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viernes, 29 marzo, 2024
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Se presenta la banda Las Cafeteras por primera vez en el Festival Cultural

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Por: RAFAEL DE SANTIAGO •

■ La agrupación de son jarocho está integrada por “chicanos” o hijos de migrantes mexicanos

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■ A través de sus temas buscan difundir la forma de vida de varios sectores de la sociedad

La discriminación hacia la comunidad latina y a los mexicanos por parte de algunos sectores de Estados Unidos se ha vuelto más agresiva con las nuevas políticas del gobierno, y eso ha dividido al país.

“Actualmente Estados Unidos es un país dividido, que cada vez más se hace latino, más oscuro, menos blanco. Y eso cambia a la gente y se resiste, de manera agresiva”, señala el músico. José Cano toca el cajón y percusiones en la agrupación de son jarocho Las Cafeteras, banda estadounidense integrada por “chicanos” o hijos de migrantes mexicanos.

La banda aborda temas como la dificultad que viven los migrantes para cruzar la frontera y para poder desenvolverse y desarrollarse en la sociedad americana, todo por buscar el llamado “sueño americano”.

La Cafeteras dan voz a todas esas historias y toma esta responsabilidad de fomentar y difundir la forma de vida de los sectores sociales de Estados Unidos, dice Denise Carlos, quien canta en la banda y toca la jarana.

Pone como ejemplo su caso, pues sus padres llegaron en los años 70 a la Unión Americana, sin papeles y en otras condiciones diferentes a las de ella pues Denise tuvo la oportunidad de nacer en suelo americano y realizar sus estudios en aquel país.

La música que llevan a la comunidad latina en Estados Unidos provoca en la gente una inspiración, para mantener la esperanza ■ FOTOS: MIGUEL ÁNGEL NÚÑEZ

Dice que la represión social y cultural aún se mantiene en la sociedad americana y como hija de migrantes es difícil vivir con la incertidumbre de salir de casa y no saber si encontrarás a tus padres al regreso.

“Contamos historias, de nuestras experiencias, del amor a nuestra cultura, nuestra familia y la comunidad. Pero no es un reclamo político, es la vida cotidiana de nuestros familiares y siempre estaremos apegados a estos mensajes”, dice José.

Para Denise la música que llevan a la comunidad latina en Estados Unidos, provoca en la gente una inspiración, para mantener la esperanza y la alegría de una comunidad que mantiene sus raíces y su cultura.

Agrega que las canciones de Las Cafeteras tienen referencia a los movimientos sociales y de la defensa de los derechos de los civiles. Además de exponer su orgullo chicano, hacen críticas a las políticas en contra de la comunidad migrante.

“Como chicana, mi cultura es auténtica y lo acepto, pero la música es una mezcla de una experiencia de ser hijos de migrantes indocumentados, y noté que las críticas eran más de los chicanos que de los mexicanos, que dicen que cómo es posible hacer una ofrenda a la cultura mexicana”, dice Denise.

Cuenta que los integrantes del grupo se conocieron hace 10 años en la universidad, cuando tocaban música como hobby en el Eastside Café, un espacio comunitario en El Sereno, donde enseñaban son jarocho.

Confiesa que nunca se tuvo la intención de hacer un grupo de manera formal. Tampoco pensaron que hacer lo que más disfrutaban los llevaría a conocer diferentes partes del mundo. Al inicio había 20 músicos.

“No sabemos cómo fue que empezamos con son jarocho, porque vivimos en la ciudad escuchando rap, hip hop, banda y otros géneros. Veíamos normal que la música se mezclara, no sé porque escogimos el son jarocho, pero creo que la música nos encontró a nosotros, aprendimos y nos apegamos de forma tradicional”, dice José.

Para  Denise el son jarocho le permitió cantar en público y tocar un instrumento por primera vez, pues es bailarina de folclor. Cuenta de sus raíces mexicanas, su padre es de Baja California, y su madre es de Jalisco.

Menciona que el son le dio la oportunidad de conocer la historia de la raíz africana en México, y cómo se mezclan estos ritmos en la música mexicana. Así como la esclavitud que vivió esta raza en el país.

Para José, el son jarocho permite que la gente o quien lo escucha, tenga una interacción, y que se dé una dinámica de respuestas ya que no cualquier persona puede improvisar y tener el ingenio de componer coplas y rimas en segundos.

Denise recuerda que fueron invitados a tocar en fandangos, en eventos de su localidad como donaciones, cumpleaños, en parques, una boda o donde se les diera oportunidad, “donde había jarana, había fandango”, dice.

En su trayectoria, han logrado estar en los escenarios del California African American Museum, en el Hollywood Forever Cementery, Plaza de la Raza, Queens Museum of Art, The Mayan, Royce Hall, entre otros.

El nombre proviene del centro comunitario donde tocaban ya que los ubicaban como los músicos que tocaban en el café y los comenzaban a llamar los estudiantes del Eastside Café o los cafeteros.

Pero había mujeres en el grupo, y era un poco machista sólo llamar al grupo como los cafeteros,  por lo que decidieron tomar la identidad femenina. Como un reconocimiento a la equidad de género, explica José.

Las Cafeteras estuvieron dentro del programa del Festival Cultural 2017. Migración sin fronteras, organizado por Gobierno del Estado, a través del Instituto Zacatecano de Cultura, siendo la primera ocasión que visitan México.

“Es bueno que se organicen estos festivales, en donde la gente tiene la oportunidad de ver espectáculos de cultura gratis. Vimos que hay artistas reconocidos y eso lo hace especial, con escenarios por todas partes, y es algo que debería hacerse en muchas ciudades”, señala José.

 

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