La inconformidad de algunos universitarios contra la candidatura oficial en la elección del nuevo comité ejecutivo del Spauaz, hace que las elecciones de hoy inicien con cierto grado de incertidumbre. Una planilla, de las seis contendientes, impugnó al candidato de la fuerza a la que pertenece el Rector: Pedro Martínez. Y lo impugnan por haber entrado en el programa de sustitución de prestaciones, conocido popularmente como ‘venta de prestaciones’. No está claro que el argumento pueda sostenerse legalmente, recordemos que no por tener aspectos éticamente condenables la hace ilegal. Sin embargo, la perturbación política estará presente, ante la posibilidad de que las votaciones no se lleven a cabo en las instalaciones del sindicato y se trasladen a una sede alterna. Y si en el transcurso de hoy, en plena jornada electoral, se toma la sede alterna, ¿qué ocurrirá? Se puede posponer la votación y mandarla a las escuelas. Es decir, en una suspensión abrupta del flujo de la votación por efecto de una toma tardía, sin duda la perturbación subirá de tono. El escenario de enfrentamientos directos estaría presente.
Sea lo que sea que ocurra en la jornada electoral de hoy, se nota ya una fractura al interior del sindicato. Hay dos posibilidades ante esta fisura: que se resuelva una vez que se hayan repartido las once carteras del comité, que al distribuirse en forma proporcional y todas la planillas hayan sido incluidas, quede superado el problema que ahora se vislumbra; y la otra es que la fisura se abra hasta provocar una fragmentación importante. Esta segunda posibilidad tomaría cuerpo si gana el candidato oficial y se conduce en consonancia con la autoridad universitaria: la inconformidad crecería mucho. Como ejemplo está el caso de los tres académicos que tenían varias quincenas dados de baja, mientras que el comité que ahora se despide justificaba las decisiones del rector, por lo que se vieron obligados a aplicar medias de fuerza. Por lo pronto, se ve que el conflicto está a nivel de grupos participantes, la base sindical se ha visto bastante pasiva, la prueba está en la escasa participación en las dos confrontaciones que se realizaron.
Estas fracturas internas son malos augurios dado el escenario de serias amenazas sobre ciertas prestaciones laborales debido a la crisis financiera de la institución. Y ante una amenaza, la mejor defensa es la unidad. El Spauaz necesita conservarse unido. Sin embargo, surgen preguntas como las siguientes: si afectan las primas de los jubilados, ¿los profesores jóvenes se movilizaran para defender el derecho de sus compañeros? Y dudas por el estilo. Esto es, la división de condiciones laborales objetivas entre los docentes, puede convertirse en factor de amenaza de la cohesión sindical. Hacemos votos para que las elecciones de hoy salgan sin novedad, todos estén incluidos y conserven la unidad del sindicato de profesores. Es lo mejor que puede pasar ante la necesidad de defender sus derechos laborales, que en los últimos años han sufrido serias embestidas.
