólo estaba en medio de la lucha entre cárteles. Y como era una pelea entre los grupos indeseables, lo correcto era dejar de intervenir y permitir que entre ellos se liquidaran. En un diagnóstico se elabora la definición de un problema público, y esta era la manera que Froylán lo dejaba ver. Como si fueran cosas distintas la seguridad pública y la violencia entre cárteles y la población estuviera fuera de esa guerra. Omitía el control de los territorios que generaban dichos grupos y las innumerables consecuencias sociales que eso trae consigo. Por ello es esencial saber cómo el nuevo secretario caracteriza el problema de seguridad, porque ahí está la clave de la expectativa que podemos tener con su gestión. A partir del 2007 los homicidios dolosos y especialmente aquellos que son cometidos con arma de fuego, se elevan como proyectil. La causa fue la llamada guerra de Calderón. Aun sufrimos ese funesto sexenio. Y lo peor es que no ha habido cambio de rumbo en la lógica emprendida por este infausto gobernante.
En términos comparativos, Zacatecas tiene 160 policías por cada 100 mil habitantes, y por ello se encuentra por debajo de la media nacional (que son 307), de hecho a nivel nacional existe 92.3% más policías por 100 mil habitantes que los existentes en la entidad. Esto que ahora es visto como defecto, puede convertirse en virtud si el espacio de contratación que existe, se usa para perfiles tipo trabajadores sociales en la construcción de vigilantes de proximidad. Todo depende del modelo que el nuevo secretario esté dispuesto a emprender. Así, la pregunta esencial: ¿el nuevo secretario de seguridad está dispuesto a innovar o sólo repetirá las recetas que se repiten en todo el país? Sabemos que no llega con bono de esperanza, sino arriba al cargo con el agua en la garganta, así que la presión es muy alta para anunciar, no tanto resultados espontáneos, pero sí un programa que prometa éxito.
Se puede aprender de los programas “todos somos Juárez”, que a pesar de estar dominado por la idea de seguridad de los empresarios, arrojó algunos saldos positivos; o de “el plan convivencia” de Bogotá, que disminuyó el 70% los homicidios dolosos en poco tiempo; Y algunas experiencias exitosas en zonas tan conflictivas como Centroamérica, verbigracia el caso de Nicaragua. En fin, lo importante es que se decida a emprender nuevos caminos y se tenga la determinación de innovar. Si se arranca con esa actitud, se estará en la senda del éxito de la gestión que ahora inicia, y con ello, la deseada paz en el estado de Zacatecas que ahora, junto a Chihuahua y Sinaloa, está en las entidades más violentas del país. Todos deseamos que tenga éxito.
