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jueves, 28 marzo, 2024
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46% de los reclusos en centros penitenciarios son jóvenes: Inegi

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Por: RAQUEL OLLAQUINDIA •

■ Según datos de Inegi de 2015, de mil 594 reos la mitad tenía entre 18 y 29 años

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■ Homicidio y violación, principales delitos por los que 58 jóvenes de entre 15 y 22 años se encuentran actualmente en el Centro del Internamiento y Atención Integral Juvenil (CIAIJ) del estado 

La participación de los jóvenes en actividades delictivas es un problema reconocido por las autoridades. La detención de una banda de secuestradores integrada por 11 personas y en la que ninguna de ellas supera los 19 años de edad es el último hecho que refleja esta situación.

Precisamente el secuestro, junto con el homicidio y la violación, son los delitos principales por los que 58 jóvenes de entre 15 y 22 años se encuentran recluidos actualmente en el Centro del Internamiento y Atención Integral Juvenil (CIAIJ) del estado.

El director de esta institución, Gerardo Campos, aseguró que del total de adolescentes en conflicto con la ley que hay en la entidad el 20 por ciento ha cometido delitos graves como los mencionados. Éstos son los que se encuentran internados en el CIAIJ.

El resto de menores que no llega a ser privado de su libertad es procesado por la comisión de algún ilícito menor, por lo que pueden obtener una resolución de su caso a través de salidas alternativas.

Campos explicó que ésta es la razón por la que actualmente hay menos adolescentes y jóvenes recluidos en la institución que dirige a comparación de los años pasados, debido a que con la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal el encierro no es la única alternativa ante un proceso penal.

Sin embargo, los delitos graves y sobre todo los relacionados con la actividad de los grupos de la delincuencia organizada que operan en la entidad involucran cada vez más a jóvenes, incluso menores de edad.

El procurador general de Justicia del estado, Francisco Murillo Ruiseco, así lo expuso en la conferencia que dio este lunes para informar acerca de la detención de la banda de secuestradores, en la que sus integrantes apenas rebasaban la mayoría de edad.

“¿Dónde estamos los padres de familia?”, fue la pregunta que el funcionario lanzó después de referir las edades de los 11 detenidos, entre los que hay además dos menores de edad, y añadió que el sector de población de entre 17 y 21 años “es el segmento vulnerable y hay una gran cantidad de participación de jóvenes, hombres y mujeres, en delitos de alto impacto como secuestro y homicidio”.

Esta situación también fue advertida a inicios de este año por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en su Informe Especial “Adolescentes; vulnerabilidad y violencia”, en el que advirtió que, de los 13 estados en los que se visitaron centros de reclusión de menores, Zacatecas fue el segundo con mayor porcentaje de adolescentes que están encerrados por delitos relacionados con el crimen organizado.

En este estudio, el organismo acudió a hacer una revisión al CIAIJ y expuso que 65 por ciento de los jóvenes estaba internado en 2016 por este tipo de delitos, únicamente por debajo del 75 por ciento del Estado de México y duplicando, casi, la media nacional que es de 35 por ciento.

Dentro de los ilícitos que se enmarcan en la categoría de delincuencia organizada se encuentra, encabezando la lista con mayor incidencia, el homicidio. La CNDH informó que por este delito se encontraba recluido 35 por ciento de los adolescentes del CIAIJ.

Le seguían la violación, motivo de encierro de 23 por ciento de los internos, el secuestro con 17 por ciento, el secuestro exprés con 10 por ciento, el que se denomina propiamente como delincuencia organizada y que representa el 8 por ciento del total de jóvenes, y por último estaban el acopio de armas y las tentativas de violación y homicidio con 2 por ciento.

La CNDH, aparte del informe estadístico, enumeró una serie de causas o “motivaciones” que llevaron a los jóvenes a involucrarse con actividades del crimen organizado.

Entre ellas se mencionó el “deseo de imitar un estilo de vida que los adolescentes han podido observar en su entorno y que incluye: armas, autos, alcohol, drogas, sensación de poder y otros lujos y excesos”.

También se hizo referencia al “deseo de formar parte de un grupo que les brinde la sensación de pertenencia, de protección, de solidaridad, equivalentes o sustitutas a las de una familia” y al hecho de que ser integrantes de estos grupos “les produce una sensación de dominio, de control, de formar parte de un poder paralelo que disputa o pretende substituir al poder del Estado”.

Este mismo martes, el involucramiento de los jóvenes en actividades delincuenciales fue mencionado también por la secretaria general de Gobierno, Fabiola Torres Rodríguez, quien insistió en la preocupación que tiene el gobierno debido a que “en los últimos días muchos adolescentes se han asociado a la delincuencia organizada, (además de que) están cayendo en la trampa de las drogas”.

