■ Llaman a que comunicadores se mantengan unidos, exigiendo seguridad para la sociedad
Ayer, periodistas y sociedad civil de Zacatecas manifestaron su indignación por el asesinato de Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada en Sinaloa, y uno de los fundadores del semanario Ríodoce.
Con veladoras y periódicos que se colocaron en las escalinatas del ex Templo de San Agustín, periodistas y fotógrafos de diferentes medios protestaron por este asesinato, y exigieron justicia por el compañero que manejó el tema del narcotráfico, dando nombre a las víctimas de esta guerra.
La periodista de La Jornada Zacatecas, Alma Ríos, comenzó leyendo la editorial emitida por Ríodoce, que refiere la problemática a la que se enfrentan los medios de comunicación, en una guerra contra el narco.
Recordó que hace dos meses aproximadamente, en el mismo espacio, se realizó un acto similar, en solidaridad con la corresponsal de La Jornada en Chihuahua, Miroslava Breach, quien fue asesinada al exterior de su hogar.
En su trato con Javier Valdez, quien visitó la entidad en varias ocasiones, la reportera de este diario preguntó al periodista cómo era trabajar estas historias. Y cómo hacía para reportear en medio de la guerra del narcotráfico, la cual, recordó, fue impulsada en el sexenio del ex presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa.
Valdez le confesó que lloraba mucho. Y que llegó a buscar terapias psicológicas, con la intención de mantenerse firme y seguir abordando estos temas.
Dijo que el periodismo se enfrenta diariamente, con personajes que no quieren que se difunda información relevante para la sociedad, aun cuando se ha manejado un discurso de transparencia, en el cual se contradicen las autoridades.
“Alguien decía que algunas veces, el gremio se porta payaso. Porque se dijo que esto pegó en el corazón, y da tristeza que sea una expresión de alguien del gremio. Pero sí, sí pega en el corazón, y le pega a México, porque periodistas como Javier Valdez no son piezas sustituibles, y ojala hubiera más como él”, expresó en su mensaje.
Selene Lamas lanzó a los periodistas presentes la invitación a que el gremio se mantenga unido, exigiendo seguridad para la sociedad, ante la ola de violencia que ha dejado la guerra contra el narcotráfico.
En su mensaje, Raymundo Cárdenas Vargas, director de La Jornada Zacatecas, señaló que Javier Valdez hablaba de la realidad que se vivía en su natal Sinaloa. Y en la cual se demostraba la pérdida de control de las autoridades constituidas.
Y el proceso de desintegración que vivía, lo hizo especializarse en temas narcotráfico, delincuencia organizada, y corrupción gubernamental, a sabiendas de que ese tema era una amenaza de muerte, para ciudadanos e informadores; él retrato esa realidad en sus crónicas, en sus despachos y en sus libros.
Recordó que en entrevista para La Jornada, después de publicar su último libro el año pasado, llamado Narcoperiodismo, contaba que era difícil confiar en el compañero de la redacción, pues no se tenía claro quiénes eran informantes del crimen organizado o del gobierno.
Del 2000 a la fecha, han sido asesinados más de 100 informadores, apuntó. Y en la mayoría de casos, los responsables materiales e intelectuales ni siquiera han sido procesados, y menos sometidos a juicio y sancionados conforme a derecho.
“Matar a un periodista, a una mujer, a un defensor de derechos humanos, a un ciudadano cualquiera, se ha convertido en una actividad de riesgo, pues en las instancias de los tres niveles de gobierno, su intención de hacer justicia es meramente declarativa. Lo que mata a la gente es la impunidad y la corrupción”, puntualizó Cárdenas.
Y declaró que los gobiernos deben actuar y esclarecer los asesinatos de los periodistas, porque si no se emprende un viraje en las políticas de seguridad pública, se fortalecerá la percepción de que no hay autoridad alguna, que evite la violencia.
El periodista Alejandro Castañeda reflexionó con los compañeros los riesgos del día a día en las calles. “Nosotros salimos día a día a cubrir nuestra fuente. Pero a diferencia de los policías, nosotros salimos a trabajar sin capucha, dando la cara. Y usamos un chaleco, que en lugar de ser antibalas, las atrae”, indicó.
Expresó que el trabajo en municipios también es difícil en el estado, pues al revelar temas de corrupción o desvíos de recursos en las alcaldías, se vive el acoso, incluso por parte de cuerpos policiacos que hostigan a los comunicadores.
Y lamentó que después de hacer entrevistas, no falta el funcionario que, tal como lo hiciera el ex gobernador priísta de Veracruz, Javier Duarte, lanza advertencias a los periodistas con su frase “pórtate bien”.
El corresponsal de La Jornada en Zacatecas, Alfredo Valadez, enunció que no sólo los narcotraficantes se benefician de la muerte de periodistas. Sino que los responsables de estas muertes son los narco-gobiernos, las trasnacionales y la oligarquía.
Manifestó que actualmente se vive una de las peores crisis políticas de México. Como algunas similares, como en el 94, con el homicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, y del Cardenal J. Jesús Posadas Ocampo.
“Los periodistas somos incómodos para los gobernadores corruptos, para los diputados deshonestos, para presidentes y ex presidentes de la República vendepatrias; para los alcaldes privatizadores de espacios y servicios públicos; como lo buscan hacer los ayuntamientos de Zacatecas y Guadalupe”, expresó.
El ciudadano Teodoro Campos conoció a Javier en una librería, al toparse con su libro Los Huérfanos del narco, el cual le recordó que en Zacatecas se tiene a huérfanos del narco, entre ellos el caso de “Chuyito”, un menor de Jerez, y a quien Javier le dedicó una columna. Además de que lo invitó, a presentar sus libros en Zacatecas en dos ocasiones.
Raymundo Cárdenas Hernández, director de Consejo de La Jornada Zacatecas, expuso que es evidente que cada periodista asesinado causa un dolor que traspasa las fronteras del gremio. Y debiera asumirse que el periodismo es indispensable para la convivencia civilizada.
Se requiere que el debate social fluya por una diversidad y pluralidad de medios. Y que los factores que activan ese debate; son los periodistas a través de su trabajo, investigaciones. Y si eso no existe, no hay democracia, y lo cual es un riesgo en México.
El periodista Andrés Vera Díaz, se solidarizó expresando, que los delincuentes no se encuentran en las colonias marginadas, sino que están en la clase política. Puso como ejemplo, que autoridades judiciales; advierten que hay diferentes grupos del crimen organizado, con presencia en diferentes regiones.
Y casos como el de Javier, no se trata de egos entre medios y comunicadores, sino de conformar un ente en que los periodistas puedan trabajar de la mano, más allá de las líneas editoriales y alcances de cada medio.
Asimismo, el periodista Raúl Hernández lamentó el asesinato de periodistas en diferentes ciudades del país, entre ellos Veracruz. Pero los periodistas asesinados han dado fe de su trabajo, el cual realizan de manera valiente.
