La nota del 12 de mayo de 2017, suscrita por Martín Catalán Lerma, para La Jornada Zacatecas, en el ítem, Educación, difunde los resultados de la elección celebrada por el SPAUAZ, para renovar su dirigencia, convocatoria previa y un entorno, creado por una minoría, al que se quería problemático por sus autores; quienes, tal vez, en busca de publicidad para SU causa, tomaron el local sindical del SPAUAZ, hogar natural para la elección, ¿con el fin de impedir la celebración de la elección o aprovechar la ocasión hacerse publicidad como grupo que emergió para dar la lucha en la próxima sucesión rectoral y abrogarse y encaminarse a salvar a la UAZ, según ellos? Si acaso esto fuera así, ¿de quién iban a salvarla? ¿De los propios académicos universitarios? Pues ellos eran los sujetos – actores institucionales convocados, por el SPAUAZ, su organización sindical, para tomar parte en aquel proceso electoral, hoy aún en lontananza, (sin citar aquel error de Fox, “allá, en la onta anza”) y a celebra en día cada vez más cerca, como sería la siguiente elección universitaria, la de Rector. Por supuesto, quienes quieren o quieran acercar más esa fecha, tienen todo el derecho a organizarse y pronunciarse en torno a sus pretensiones y respetar los plazos. Hoy sólo es un eventual competir en la búsqueda de adeptos, que bien puede convocar a la emergencia de otros posibles competidores con la mira puesta en el mismo objetivo: contender por llegar a la Rectoría, sin necesidad de decirlo, desde hoy.
El día de la elección de Secretario General del SPAUAZ, la toma del local sindical, balconeó a su candidato a Rector, al tomar el lugar en donde se celebraría la elección y según parece, consiguieron realizar, en negativo, el primer destape del primer candidato a Rector y su equipo, de cara a una sucesión, no inmediata y en la que habrá, una tensa e intensa competencia, sobre todo, de propuestas y debates académicos y políticos por la Rectoría, y lo que la UAZ, académicamente activa significa como ejercicio de un poder (académico – cultural y político) universitario, autónomo, a desplegar para bien del desarrollo, de los universitarios, de la UAZ y del Estado de Zacatecas, desde todos los ángulos del conocimiento, pensamiento y reflexión, de cara a construir futuro, uno que urge a los universitarios delinear para intervenir en la UAZ y fuera de ella, con sentido de futuro y lucha por mejorar, como totalidad y no como partecitas particulares; eso cada vez más compete a la academia, una, a la altura o profundidad que uno mismo requiere como humano o ciudadano, no sólo como universitario o universitarios, libres de verdad, no como lema de propaganda y ya los veremos, los leeremos o los escucharemos, para conocer su consistencia intelectual, política, cultural, etc.
Por supuesto, existe una periodicidad autoimpuesta, por costumbre, estatuto, reglamento, ley orgánica o hasta por un buen “sentido común” de renovación, que les falta a los dictadores o, en general, a los autoritarios, o sea, aquel que los vigila, les exige cuentas de su quehacer y hacer, y ese quehacer y hacer de las masas, de las bases, de los conglomerados de todo tipo, sean profesores o estudiantes, obliga a los ambiciosos a dimensionar sus pretensiones, en función de eso mismo, porque el desarrollo o su ausencia se convierte en una espiral ascendente o descendente y deja claro a todos, si merece seguir insistiendo en tal o cual proyecto académico y político, o no, y por tanto si urge reorganizarse y renovarse porque el entorno también cuenta, sobre todo, si lo constituyen todos los zacatecanos, quienes desde sus distintas posiciones y hábitat, tienen algo que ver con la UAZ, sean los universitarios, conscientes o no, de ello.
Hay que esperar e intensificar el hacer política de modo permanente al interior de la UAZ y no nada más grilla estelar, ambas son distintas en cuanto a generar posibilidades de futuro, pero también ambas, para impulsar y desarrollar o bien para frenar la UAZ, requieren de ideas y de universitarios: individuos o grupos, y sus simpatizantes, cuyo entorno más amplio son los zacatecanos, los mexicanos y la humanidad, hoy embarcada, aunque no quiera, en una complejidad generadora de efectos y consecuencias…
Lo ocurrido con la elección en el SPAUAZ, fue un evento y cuántos más habrá, con carácter y pretensiones diferentes, de cara a futuras elecciones universitarias. ¿Quiénes son o serán los universitarios de la UAZ, que desde hoy se preparan y organizan para participar en ellas? En lugar de ponerse nerviosos o temerosos, habrán de darse a cobrar y desplegar consistencia académica, política y cultural, para contender con posibilidades de triunfo en un evento del que sólo se sabe que deberá ocurrir y desarrollarse con convocatoria y una concurrencia más deliberativa que meramente propagandística. Por ello, deberían insistir, los hoy considerados a sí mismos precandidatos, en convocar a un foro o simposio sobre reforma universitaria, para que el público universitario sepa con qué recursos académicos universitarios cuentan para llegar a ubicarse o proponerse como precandidatos o candidatos a la Rectoría de la UAZ, para el próximo período.
La apertura universitaria a la complejidad creada es invaluable de ser preservada y valorada, incrementada, intensificada, eso requiere insistir en preservar y realizar una fuerte y consistente investigación y deliberación, académicas, para que los zacatecanos, los mexicanos y el mundo conozcan, opinen y recurran a los resultados académicos. Forma de hacer presencia en el mundo y contribuir a conocerlo, intervenirlo, cambiarlo para hacerlo más culto y humano, interesante reto. La elección sindical contó con 65 por ciento de participación de docentes (2 mil 910), con un 41.77 por ciento de los votos Pedro Martínez Arteaga, por “Consolidación Sindical Universitaria”, fue electo Secretario General del SPAUAZ, por 4 años. ■