Estas declaraciones las dio durante la conformación de la Subcomisión de Justicia Integral para Adolescentes en Conflicto con la Ley, que depende del Sistema Estatal para la Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).

La armonización legislativa, la reinserción social real de quienes ya están en reclusión y, en suma, el acceso a la justicia por parte de los adolescentes serán los objetivos de esta instancia que está integrada por los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

 

Adolescentes: vulnerables ante las instituciones

Precisamente las deficiencias de este sistema de justicia en México han sido motivo de reclamo social y la justicia para adolescentes no ha quedado exenta de estos señalamientos.

En el mismo informe de la CNDH citado anteriormente, el cual fue publicado este mes de enero de 2017 con los datos recabados a lo largo del año pasado, se advierte de la vulnerabilidad en la que se encuentran los menores y jóvenes en conflicto con la ley y se denuncia la violencia de la que son víctimas por parte de las instituciones.

En ese tenor, la comisión expuso que en Zacatecas 56 por ciento de los adolescentes recluidos en el Centro de Internamiento y Atención Integral Juvenil aseguró “haber sido severamente golpeado y maltratado, en ocasiones durante varios días, por diferentes instituciones de policía al momento de su detención”.

“Me torturaban por horas, llegó un momento que no sabía si estaba muerto o vivo”. Ésta fue la declaración que uno de los adolescentes recluidos en el CIAIJ dio a los representantes de la CNDH que le hicieron la entrevista para el informe.

Este joven narró que los elementos de la Marina Armada de México por los que fue detenido lo colgaron de los brazos y le dieron toques eléctricos. Lo golpearon. Le pusieron una bolsa vacía en la cabeza, luego la llenaron con “gas de chile piquín” y, con más golpes, estuvo obligado a respirar el polvo hasta casi llegar a la asfixia. Después, sumergieron su cabeza en un bote con agua.

Ésta es sólo una descripción de los maltratos y las prácticas de tortura que sufrieron los menores detenidos y la cual que se fue repitiendo en las entrevistas recopiladas por la CNDH en Zacatecas.

Tras calificar esta actuación de las corporaciones de seguridad como “claramente” apartada de las leyes, las normas nacionales y los tratadores internacionales, la CNDH concluyó que “las respuestas que dieron los adolescentes permiten señalar que se trata de prácticas sumamente arraigadas en nuestras instituciones, que ocurren de manera sistemática y que son tan frecuentes, que para los adolescentes constituyen el comportamiento ‘normal’ o el que cabe esperar por parte de las policías”.

De ahí la necesidad de tener una supervisión de la impartición de justicia para adolescentes a fin de garantizar el debido proceso de los jóvenes. El lograr que estos procedimientos sean apegados a derecho es uno de los objetivos de la recién conformada subcomisión de justicia integral para este sector de la población que está en conflicto con la ley.

Otra de las metas que se fijó esta instancia, informó su secretario técnico, Salvador Ortiz García, es la de mejorar la infraestructura del CIAIJ y fortalecer las medidas internas para evitar la violencia en contra de los internos.

Estos aspectos, la calidad de las instalaciones y su mantenimiento, así como el buen trato y las soluciones pacíficas de conflictos, constituyen dos de los señalamientos que la CNDH hizo al Centro de Internamiento de Zacatecas en el informe especial sobre los adolescentes recluidos.

Este espacio fue uno de las peor calificados, entre los 13 que se visitaron a nivel nacional, ya que con una calificación de 5 sobre 10 se colocó como el cuarto centro con una valoración más baja.

 

La mitad de los reos tiene menos de 30 años

El problema no se ciñe únicamente a los menores infractores sino que existe otro dato preocupante que tiene que ver con los jóvenes, ya mayores de edad, que se involucran en actividades delictivas y que están recluidos en los centros penitenciarios de la entidad.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del total de internos en los establecimientos penitenciarios de la entidad en el año 2015, el 46.3 por ciento era menor de 30 años.

Esto significa que, de los mil 594 reos que había en el estado en ese periodo, la mitad tenía entre 18 y 29 años. Estas cifras se exponen en el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario 2016 elaborado por el organismo estadístico.

Esta cifra supera a la media nacional que se ubica en el 41.5 por ciento del total de personas recluidas en los centros penitenciarios con menos de 30 años.

Al dividir las estadísticas por grupos de edad, se advierte que en 2015 en Zacatecas había 322 presos de entre 18 y 24 años, lo que supone el 20.2 por ciento del total, mientras que los que tenían de 25 a 29 años representaban un 26.1 por ciento, siendo 417.

 

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