■ Estación San José, comunidad conocida como un lugar de descanso para migrantes
■ En su mayoría centroamericanos, transitaban por la localidad en su viaje a EUA
Uno de los principales medios de transporte utilizados por los migrantes para llegar más rápido a la frontera con Estados Unidos de América es el tren, mismo que en Fresnillo circula por diversas comunidades, entre ellas Estación San José, lugar reconocido por los viajantes ilegales como sitio de descanso obligado para poder continuar con su larga travesía.
En El Mineral, una de las principales zonas donde circulan los vagones de carga es en la comunidad Estación San José, misma que es conocida como la primera y única estación ferroviaria en Fresnillo desde 1884, misma que inició operaciones para el transporte de personas y productos comerciales que se exportaban a otros lugares del país y del mundo.
Sin embargo, desde inicios del actual 2017, el número de personas que van en búsqueda del sueño americano ha disminuido considerablemente en esta comunidad, aseguran los colonos que hasta hace un año era frecuente observar a los migrantes, en su gran mayoría centroamericanos, sobre las calles para hacer una pausa en su largo camino con destino a la Unión Americana.
Anteriormente era común y seguro observar en la comunidad a aproximadamente 20 migrantes de manera diaria, pero ahora la migración ilegal han reducido hasta ser dos o cinco personas máximo y esto no de manera diaria, podría mencionarse que por semana inclusive, según el testimonio de los locatarios.
Luego de descender del tren de carga (también conocido como La Bestia) se acercaban a la comunidad para ir en búsqueda de agua, principalmente, y comida, ropa limpia e incluso trabajos temporales para obtener recursos económicos y continuar con su larga travesía; algunos mencionan que esta comunidad es la mitad del camino recorrido.
Los viajantes provenían, en su mayoría, de países como El Salvador, Guatemala y Honduras, además de otros estados del sur de la República Mexicana como Campeche, Tabasco y Oaxaca, con un mismo objetivo, lograr pasar la frontera y llegar al vecino país del norte y de inmediato buscar trabajo y con ello iniciar a ganar dólares, su máximo sueño.
Según la versión de los mismos habitantes de la comunidad Estación San José se aventuran en asegurar que este sitio llegó a ser el lugar de descanso de más de 500 personas aproximadamente, mismas que llegaron a contabilizar en un mes, recalcaron, cuando las políticas migratorias eran menos severas a comparación de ahora.
Entre los pasajeros de los vagones de carga, no sólo había hombres, también viajaban familias enteras, niños en particular y madres solteras, quienes sufrieron las mismas inclemencias del viaje que aproximadamente duraba un mes, al contar desde el momento en el que salieron de sus lugares de origen y llegar a la frontera norte.
Anteriormente era común ver en los vagones, tolvas y góndolas del ferrocarril el hogar improvisado de estas personas y cuando el espacio era insuficiente, jardines y áreas verdes se convertían en el hogar improvisado mientras esperaban de nueva cuenta el movimiento del medio de transporte.
De las declaraciones de los habitantes, se suma la opinión del delegado de la comunidad, José Guadalupe Díaz Quevedo, quien confirma que el tránsito de migrantes ilegales a comparación de algunos años ha reducido de manera significativa y eso se observa en las calles donde ya no es frecuente verlos.
“La verdad ya no es tanta la incidencia de los migrantes, claro sí hay migrantes pero ya es menos común ver gente en búsqueda del sueño americano, si antes había 10 personas, ahora sólo se ve a uno por hacer un comparativo”, indicó la máxima autoridad del lugar.
Lo que sí es frecuente, recalcó Díaz Quevedo, es observar a migrantes ilegales que luego de haber fracasado en su intento por cruzar la frontera o ser deportados por las autoridades migratorias, tomaron la misma ruta pero de regreso a sus lugares de destino, por ello es obligatoria la escala en la comunidad para solicitar dádivas que ayuden en su viaje de retorno.
El delegado coincide en que la disminución de migrantes se presentó luego del triunfo de Donald Trump y con él la implementación de las políticas de migración que son más severas y desmotivan a los mexicanos y centroamericanos a arriesgar su vida y su integridad para mejorar sus condiciones económicas.
Otro de los factores a los que se atribuye el desencanto del sueño americano es la presencia de células delictivas en diversos puntos de la ruta de los migrantes, mismos que los asaltan e incluso los utilizan para la comisión de delitos y debido a su situación de vulnerabilidad acceden a participar.
El delegado reconoció la buena voluntad de los habitantes de la comunidad por ayudar a los migrantes a llegar a su destino, pero en muchas de las ocasiones los migrantes no logran burlar los sistemas de seguridad o en muchos casos esta es la última escala porque varios mueren en el intento.
“El fenómeno de la migración no se va a terminar hasta que estos países centroamericanos y el nuestro mejoren las condiciones económicas y aseguren a sus habitantes empleos bien remunerados, de lo contrario aunque sean dos, tres o diez ilegales estarán en nuestra comunidad por un par de días en espera de poder burlar los mecanismos de seguridad para ingresar al sistema americano”, concluyó José Guadalupe Díaz Quevedo, delegado de la comunidad Estación San José.
