Manchester. La angustia reinaba este martes entre padres e hijos que no habían podido reencontrarse tras el atentado en el Manchester Arena de esta ciudad del noroeste de Inglaterra, en un concierto de Ariana Grande repleto de adolescentes.
Las redes sociales hervían con mensajes pidiendo ayuda para encontrar a allegados, y en el vecino hotel Holiday Inn más de 40 muchachos esperaban a sus padres, supervivientes de una matanza perpetrada por un atacante que dejó 22 muertos y 59 heridos.
Charlotte Campbell explicó apesadumbrada en varias televisiones que no lograba encontrar a su hija Olivia, de 15 años.
«Todo lo que sé es que estaba en el Manchester Arena con su amiga viendo a Ariana Grande y todavía no ha aparecido», dijo, en declaraciones al programa de televisión Good Morning Britain «No logro contactar con ella. He llamado a hospitales, he llamado a todos los sitios, a los hoteles donde decían que habían resguardado a los niños».
Las víctimas habían sido trasladas a ocho hospitales de la ciudad, explicó la policía. En ellos, los familiares esperaban conocer el estado de los suyos, con las unidades pediátricas recibiendo sangre y convertidas en un vaivén de gente.