13.8 C
Zacatecas
viernes, 19 abril, 2024
spot_img

¿Para qué voto, si de todos modos gana el América?

Más Leídas

- Publicidad -

Por: Rodrigo Reyes Muguerza •

Hace unos días tomé un Uber en la Ciudad de México. El conductor, Juan, me contó su historia que va más o menos así.

- Publicidad -

“Cuando tenía tres años, mi mamá decidió llevarnos a mi hermana y a mí a León porque mi papá la golpeaba todos los días. Ahí empecé a trabajar y como pude acabé la primaria, secundaria ya no estudié. Cuando cumplí dieciocho le dije a mi mamá que me iba a regresar al DF a buscar a mi papá.

Regresé, empezamos a trabajar juntos y nos iba bien, pero se enfermó de leucemia, no tenía seguro, nos endeudamos y nos quedamos sin dinero.

Cuando finalmente murió conocí a la que ahora es mi esposa, tuvimos dos hijos y ahora vivo en Naucalpan. Como no conseguí trabajo me inscribí en Uber y aquí ando manejando este carro que no es mío pero me da de comer. La dueña me paga seis mil pesos al mes (1,500 a la semana) y con eso salimos tablas.

El problema es cuando salen gastos extra. Por ejemplo, la semana pasada me asaltaron en el transporte público, alguien me puso la pistola y me dijo que le diera todo lo que traía. Le di mi cartera, no tenía dinero pero se llevó mi licencia. Fui al ministerio público y solamente me dieron un papel y me dijeron que si un oficial de tránsito me detenía nada me exentaría de no traer la licencia. El problema es que no tengo para pagar la licencia y si me llegan a parar no voy a tener para la mordida o para la multa.

Es muy frustrante, yo quisiera sacar mi propio carro y así tendría más ganancias, pero no he podido. No es la primera vez que me asaltan. De hecho, es la segunda ocasión que me roban tomando esa ruta. Conozco bien al chofer de la ruta donde me asaltaron y estoy casi seguro de que identifico al delincuente pero de nada sirve. Yo fui a denunciar con la esperanza de que me ayudaran con la licencia o que me alivianaran en lo que junto para sacarla, pero ni eso hicieron.”

Aquí lo interrumpí y cambiamos un poco la conversación. Me interesó saber que pensaba sobre las elecciones que están por suceder en el Estado de México, lugar donde vive y donde lo han asaltado repetidamente. Le pregunté por quién iba a votar esperando que se arrancara a denominar al PRI con una variedad de insultos multicolores, no fue así.

“Yo de política no sé mucho pero pues mi papá siempre votó por el PRI y yo le voy al PRI.”

Le pregunté si no creía importante que una administración diferente intentará resolver los problemas de inseguridad.

“Para mi es como el futbol. Yo podría votar por MORENA, que es el que va más pegado ahorita, pero para qué voy a votar por alguien que va a perder. A mí me gusta votar por el que va a ganar, así voy a sentir que puse mi granito de arena. Es como irle al América, al menos te queda la satisfacción que le vas a los que ganan. Al final nada cambia en tu vida pero se siente bien no perder siempre.”

Aquí solo me quedo contestar con un “pues sí”.

Durante el primer debate de los candidatos a gobernador para el Estado de México, ante las constantes críticas sobre la hegemonía del PRI en el estado, el aspirante del PRI aseguró que la alternancia no necesariamente genera mayor seguridad. Es decir, no porque cambiemos el partido a cargo de la administración del estado las cosas mejorarán mágicamente. Esto es probablemente cierto pero no significa que cuando las cosas no funcionan por tantos años, la mejor opción sea quedarse igual.

Las propuestas de Del Mazo no son malas el problema es que hoy por hoy el Estado de México, que siempre ha sido gobernado por el mismo partido político, es el estado más inseguro del país, donde la gente tiene más miedo al delito y donde los homicidios contra mujeres han ido al alza. En este caso la alternancia podría ser bastante buena para el estado.

El incrementar la competencia podría hacer que quienes gobiernen se esfuercen más para poder mantenerse en el poder. El saber que la permanencia no es segura orillará a los gobernantes a realmente implementar las propuestas y mejoras que pregonan en campañas. En resumen, a la larga muchos van a ser los que van a perder si se sigue votando por quien pensamos que siempre va a ganar. ■

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -