Es evidente que los diferentes partidos políticos están cerrando filas y preparándose para la madre de todas las elecciones; muchos de los cuadros políticos que por cierto, la mayoría son los de siempre ya están echando mano a sus fierros como queriendo pelear y no es para menos, se juegan en esta contienda además de la presidencia de la República, senadurías, diputaciones locales y federales, se está hablando de un cambio de varas a gran escala; me queda claro que faltan algunos meses para definir todas las candidaturas, algunas ya están más que cantadas, las estrategias político electorales siento que serán las mismas de toda la vida. Por un lado el PRI tratando de amasar su voto duro comprando voluntades y negociando con quien se deje, la izquierda por su parte está tratando de protagonizar y tratando de canalizar el descontento social a su favor; tampoco es nuevo que en México algunos partidos de oposición al poder han tratado de sacar raja política en cada elección haciendo tratos con el partido en el poder y pulverizando el voto en contra, estas elecciones no serán la excepción pues ya se ven algunos políticos enanos lamiéndose los bigotes buscando algún “hueso” y aprovechando la situación.
Mi pregunta es ¿Qué tan capacitados estamos en México para una verdadera transición democrática?
Los últimos años el mundo y los mexicanos desarrollamos admiración y cariño por el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, escuché varios comentarios diciendo que les cambiábamos a nuestro actual y bien parecido presidente por el bonachón de Mujica; es por eso que me puse a pensar ¿qué pasaría si este querido personaje fuera candidato en nuestro país? Obviamente antes de haber sido presidente de su país digo, para que tenga chiste la analogía.
Señoras y señores mexicanos: tenemos un candidato de izquierda para que contienda por la presidencia de la República, número uno, no es guapo ni está bien peinado de hecho no usa corbata además estuvo preso por casi 15 años, fue guerrillero, es intelectual así que su discurso no es demagogo, no regala despensas, no tiene nexos con sindicatos corruptos, no tiene nexos con el crimen organizado, anda en un “bochito”; sinceramente ¿alguien cree que podría ganar una elección al menos a regidor en este país? Lo dudo mucho y esto responde a la primera pregunta, en México no estamos capacitados para una verdadera transición o para un verdadero cambio en el poder, una de las razones es que la verdadera lucha por la democracia y por una sociedad igualitaria fue truncada hace muchos años, como dijo Vargas llosa “vivimos bajo una dictadura perfecta”.
¿Qué nos hace falta para poder lograr un verdadero cambio?
Un verdadero cambio se logra con la construcción de una verdadera oposición con gente comprometida con su nación, personas que tengan criterio para pluralizar las ideas, eso no quiere decir que se tengan que vender donde más les conviene, las diferencias y la falta de conciliación es uno de los principales problemas, por otro lado la apatía de la sociedad, somos excelentes para criticar pero existe un gran abstencionismo, el electorado piensa más en cómo surtirse para la ley seca y armar la carnita asada que por votar. Podemos ejercer el voto pero no lo hacemos, si nos ponemos a pensar nos damos cuenta que a los gobernantes de los que tanto nos quejamos los elije un porcentaje muy pequeño de los votantes, son pocos los que eligen a quien nos gobierna; entonces por qué nos quejamos tanto del gobierno si en verdad quien lo pone o lo impone es la flojera o la indiferencia.
Tenemos poco tiempo para reconstruirnos a nosotros mismos, tenemos que analizar bien por quien vamos a votar no podemos estar jugando con el destino del país, tampoco podemos olvidar en qué situación nos tiene el gobierno actual, es mucho lo mal que han gobernado ya es mucha sangre la que ha corrido tenemos que tomar conciencia y participar de una forma consciente en las próximas elecciones, las personas que están en la política también deben de pensar en el pueblo y en las personas a las que representan no en llenar sus bolsillos de dinero mal habido, es la tierra donde van a crecer sus nietos la que están destruyendo, todos nos tenemos que esforzar por construir un lugar digno para vivir.
Esta opinión la escribí escuchando el álbum Ten de Pearl Jam (1991, Epic Records). n
