- “Dejas en estado de indefensión a tu familia que se quedó acá”: Mendoza
A través de los consulados de México en los Estados Unidos, la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el estado ha estado tramitando pensiones alimenticias de los trabajadores migrantes que habían estado incumpliendo esta obligación con sus dependientes económicos en Zacatecas, informó Javier Mendoza Villalpando.
El funcionario aludió a una broma local con que se describe la situación de las familias separadas por la migración: “Los zacatecanos son muy enamorados, cuando te vas a Estados Unidos lo primero que debes de buscar además del empleo es otra familia, es otra mujer”, dijo, pero agregó “y dejas en estado de indefensión a tu familia que se quedó acá”.
Desde su llegada al encargo se ha incrementado según estimó, en 60 por ciento este tipo de procedimientos; suman al momento más de 300 los trámites que se han concretado durante su gestión al frente de la delegación estatal de la SRE.
El tema es importante para una entidad que suma una población migrante en los Estados Unidos de alrededor de un millón y medio de personas, es decir, similar a la que habita dentro de territorio nacional, y tiene muchas repercusiones porque “si no responsabilizamos” al padre de familia, la mujer que se queda en la entidad haciéndose cargo por sí misma de la manutención de los hijos “se va a convertir en beneficiaria de programas sociales, cuando el que se largó es el que tiene la obligación”.
A colación se recordó el Programa Madres Jefas de Familia que estableció la ex gobernadora Amalia García Medina, que implicaba una subvención o subsidio a las mujeres que crían en soledad a sus hijos y atienden otros dependientes económicos en sus hogares, en aquel entonces de 400 pesos por mes, de recursos del erario, “que premiaban la irresponsabilidad del que se largaba. Eso se llama solidaridad regresiva”, expuso.
Los municipios donde se ha avanzado más en el tema de pensiones alimenticias son Fresnillo, Valparaíso, Pinos, Ojocaliente y Villa González Ortega.
El procedimiento que se realiza ante la Corte norteamericana no hace diferenciación respecto del estatus migratorio de los padres de familia que hayan sido omisos en su responsabilidad de manutención, pues a través de los consulados de México en los Estados Unidos “sabemos dónde trabajan” y en caso de que sean indocumentados “ni los detienen ni nada”.
Dijo Mendoza Villalpando que en el tema de la protección a menores y mujeres el sistema de justicia norteamericano “es de los más democráticos del mundo”, tal como lo es el francés.
“Lo que nosotros solicitamos es, como en México, que se remita un oficio a la empresa en la que trabajan para que les descuenten el porcentaje correspondiente”, agregó.
Comentó que en promedio las mujeres y familias beneficiarias del trámite están recibiendo pensiones alimenticias que mayoritariamente oscilan entre los 300 a 400 dólares por mes, pues los migrantes zacatecanos se emplean en aquel país en la construcción, el sector servicios y el campo, aquellos que los nativos norteamericanos no quieren hacer por implicar bajos salarios, aunque hay excepciones que dependen justo del trabajo que realice el migrante y que derivarían en pensiones que podrían alcanzar, dijo como ejemplo, los cinco mil dólares mensuales.
El delegado de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Zacatecas invitó a las mujeres que no cuentan con el respaldo económico de los padres migrantes para su manutención y las de sus familias, a que denuncien ante la dependencia esta circunstancia.
Explicó que antes de que sean llamados mediante autoridades judiciales estadounidenses para este efecto, la SRE realiza un procedimiento que le llaman de “buenos oficios”, esto es, les hace un llamado para que por la vía de la conciliación atiendan sus responsabilidades de entregar pensión alimenticia a sus familias en Zacatecas.
“Pero a la mexicana, -a veces- lo que te contestan: ¡A ver, hagan lo que quieran, a ver ¿qué me hacen en Estados Unidos?!”, y entonces se finca el procedimiento a través del consulado mexicano quien interpone el recurso correspondiente ante la Corte norteamericana.
Observó sobre el tema, que no hay cultura de la denuncia, “no sé si sea tanto amor, que lo quieran tanto, que no lo quieran denunciar”, pero también, que se requiere una política más agresiva por parte de las representaciones de la SRE en los municipios y la coordinación de los alcaldes con ellas para promover e incentivar que las mujeres accedan al cumplimiento de sus derechos y los de sus hijos.
“Yo le he pedido a los presidentes municipales que inviten a los jefes de oficina de la Secretaría”, cuando hagan giras por la demarcación, “porque así como se habla de obras públicas o de programas” también promuevan los servicios que puede proporcionar a la población la dependencia.
