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jueves, 28 marzo, 2024
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Índice de Paz México 2017 Propuesta de reforma constitucional

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

A mi amada madre
Ma. del Carmen Hernández Martínez

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De acuerdo con la revista electrónica de Forbes (México) la violencia en México costó 3 billones de pesos y nos ubica dentro de los parámetros de inseguridad que se viven en Siria, Irak y Afganistán. En este contexto, el Índice de Paz México 2017 elaborado por el Institute For Economics & Peace estableció que la violencia tuvo un impacto equivalente al 18% del Producto Interno Bruto, esto es, $25,130 por persona, lo cual representa un incremento del 3% en comparación al 2016 y eso que vamos apenas en mayo. Además, se informa algo muy grave, en promedio el 91% de los delitos cometidos en México no se castigan y solamente el 5% de los mexicanos consideran que los delincuentes siempre son castigados por sus actos, también se percibe a los policías de tránsito y municipales como los más corruptos y menos confiables. El panorama que se presenta en relación a los estados de la República con mayor índice de violencia e inseguridad es el siguiente: Guerrero, Colima, Sinaloa, Baja California Sur, Baja California, Morelos, Zacatecas, Nuevo León, Chihuahua, Michoacán y Ciudad de México. Las entidades con más paz, son: Yucatán, Nayarit, Tlaxcala, Hidalgo, Coahuila, Chiapas, Campeche, Querétaro y Quintana Roo, los demás estados andan en el término medio. En cifras generales, el Índice de Paz en México, establece que la paz en nuestro país se deterioró 4.3% en el último año, lo cual se debe al incremento de 18.4% en la tasa de homicidios, lo que se traduce en 16.7 homicidios por cada 100,000 habitantes. Zacatecas representa los mayores deterioros en cuanto a la paz, junto con Colima y Baja California Sur y, lamentablemente para los zacatecanos, en nuestra entidad se registra más del doble de incremento en delitos cometidos con arma de fuego. En materia de violaciones, Zacatecas y Oaxaca tienen una de las cinco tasas de violación más altas registradas en México. Ante el dibujo de estos paisajes de inconmensurable paz, no nos queda más que hacer las siguientes reflexiones: A. El derecho, la ley y la justicia, están en total decadencia, por lo que las escuelas y facultades de derecho del país, deben hacer un ejercicio profundo de intelectualidad para repensar el derecho y proponer la creación de nuevos modelos de prevención, procuración y administración de justicia pues está visto que los ciudadanos desconfían totalmente del sistema jurídico mexicano en su conjunto y esto repercutirá en las presentes y futuras generaciones de licenciados en derecho que tendrán que vérselas con instituciones corruptas y más proclives al mal que al bien, así, los nuevos abogados tendrán que luchar contra el sistema o volverse parte de él. B. Veo al sistema jurídico como un viejo automóvil al que su dueño le pule la lamina doblada y despintada, que le abrillanta los rines de sus llantas ponchadas y que afina con bujías de platino su motor desvielado; así los juicios orales y otras novedades jurídicas, no servirán de nada si no se construye desde los cimientos, un nuevo orden de justicia y de paz. C. Los tres poderes que integran el Supremo Poder de la Federación y los gobiernos que representan a los estados más inseguros o con paz 0 (cero) como Zacatecas, deben establecer estrategias confiables que nos conduzcan al aseguramiento del estado de derecho y la tranquilidad, pues no es posible que tengan a la población sumida en el terror, el pobreza y la desesperanza, o bien, propongo que se declaren incompetentes y reformen el artículo 17 constitucional donde se dice que ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho, para que diga lo siguiente: “Artículo 17. Ante la incompetencia de los poderes de la Unión para asegurar la paz y la seguridad de sus habitantes, estos pueden ejercer el derecho de autodefenderse y ejercer violencia para reclamar su derecho”. Lo anterior, provocará dolencia en algunas doble moral, pues se estaría legalizando el estado de barbarie en el que nos tienen sumidos nuestros nefastos gobiernos, ya que además, elevaríamos a rango constitucional el derecho humano a la autodefensa que no es otra cosa más que retirarle por la vía del derecho, la confianza que como individuos depositamos en el estado, ya que dicho sea de paso, hemos olvidado como colectivo social el contenido del numeral 39 de la CPEUM: “…La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno…” ¿Verdad que ya no me ví tan descabellado? ■

 

*Integrante del Consejo Mundial para la

Defensa de los Derechos Humanos

[email protected]

 

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