- De un juego entre pares, puede derivar en abusos y violaciones a derechos humanos: docente
- No es una usanza privativa de colonias marginales, sino de la red de redes y otros medios de comunicación en que se comparten carpetas con contenido erótico o pornográfico, advierten
“Pasa el pack”. La expresión alude al “intercambio de fotografías eróticas, y a veces un poco más, que ellos mismos crean”. En la práctica participan también niños y niñas, a veces desde los 8 años de edad, que utilizan para la transmisión de las imágenes vehículos como Facebook o WhatsApp.
En opinión de un docente que interviene en proyectos de difusión y promoción cultural y artística en colonias marginales de Fresnillo, donde ha podido conocer este fenómeno, el tema tiene que ver con “una herramienta mal usada” por los menores de edad, y a veces, con la permisividad del entorno y aun de los propios padres de familia.
Sobre todo, refiere la vida dentro de contextos en que priva el hacinamiento y una serie de códigos culturales que favorecen el ejercicio temprano de la sexualidad, el abuso sexual y altas incidencia de embarazo adolescente.
Desde hace años el tallerista realiza acciones de intervención comunitaria en “colonias denominadas focos rojos, colonias que tienen ciertos índices de violencia”.
En la pudo saber de la práctica de “pasar el pack”, fue hace varios años un asentamiento donde el crimen organizado “estuvo totalmente metido”.
“Hay niños que oscilan entre los 5 a los 12 años, que son huérfanos de padre porque los mataron en la esquina o entraron por ellos a sus casas. Esta secuela deja en su inconsciente un estándar de comportamiento explosivo”, expuso.
Aquí el concepto de “reconstrucción del tejido social” es sólo una forma de expresarse porque para que se reconstruya alto primero tendría que haber estado construido, “y a veces no era así”.
Su labor le ha permitido trabajar también dentro de escuelas de las que comenta, “nunca nos imaginamos las problemáticas que se vivían”. Entre otras, la falta de respeto hacia maestros donde la violencia verbal “está a flor de piel”.
Atestiguar problemas de identidad y sexualidad “muy delicados” entre niños, niñas y adolescentes, le dio “otro panorama de lo que está pasando” y que vinculó a la denuncia que la titular de la Semujer hizo respecto de casos de prostitución en las escuelas secundarias.
“El día que yo la vi, dije, pues claro. Es nada más cuestión de razonar un poquito”, pues las prácticas de “pasar el pack” mediante grupos de redes sociales implica compartir pornografía “que ellos mismos van creando por el Whats y por el Face”.
Comentó el caso que pudo conocer de manera directa, en que una madre de familia luego de enterarse que su hija participaba en este tipo de intercambios la reprendió, pero relataba el hecho entre risas, sin atisbar aparentemente, los riesgos de la práctica.
“Pasar el pack” no es una usanza privativa de colonias marginales, sino de la red de redes y otros medios de comunicación en que se comparten carpetas con contenido erótico o pornográfico.
De un juego entre pares, puede derivar en diversos abusos y violaciones a derechos humanos, pues ya inmersa en la red, la información transita hacia caminos insospechados.
“Indagamos un poco y resulta que tienen su intercambio de fotos eróticas y a veces un poco más, entre ellos. Y en el grupo hay niños que oscilan, los más chiquillos que tienen celular, andan como entre los ocho o nueve años”.
El fenómeno dice es resultado “de todo”, del acceso a cierto tipo de información y a “una herramienta mal usada”.
“Porque finalmente para ellos ya es lo más normal del mundo, para algunos, para los que tienen celular, ya es normal tener Wifi en su casa o robarse la señal de los vecinos. Entonces es una nueva forma de interacción a la nosotros no tuvimos acceso porque no se usaba”.
El fenómeno requiere círculos de debate y replanteamiento del trabajo que en este tipo de contextos se realiza desde las organizaciones y los gobiernos, opinó.
