Hoy, cuando las expectativas de la sociedad crecen a mayor velocidad que la capacidad de cualquier gobierno para satisfacerlas; cuando vivimos una época de continua innovación, en la que casi nada de lo que hacemos o experimentamos en la vida cotidiana queda al margen de las nuevas tecnologías, existe un ámbito crucial en el que, sorprendentemente, poco ha cambiado: la manera en que nos gobernamos.
Tampoco hemos modificado nuestras formas de intervenir como individuos en los procesos políticos, originando con esto un rezago que complica y con frecuencia nos aleja de las soluciones de los problemas que, además de contener una enorme deuda social e histórica, son multifactoriales y multidimensionales.
A esto hay que agregar la eventualidad de reajustes en el modelo económico, nuevas reglas en el orden geopolítico, un posible proteccionismo proveniente de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. Y en lo local, el arribo de migrantes repatriados; inseguridad, desempleo y pobreza. Todo lo cual indudablemente nos afectará.
Ante esta situación y una lamentable falta de debate e investigación para encontrar nuevos caminos de gobernabilidad, debe reconocerse la visión del gobernador Alejandro Tello Cristerna, quien consciente de la urgencia de atacar estas complejidades asumió la responsabilidad de implementar estrategias para garantizar la inclusión y participación ciudadana en las políticas públicas encaminadas a remontar las adversidades.
Mejor aún, la decisión de Alejandro Tello queda constatada cuando reconoce la necesidad de que gobierno y academia unan esfuerzos y sean corresponsables en la solución de problemas y deficiencias.
Así es como se emprende el camino de una nueva gobernanza en la que se incorpora la inteligencia universitaria y también a todos los actores sociales para que, unidos, participen en la búsqueda de soluciones concretas.
Desde el pasado 28 de noviembre el gobierno estatal y la Universidad Autónoma de Zacatecas firmaron un Convenio Marco de Cooperación en el que plasmaron el objetivo común de propiciar el desarrollo humano de las y los zacatecanos mediante la colaboración en actividades educativas, científicas, de investigación y de gestión para el desarrollo.
A menos de cuatro meses, aquel acuerdo de cooperación ya es realidad. Anoche, en el Patio Central de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas fueron firmados convenios para instaurar dos programas académicos dirigidos a servidores públicos de las dependencias y entidades de los gobiernos municipales y del estatal.
Habrá dos cursos de inducción; uno para Licenciatura y otro para Maestría. El de Licenciatura atenderá los perfiles de analista de políticas y gestión pública en Desarrollo Local y en Intervención Social, con el objetivo de elevar la eficiencia de los servidores públicos.
El otro se refiere a un programa de Maestría en Estudios de Solución de Problemas Públicos del Estado de Zacatecas, que aumentará la aptitud del personal directivo para analizar metódicamente los problemas y generar soluciones.
El segundo convenio es para crear un Órgano Evaluador de Política Pública en Zacatecas, el cual tendrá autonomía para analizar, evaluar y monitorear las políticas y ejercicio del gobierno estatal, y también los procesos federales y de los ayuntamientos, con el objetivo de generar información y eficientar el diseño, implementación y desarrollo de políticas públicas.
Los problemas de Zacatecas, comunes a todo el país, ciertamente son grandes, pero no cabe duda de que la administración de Alejandro Tello Cristerna está a la altura de los retos, y principalmente, en ese propósito no actúa solo. Él sabe bien que los problemas surgidos en una democracia únicamente pueden resolverse con más democracia, y de ahí parte su decisión de incorporar a la búsqueda de soluciones a la academia, la iniciativa privada y la sociedad civil.
Al sumarse la UAZ a los procesos de gobierno, no únicamente se agrega inteligencia al arte de gobernar, sino que se consolida la unión con una de las instituciones de mayor vigor e influencia en la vida del estado, al tiempo que la academia se nutre y acrecienta una oferta que en el futuro le permitirá expandir su matrícula en beneficio de estudiantes de otros estados, porque que las dos generaciones inaugurales son exclusivas para personal de gobiernos locales.
Los retos que encara Zacatecas exigen una administración pública altamente capaz, organizada, coordinada y corresponsable en el afán de alcanzar los objetivos del Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021, y el compromiso de establecer una sinergia con la Universidad Autónoma de Zacatecas es una prueba más de que la actual administración realmente está empeñada en trabajar diferente para cambiar la forma de gobernar. ■
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
