En mi pasada participación puse a la consideración de todos mis lectores la necesidad de trabajar en una nueva medición de la precepción de inseguridad que no sólo partiera de la opinión específica de determinados encuestados, sino que también valorara la consideración de otras variables como la situación económica, social e incluso política.
Comentamos que un esfuerzo muy loable, aunque sujeto a mejora, el llamado Índice GLAC que generó la empresa Security Consulting Technology Risk; porque además de la percepción inmediata resultado de preguntas a la ciudadanía incluye las mediciones de tres aspectos: Político – Social, Económico – financiero y Seguridad y Justicia.
Decíamos también en la anterior entrega que en el índice GLAC Zacatecas aparecía en esta medición de marzo de 2017 en el 4to peor lugar con un -.564, y de los tres componentes la mejor calificada fue la relacionada a los aspectos político-social con 0.083 y la peor la obtuvo en la vertiente económico-financiero con – 0.273.
El énfasis sobre la necesidad de construir un índice más robusto (que sea más aproximado a la realidad social) tiene que ver con la preocupación de tener una referencia que no sólo sirva de medición, sino que sea una base objetiva para diseñar e implementar políticas públicas.
Es importante mencionar que dicho índice no considera ni pondera aspectos en los que las autoridades Estatales y Municipales no tienen mucha incidencia, y por lo tanto pueden ser injustas sus consideraciones por ejemplo; la guerra entre los carteles de los Estados que colindan con Zacatecas, Jalisco Nueva Generación vs Cartel de Sinaloa; Cartel de Golfo vs Los Zetas, obligadamente tienen impacto en nuestro Estado por ser una zona de paso. De igual forma el índice no contempla el impacto que tiene la multiplicación de las células, es decir, hasta hoy el objetivo de las autoridades responsables del combate al crimen organizado, se han enfocado en combatir a las cabecillas y una y otra vez está quedando demostrado que al hacerlo no se termina con la raíz del problema, al contrario se multiplican por el surgimiento de nuevas células y esto no lo registra el Índice GLAC.
Por todo lo anterior y en mi humilde opinión, es que un índice de percepción e inseguridad debe contener al menos cinco elementos.
La percepción, como la ha venido midiendo el INEGI a partir de la opinión de los ciudadanos. Sin embargo dicha opinión deberá pasar por el tamiz de los otros elementos.
El segundo que tiene que ver con el número concreto de incremento de denuncias y crímenes registrados Esto implica desde luego que las mediciones sobre este punto deben pasar por una especie de calibración que permita una medición objetiva ya que como sabemos muchos crímenes no se registran ni se presentan denuncias.
3 – 4. El tercer y cuarto elemento coincide con el índice GLAC por lo cual deben ser considerados los elementos político, social, económico y financiero, porque definitivamente la actuación u omisión en estos elementos tiene un impacto directo en la inseguridad.
5. El último elemento que yo recomendaría y a diferencia del Índice GLAC, sería un indicador que contemple todos los esfuerzos por regenerar el tejido social y el impacto que este tiene en las colonias, es decir espacios públicos regenerados, nuevos espacios públicos, centros de desarrollo comunitario y espacios deportivos.
Es decir un índice que pudiéramos llamar de contención social. Una medición de este tipo es muy importante porque nos permite valorar el esfuerzo de los diferentes niveles de gobierno para construir en torno al espacio público, porque al final del día es el espacio de batalla para rescatar a miles de jóvenes que han caído en la delincuencia organizada.
Cuantas historias no hemos escuchado de jóvenes que se han dejado involucrar por que no cuentan con un espacio de recreación, deportivo o simplemente de esparcimiento de una manera cercana.
En la SEDATU estamos convencidos que los espacios públicos son una manera de contrarrestar a la delincuencia y sirven como igualadores sociales. Por ello estamos enfocando nuestros esfuerzos con el Estado y los Municipios para un relanzamiento del espacio público. ■
