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martes, 23 abril, 2024
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El deporte puede alejar a los jóvenes de las adicciones, afirma ex futbolista

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Por: RAFAEL DE SANTIAGO •

■ Gerardo Fragoso comenzó a jugar a los 10 años y a los 13 entró a su primer equipo FARS

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■ Participó en equipos de tercera división y en el ámbito local llegó a tener más de 100 títulos

Ante los problemas sociales que se viven actualmente, y en los cuales se ven involucrados adolescentes, el deporte puede ser una herramienta que saque a los jóvenes de las adicciones y de malas compañías, además de motivarlos a cumplir sus sueños, opina el ex campeón goleador de futbol profesional y amateur, Gerardo Fragoso Dorado.

“Mi consejo sería que se dediquen cien por ciento al deporte y al estudio, que elijan bien a sus amigos porque una mala amistad te acarrea a hacer cosas malas y tener confianza en la familia, así se pueden solucionar las cosas”, señala el deportista.

Agrega que “me hubiera gustado jugar en futbol profesional, pero me dediqué a trabajar. Yo le aconsejo a quienes busquen jugar este deporte que sean firmes, y que también se dediquen al estudio, dejen los vicios para que estén bien mentalizados”, menciona Gerardo.

En su familia hay una gran tradición futbolera, pues muchos de sus tíos, primos y sobrinos lo practican y han destacado en el ambiente amateur por su calidad futbolística y entrega al deporte.

Dice que fue su padre, Mario Fragoso Ruiz, quien le inculcó el amor a este deporte a los 10 años y fue quien le enseñó a jugar futbol, a patear el balón, a bajarlo de pecho, cabecear, técnicas que también transmitió a los hermanos de Gerardo, Arturo y Mario. “A mi padre le debo lo que soy”, dice el ex jugador.

Comenzó a jugar en las cascaritas de su barrio, en las canchas y porterías hechas con un par de piedras. Aún no jugaba en equipos oficiales pero ya demostraba el talento para ser un buen delantero.

A la edad de 13 años ingresó a su primero equipo, el cual estaría conformado por varios de sus primos y tíos, llamado FARS. Recuerda que era agradable jugar entre parientes, pues acudía la familia, esposas y niños a cada partido. El equipo logró destacar en diferentes torneos, sobre todo en futbol rápido.

En la familia de Gerardo Fragoso hay una gran tradición futbolera, señala ■ fotos: MIGUEL áNGEL NúÑEZ
En la familia de Gerardo Fragoso hay una gran tradición futbolera, señala ■ fotos: MIGUEL áNGEL NúÑEZ

Posteriormente, siguió jugando con el proyecto de un equipo de tercera división del municipio de  Río Grande. Cuenta que Carlos Zapata, promotor deportivo que ya falleció, lo impulsó a trabajar, y permaneció dos temporadas.

De ahí, se pasó al equipo Coyotes de Fresnillo, donde permaneció otras dos temporadas en tercera división profesional. Después, Vicente Mestas lo convocó a que participara en la elección de talentos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UDG) con los Tecos.

Estuvo un tiempo a prueba y le estaba yendo bien. Incluso ya estaba en la reserva profesional, pero reconoce que tuvo un error, pues en una ocasión, regresó a su tierra sin contar con el permiso de la directiva.

Cuando quiso regresar, le indicaron que no volviera al equipo. “Cometí el error, y me pesó”. Probó suerte en el equipo de las Chivas Rayadas del Guadalajara. Lamentablemente, cuando acudió a las pruebas el equipo estaba en una etapa de competición y también probó suerte en el equipo de Irapuato, en primera división.

Regresó a su tierra, pues por la edad ya no podía probar suerte como nuevo talento en equipos profesionales. En el ramo amateur fue invitado a jugar con equipos que tenían ya una gran tradición futbolera. Entre ellos, Grúas Escobedo, Carpintería San José, entre otros.

En el futbol local obtuvo grandes satisfacciones y llegó a tener más de 100 títulos de campeón goleador. Menciona que no tiene un cálculo de cuántos goles ha metido en su trayectoria, pues en un solo encuentro llegó a anotar 25 tantos.

Fue campeón goleador en los municipios de Jerez, Tlaltenango, entre otros. También probó suerte en la Liga Latina de Estados Unidos, en Dallas, Texas, donde tiene familia; ahí obtuvo también reconocimientos como campeón goleador.

Su hijo, Gerardo Iván, está siguiendo sus pasos. A la fecha es un excelente jugador y lo han invitado a participar en tres torneos. Busca probar suerte en el equipo de Pachuca, aunque se está recuperando de una lesión en la
pierna.

“Para mí el futbol ha sido mi vida, lo he combinado con el trabajo y mi familia. A lo mejor cometí un error, pero no me arrepiento porque tengo a los míos, y no me siento mal ni volteo a ver el pasado”, dice Gerardo.

Cuando jugó en tercera división en Río Grande y Fresnillo recibía un pago. Trabajó con los Mapaches del Tecnológico de Zacatecas, y actualmente trabaja en el Hospital General del municipio de Jerez.

Menciona que en los equipos amateurs había patrocinadores que le apoyaban económicamente. En ocasiones recibía hasta 500 pesos por juego y con eso ayudaba y aportaba dinero a su hogar.

Fue campeón goleador a nivel nacional en el torneo de futbol rápido, organizado para conmemorar el 450 aniversario de la fundación de Zacatecas. En esa ocasión se le ganó al equipo de la Ciudad de México, y anotó cerca de 45 tantos.

Considera que está mal que los futbolistas agredan a los árbitros, pues así como el deportista tiene fallas, el silbante como humano también puede cometerlas y no por eso se le debe agredir física y verbalmente.

Opina que hay impulso para los deportistas zacatecanos en el futbol, lamentablemente, se traen a equipos foráneos, y no se les da oportunidad a los futbolistas locales para que demuestren su talento.

Al futbolista le tocó ser campeón en las canchas de tierra y piensa que si en aquel entonces, se hubiera tenido la oportunidad de hacerlo en canchas de pasto sintético se hubiera podido jugar a un mejor nivel.

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