Londres. Decenas de clínicas y otros centros de salud en Inglaterra y Escocia permanecían este sábado paralizados a causa del ciberataque lanzado el viernes a escala mundial y pidieron a los pacientes que acudan a urgencias solo en casos de extrema gravedad.
Asimismo, los centros afectados mandaron a casa a enfermos de cáncer y del corazón cuyos datos clínicos no estaban disponibles. Otros muchos pacientes tuvieron que ser desviados a otras clínicas. Como medida de precaución, algunos centros de salud decidieron apagar sus computadoras.
Entre tanto arreciaron las críticas a las deficientes medidas de seguridad del Sistema Nacional de Salud británico (NHS). La ministra del Interior, Amber Rudd, admitió a la emisora BBC que el NHS debe proteger mejor sus sistemas informáticos.
De acuerdo a la ministra, el ciberataque afectó a unas 45 instalaciones, aunque aseguró que no se habían robado datos de pacientes. El NHS atraviesa una profunda crisis y afronta graves dificultades financieras.
