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lunes, 18 marzo, 2024
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Expectación y Reflujo

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Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT •

Un pesado sosiego que cuesta trabajo distinguirlo de la pachorra. Una especie e inusitada de calma que no es precisamente chicha, aunque muy próxima a ésta: así, con estos términos podríamos definir a la casi total ausencia de movilizaciones magisteriales del 2017, hasta lo que va del año por lo menos. Pocos reflujos tan prolongados después del 89 y si me apuran mis cuatro lectores desde antes, cuando aparece a la escena pública la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE por sus siglas), se habían observado en las filas magisteriales disidentes anti sistémicas. Lo más que han referido las crónicas periodísticas fue la marcha de la Coordinadora de carácter testimonial y poco representativa como suelen llamarla sus convocantes, celebrada el mero día del maestro en la ahora muy contaminada Ciudad de México, la antigua capital de los aztecas y que Alfonso Reyes y Carlos Fuentes la adjetivaran como la región más transparente. La reforma educativa contra la que la CNTE se ha pronunciado y su correlativo modelo educativo en marcha, mismo que entrara en vigencia el próximo año una vez que concluya el siguiente ciclo escolar, tiene apanicados prácticamente, semi noqueados a los profesores opositores a la política educativa peñanietista. Replegados y obligados a emprender la retirada, una vez que la resistencia contra la reforma administrativa laboral enemiga del meritocrático examen de oposición al que anteponía la plaza automática y rechazaba las evaluaciones para promociones y estabilidad en el empleo, los contingentes magisteriales más combativos han cedido ante la tozudez del sargento Nuño por aplicar la Ley. Desarmados del cuestionamiento de que la Reforma había arrancado sin la propuesta de un modelo pedagógico, una vez presentado éste, la disidencia ha quedado en medio de un pasmo por demás sorprendente pero explicable.

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En este clima de desmovilización sólo han ocurrido brotes de una tímida reacción de descontento contra los burócratas del SNTE, que están jugando el triste papel de paleros de Peña Nieto en el asunto de la Reforma Educativa. Como debió ocurrir en otros estados con motivo de la celebración del día maestro y el reconocimiento a los mentores con la entrega de la Medalla Rafael Ramírez a los que cumplieron 30 años de servicio y la Altamirano a los de 40, en Zacatecas, los chiflidos y gritos dirigidos a Soraya Bañuelos y al representante del Presidente nacional del gremio no se hicieron esperar. Los galardonados improvisaron con gritos, chiflidos y abucheos un mitin de protesta en el Palacio de las convenciones teniendo por testigo el mismísimo señor gobernador.  Al representante del CEN del SNTE con finta de chiapaneco o guerrerense le llovió en su milpita justo el día del santo labrador en el momento en que se le ocurrió mencionar el raquítico aumento del 3% de aumento al salario de los mentores del nivel básico, festinándolo como una conquista sindical. Mejor le hubiera ido si se queda callado, pero quiso ser parte de la pasarela de discursos y así le fue. El caso de Soraya sobre la que pesa el juicio de haber sido impuesta como dirigente espuria de la Sección 34, no faltaron las voces y expresiones de descontento que le expresaron su rechazo.

El clima que se respira entre las filas magisteriales parece ser el de la expectación por informarse y estar a la espera de las incidencias del nuevo modelo educativo y su arranque, así como el de apechugar la reforma educativa y el maratón de evaluaciones a que tendrán que someterse los docentes para mantener el trabajo y aspirar a ser acreedores a los estímulos económicos que vendrán a sustituir a los de la extinta Carrera Magisterial. n

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