- Organizaciones criminales “han estudiado perfectamente”, las necesidades de este sector
Las organizaciones criminales “han estudiado perfectamente”, en cada zona del país, las necesidades de los niños, niñas y adolescentes (NNA), quienes cada vez más se involucran en la comisión de delitos. Uno de los factores que inciden es su crecimiento en situación de abandono, y en ello, coincidieron especialistas, el problema estructural es el modelo económico del país.
Desde Unicef México, Mónica Bucio, oficial de Programas Enlace con los estados, dijo que al organismo “le preocupa cualquier situación que ponga en riesgo la vida y la integridad de los NNA”, y por tanto la cooptación de los menores por el crimen organizado “tiene que estar en el centro de las preocupaciones” más que de seguridad, de las políticas de protección de sus derechos.
Observó que cada vez se tiene mayor información al respecto y por tanto pueden identificarse mejor las rutas a seguir para elaborar políticas que atiendan este fenómeno, pero sobre todo, sus causas, entre las que destacó como “la que más preocupa a la Oficina de Unicef México”, a la pobreza en la que viven más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes en el país.
“La pobreza infantil afecta de manera más grave y en mayor porcentaje que entre la población de adultos (…) es un tema estructural que hay que resolver para poder evitar que estén expuestos a situaciones de violencia, de riesgo y de vulnerabilidad como la cooptación por el crimen organizado y como la violencia colateral que todos estos fenómenos están trayendo”.
La población infantil suma 40 millones de mexicanos, representa por tanto la tercera parte de la población, “o sea ya no son un grupo menor como mucho tiempo se dijo, son el presente de nuestro país. Son quienes en el futuro tomarán las decisiones importantes. Pero insisto tenemos que mirar hacia un modelo económico que nos permita la integración y el desarrollo de todos los mexicanos”, agregó por su parte Lourdes Zariñán, coordinadora del Programa Sobre Asuntos de la Niñez de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Con la globalización, no sólo México sino otros países se unieron al mercado libre en situación de desventaja; en condiciones de inequidad. El modelo económico tiene que empezar a cambiar hacia un Estado social y democrático de derecho en el que se mire a la persona como el centro de actuación”, dijo.
Por su parte Alfonso Poiré Castañeda, asesor de Save the Children México, observó que “la mayor parte de la población adulta no tiene empleos decentes, tiene que laborar por largas jornadas y a veces asumir varios trabajos para alcanzar los ingresos necesarios para poder, medianamente, y a veces ni siquiera de esa manera, satisfacer sus necesidades”.
En 2006 Felipe Calderón Hinojosa implementó su estrategia contra el crimen organizado. Al respecto, Poiré Castañeda precisó que Save the Children no tiene los recursos para dar seguimiento a estudios sobre los efectos que esto ha tenido en la niñez mexicana, pero sí que en las 18 entidades en cuyas comunidades la organización realiza trabajo, “detectamos que la Guerra contra el narco ha sido catastrófica en términos de la situación de niñas, niños y adolescentes”.
“La situación de abandono me parece que se da no sólo en el caso de los que perdieron a sus padres por alguna situación de violencia sino que es una situación generalizada”, debida precisamente a las exigencias laborales para obtener recursos de sustento económico.
“Los niños, niñas y adolescentes pasan mucho tiempo en sus casas sin cuidados parentales. Y entonces creo que podemos hablar de una situación de abandono más amplia”, expuso Alfonso Poiré.
También respecto del cómo han crecido los niños mexicanos en el entorno de violencia generado por la Guerra contra el narco, y sobre su inclusión en los cárteles criminales, Lourdes Zariñán agregó, “para mí muchos niños, niñas y adolescentes se desarrollan solos, sin apoyo”.
En general cuando se habla de niños en situación de abandono, observó, “casi siempre nuestra mente viaja a los niños carentes de cuidados parentales, pero eso ha cambiado. En México desgraciadamente las cargas de trabajo, algunos problemas estructurales de falta de equidad, de pobreza, etc., han potenciado esta parte de no tener siempre el espacio, la paciencia, la tolerancia y el tempo de escucharlos”.
Mientras ocurre esto, el crimen organizado aprovecha las necesidades de los NNA, tal como lo exhibe el Informe Especial “Adolescentes: Vulnerabilidad y Violencia, generado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y en que se analizaron “las condiciones de vulnerabilidad de un sector de la población adolescente en conflicto con la ley”, precisó.
“Se evidencia que estos integrantes de organizaciones criminales han estudiado perfectamente a los niños, niñas y adolescentes en cada zona, y sus necesidades”.
Es un modus operandi que se aprovecha de los estados de vulnerabilidad en que se encuentran, sobre todo los adolescentes, “por falta de oportunidades, a veces, la no atención de sus familias, por la falta de disponibilidad para permanecer en las escuelas, y desde luego, ¿por qué no decirlo?, ante un incentivo económico que se les proporciona y que de otra manera no es posible que lo tengan. Con todas estrategias maquiavélicas el crimen organizado los atrapa”, dijo.
El informe “evidencia que la problemática es seria desde luego”, y que las acciones a realizar deben ser esencialmente preventivas y articuladas entre autoridades, sociedad civil y familias. “Porque efectivamente, cada vez hay un mayor número de niñas, niños y adolescentes captados por el crimen organizado”.
Localmente, Adriana Rivero Garza, secretaria de las Mujeres, citó otro diagnóstico, este de la Universidad Autónoma de Zacatecas realizado entre finales de noviembre de 2016 y principios de 2017, enfocado a la actividad delictiva en polígonos de Fresnillo, Guadalupe y la capital del estado, y que expuso como “alarmante porque definitivamente no estamos poniendo atención (…) necesitamos enfocar todos nuestros esfuerzos y responsabilidades en los niños, niñas y adolescentes porque cada vez se ve la mayor incursión de niñas, niños y niñas desde nueve años, 12 años” en la comisión de delitos como el secuestro, el homicidio y el robo.
El Estado mexicano, agregó otra vez la coordinadora del Programa Sobre Asuntos de la Niñez de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), tiene grandes retos al respecto. Ya en 2015 se hizo patente esta preocupación, expuesta en Ginebra, Suiza, mediante el cuarto y quinto informes consolidados de México sobre el Cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de los Niños, y sobre las medidas que se tienen que tomar.
“Lo más importante en el trato con los adolescentes es no discriminarlos jamás por su forma de vestir, de ser, de conducirse. En la medida en que seamos incluyentes, tolerantes, y los atendamos adecuadamente, vamos a poder favorecer y conocer sus inquietudes, ayudarlos. Que no se sientan solos y aislados y que esa posición a veces tan sola, sea aprovechada por las bandas de delincuencia organizada”.
Los entrevistados son participantes en el Foro Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes desde la Perspectiva de los Derechos Humanos que se realiza los días 2 y 3 de mayo en Zacatecas.
